Reseña de libros | La Primavera Árabe: transformaciones políticas e impacto en el contexto internacional

Revista CIDOB d' Afers Internacionals_118
Fecha de publicación: 04/2018
Autor:
Abraham Valera Laborda, investigador predoctoral, Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
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Szmoka, Inmaculada (ed.). Political Change In The Middle East And North Africa After The Arab Spring. Edinburgh University Press, 2017, 446 págs. 

El libro Political Change In The Middle East And North Africa After The Arab Spring, como bien señala su editora, Inmaculada Szmolka, lleva a cabo un nuevo estudio comparado del fenómeno de la Primavera Árabe en los diferentes estados de la región MENA, formada por los países de Oriente Medio y Norte de África (Middle East and North Africa [MENA]). Ahora bien, a diferencia de otros análisis anteriores, el establecimiento de un marco general teórico y metodológico común, desde la óptica de la política comparada y las relaciones internacionales, en los dos primeros capítulos, constituye una de las novedades que dan prueba del valor académico de la obra. Sobre este pilar fundamental, se estructuran los 15 capítulos sucesivos, en los cuales, 18 expertos, además de la propia editora, examinan de forma pormenorizada las peculiaridades de los distintos procesos de transformación política acaecidos en la región desde el año 2011. 

Con respecto a la estructura del contenido, se observa, de forma global, un interés por avanzar desde lo más general hasta lo más concreto y empírico. Tras los dos primeros capítulos, hay un bloque, formado por ocho capítulos, en el que se abordan los procesos de cambio a nivel de partidos políticos, sistemas electorales, constituciones, gobiernos, gobernanza, sociedad civil, derechos y libertades, y medios de comunicación en diferentes estados MENA. En esta parte, prima un análisis comparativo, clasificando a los estados, en cada caso, según el tipo de transformación experimentada, mostrando así puntos en común y diferencias entre ellos. Además, la información utilizada –procedente de índices y organismos de reconocido prestigio como Freedom House, Human Rights Watch o Transparency International– refuerza las tesis expuestas por los autores. 

Los siguientes cuatro capítulos constituyen un tercer bloque en el que se examinan las consecuencias de la Primavera Árabe en el orden regional, incluyendo la emergencia de la organización Estado Islámico como nueva amenaza para la seguridad global y las reacciones de la Unión Europea y Estados Unidos ante las distintas transformaciones políticas. Finalmente, la última parte del libro incluye tres capítulos, en los que se abordan, de forma más particular, ejemplos de estados que han sufrido democratizaciones exitosas o fallidas, o que están inmersos en procesos de liberalización, al menos desde el inicio de las revueltas populares en la región. 

En líneas generales, toda la obra da muestras de una gran coherencia y cohesión interna a nivel de contenido, especialmente teniendo en cuenta el gran número de autores que participan en la misma. Una de las ideas que se repiten en varios momentos es la consideración de las revueltas populares de 2011 como parte de un proceso de cambio político, más que como una nueva ola de democratización. En este sentido se realiza, en mi opinión, una valoración adecuada de la propia Primavera Árabe, que supera otras tesis simplificadoras en las que, en algunos casos, se pone en duda incluso la existencia de un único fenómeno como tal.

Por otro lado, algunas tesis expuestas en el libro vienen a rebatir ciertas ideas ampliamente extendidas, como ocurre en el capítulo cinco. En dicho capítulo, Ewa K. Strzelecka y María Angustias Parejo llegan a la conclusión de que las reformas liberalizadoras limitadas, emprendidas por ciertos regímenes autocráticos, podrían responder a una estrategia de actualización de estos últimos, más que a un deseo democratizador. O, por ejemplo, en el capítulo once, en el que Jordi Quero y Eduard Soler i Lecha realizan una descripción del orden regional MENA como un choque entre aquellos estados que defienden el statu quo y aquellos que están a favor de una revisión del mismo. Este esquema pone en tela de juicio la idea de que las tensiones regionales se deben fundamentalmente a un conflicto con tintes religiosos entre potencias islámicas suníes y chiíes. 

Otro punto destacable en la obra es el hecho de que, a menudo, se aborda la situación y el impacto de las revueltas de 2011 en estados que no son objeto de tanta atención mediática, como Libia o países del Golfo como Omán. Ello supone que un lector no especializado, interesado en estos casos de estudio, puede acceder a un relato global y preciso de la evolución política y social de los acontecimientos, siempre en un marco comparado. De la misma forma, es posible que una lectura del libro de principio a fin suponga, en ciertos momentos, encontrar una narración similar de algunos de los sucesos de 2011 en diferentes países, sobre todo en el caso de estados como Egipto o Túnez. Sin embargo, estas narraciones siempre vienen ilustrando la perspectiva propia del autor, en el marco del aspecto o punto concreto que este pretende explicar. 

En conclusión, considero que los objetivos citados al inicio de la propia obra se alcanzan, sin duda alguna, conforme avanzan los capítulos. Además, en los tres últimos, Inmaculada Szmolka –acompañada en el penúltimo por Irene Fernández-Molina y en el último junto a Marién Durán– retoma la tipología del cambio político anunciada en el primer capítulo y la aplica de manera empírica a ejemplos concretos. De esta forma, toda la obra queda envuelta, de principio a fin, en una estructura lógica, que facilita una comprensión de las características principales y del impacto de la Primavera Árabe a nivel regional e internacional. De igual modo, el uso de un lenguaje asequible permite que personas con un menor grado de especialización en la temática puedan, a través de la lectura de esta obra, acceder de igual manera a un conocimiento general y claro de unos episodios de relevancia histórica que, hasta el día de hoy, siguen marcando la agenda política en la región. Por otro lado, es cierto que los resultados de las revueltas de 2011 son, a priori, negativos en términos de una mayor democratización de los estados MENA, exceptuando, de alguna forma, el caso de Túnez. Sin embargo, algunos autores de la obra, como Carmelo Pérez-Beltrán e Ignacio Álvarez-Ossorio, en el capítulo ocho, infunden cierto optimismo, destacando finalmente que la sociedad civil árabe aún conserva el deseo de cambio democrático y que este puede volver a surgir en cualquier momento. 

Revista CIDOB d’Afers Internacionals, nº 118 
Cuatrimestral (abril 2018)
ISSN:1133-6595 | E-ISSN:2013-035X

DOI: doi.org/10.24241/rcai.2018.118.1.254