La política exterior marroquí y el PJD ¿Un partido pragmático?
La Fundación CIDOB organizó un taller de debate en el que se debatieron las singularidades del PJD, partido que ha generado unas importantes expectativas de crecimiento de cara a las elecciones marroquíes de septiembre.
El Programa Mediterráneo de la Fundación CIDOB organizó un taller de debate en el que se analizó el peso del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), partido al que algunas encuestas otorgan unas importantes expectativas de crecimiento, de cara a las próximas elecciones marroquíes, el próximo mes de septiembre. La Sala Campana de CIDOB acogió un encuentro que partió de la presentación de un estudio realizado por Irene Fernández Molina, doctoranda en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. El PJD y la política exterior de Marruecos: entre el populismo y el pragmatismo es el título provisional de un estudio que aparecerá próximamente como documento de trabajo número 7 de la serie Mediterráneo.
En su estudio, Fernández Molina asegura que “el complejo sistema de partidos marroquí se ha visto sacudido, en los últimos años, por el crecimiento de una fuerza política, el PJD, calificada a menudo como islamista, pero que a diferencia del movimiento al Adl wal Ihsan ha aceptado las reglas de juego con buenas dosis de pragmatismo”. Y, a pesar de sus buenos augurios, ante la cita próxima cita electoral, “el PJD sigue siendo un partido de oposición y, por lo tanto, no ha podido desarrollar tareas de gobierno y menos en el ámbito de la política exterior”, añadió Fernández Molina. La investigadora analizó las peculiaridades del proceso de toma de decisiones en la política exterior marroquí. Entre éstas destacó “el poder del Rey y el escaso margen de maniobra de los partidos políticos para influir en la política exterior del país”. Sin embargo, Fernández Molina subrayó que “no es menos cierto que algunas fuerzas políticas, y, especialmente, el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), han articulado un discurso sobre el sistema internacional y sobre las grandes líneas de la política exterior marroquí”.
Fernández Molina recordó también que el PJD no se ha mantenido al margen. “Han intentado dar a conocer sus posiciones en el exterior, con giras y contactos constantes en España, Francia, Estados Unidos o Turquía”. Las ideas defendidas por Fernández Molina fueron analizadas en un debate posterior por Reda Benkhaldun, responsable de la Comisión de Relaciones Exteriores del PJD, por Laura Feliu, Profesora de Relaciones Internacionales de la UAB y por Miguel Hernando de Larramendi, Profesor en la Universidad de Castilla la Mancha. Sobresalió la voluntad de que las fuerzas políticas tengan capacidad de influencia y supervisión sobre la política exterior, el rol de los marroquíes residentes en el extranjero, la necesidad de no confundir las críticas del PJD con antiamericanismo, la sintonía del PJD con las grandes líneas de la política exterior marroquí como las relaciones económicas con Europa, la defensa de la marroquinidad del Sahara Occidental o la importancia de mantener relaciones de buena vecindad con España, especialmente a partir del año 2004.