Rafal Trzaskowski

Editado por: Roberto Ortiz de Zárate Arce

En 2020 Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y vicepresidente del partido de centro-derecha liberal Plataforma Cívica (PO), perdió las votaciones a doble vuelta para la Presidencia de Polonia frente al titular aspirante a la reelección, Andrzej Duda, al que respaldaba la formación nacional-conservadora entonces gobernante, el Partido Ley y Justicia (PiS). A finales de 2023 la PO, liderada por Donald Tusk, ganó las elecciones legislativas y retornó al poder coaligado con otros grupos. El de Polonia es un sistema de gobierno mixto, semipresidencial, que reserva al jefe del Estado importantes atribuciones legislativas, inclusive un derecho de veto de complicada reversión, y la comandancia suprema de las Fuerzas Armadas.

De cara a las presidenciales de 2025, Trzaskowski volvió a ser nominado por su partido llevando un programa europeísta que busca pasar página a la cohabitación de orientaciones disímiles en el poder ejecutivo y proyectar al exterior una postura unívoca de Varsovia, en tiempos de rearme y movilización domésticos por la percepción de la Rusia de Putin como una seria amenaza militar. La invasión de Ucrania y las dudas sobre el compromiso de los Estados Unidos de Trump en la defensa de Europa han potenciado el papel estratégico de Polonia, principal país del flanco oriental de la UE hacia el que está deslizándose el centro de gravedad de toda la seguridad euro-atlántica.

En la primera vuelta electoral del 18 de mayo, Trzaskowski, un politólogo especializado en integración europea con una visión laica y progresista de la sociedad, adelantó con el 31,36% de los votos a una docena de contrincantes encabezados por el candidato avalado por el PiS, Karol Nawrocki, quien consiguió el 29,54%. Trzaskowski y Nawrocki se medirán en balotaje el 1 de junio; de imponerse el primero, el Gobierno mayoritario de Tusk podrá aplicar su agenda parlamentaria liberal, parcialmente estancada por las divergencias ideológicas en su seno, sin obstáculos institucionales. 

(Texto actualizado hasta 19 mayo 2025).


BIOGRAFÍA

1. Un politólogo comprometido con la integración europea

Hijo del pianista y compositor de jazz Andrzej Trzaskowski y biznieto del lingüista y pedagogo Bronislaw Trzaskowski, en su infancia fue uno de los actores de la popular serie de televisión Nasze podwórko, emitida entre 1981 y 1985, en los años más represivos del régimen comunista del general Jaruzelski. Sin embargo, esta experiencia en el mundo de la interpretación no tendría continuidad. Su educación secundaria transcurrió en la escuela Mikolaj Rej de Varsovia, excepto un curso que realizó en un colegio de Sydney, Australia. Tras completar el bachillerato en 1990 y con la ayuda de otra beca, pasó un año de formación preuniversitaria en Estados Unidos, en la Cranbrook-Kingswood High School de Bloomfield Hills, pequeña localidad del estado de Michigan.

De regreso a Polonia en 1991, justamente cuando el país culminaba su proceso de transición pacífica a la democracia, Trzaskowski decidió que el excelente inglés traído de Estados Unidos facilitaba su capacitación académica en los terrenos de la política exterior y la diplomacia, donde esperaba labrarse un futuro profesional. Así, ingresó en el Instituto de Relaciones Internacionales (ISM) de la Facultad de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad de Varsovia, y desde 1995 compaginó los estudios y los trabajos de intérprete y profesor del idioma inglés, perfeccionado en las aulas filológicas de la Facultad de Lenguas Modernas. 

En 1996 se graduó en el ISM y al año siguiente, tras ser becado por la Universidad de Oxford a través del Open Society Institute o Fundación Soros, añadió a su currículum un máster en Estudios Europeos impartido por el Colegio de Europa Natolin, en Varsovia. En 1998 obtuvo una colaboración en docencia en la Escuela Nacional de Administración Pública (KSAP), compromiso laboral que prolongó hasta 2009 y que desde 2000 simultaneó con otras actividades lectivas en el Collegium Civitas de la capital polaca.

Sin embargo, más que dar clases sobre su especialidad politológica, lo que a Trzaskowski le apasionaba era participar en la formulación intelectual de las políticas de la UE, trabajando al servicio de las aspiraciones del Estado polaco. Entre 2000 y 2001 asistió como asesor a Jacek Saryusz-Wolski, el secretario del Comité para la Integración Europea (KIE), la oficina gubernamental encargada de guiar el proceso de adhesión de Polonia a la UE, el cual culminó en abril de 2003 con la firma del Tratado que estableció el ingreso del país como Estado miembro en mayo de 2004. 

En esta época, Trzaskowski ejerció como analista y teórico de la integración europea en el Natolin European Centre y, con el apoyo de una beca del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (EUISS, agencia en el marco de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE y con sede en París), coronó su carrera académica con el doctorado en Ciencias Políticas, realizado en el ISM de la Universidad varsoviana. Su tesis doctoral llevaba por título Dinámica de la reforma del sistema de toma de decisiones en la Unión Europea.

Ya en su adolescencia, Trzaskowski había estado vinculado al aparato político del sindicato Solidaridad. Década y media después, el flamante doctor en Ciencias Políticas formalizó vínculos con uno de los muchos partidos surgidos de la disgregación del histórico movimiento de oposición democrática, la Plataforma Cívica (PO), formación de idearios liberal y democristiano puesta en marcha en 2001 por Donald Tusk, Maciej Plazynski y Andrzej Olechowski, tres personalidades del campo centrista proeuropeo. Tres años después de su creación, la PO era una fuerza parlamentaria en la oposición al Gobierno socialdemócrata de Marek Belka, condición que tras las elecciones generales de 2005 mantuvo frente a los gabinetes derechistas del partido Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski.

Tras las primeras elecciones al Parlamento Europeo, celebradas el 13 de junio de 2004 y con victoria para la PO, Trzaskowski se incorporó como asesor de los 15 eurodiputados que obtuvieron el mandato en las Cámaras de Estrasburgo y Bruselas, entre ellos Jacek Saryusz-Wolski y el ex primer ministro Jerzy Buzek; al estrenarse en el Parlamento Europeo, los liberales polacos nutrieron las filas del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE). En su ámbito privado, Trzaskowski contrajo matrimonio en 2002 con Malgorzata, apellidada de casada Trzaskowska, economista y anterior funcionaria del Ayuntamiento de Varsovia. La pareja tuvo dos hijos, Aleksandra y Stanislaw, nacidos en 2004 y 2009.

2. Carrera política en las filas de la Plataforma Cívica

Sus cinco años de experiencia como asistente técnico en la Eurocámara animaron a Trzaskowski a postularse a diputado para participar directamente en la actividad legislativa. El mandato le llegó en las elecciones de junio de 2009, disputadas cuando la PO, con Tusk de primer ministro, ya llevaba año y medio gobernando Polonia. La PO cosechó un resonante triunfo al hacerse con la mitad de los 50 escaños en juego. Entre los 25 representantes liberales estaba Trzaskowski, que una vez en el hemiciclo fue elegido miembro y vicepresidente del Comité de Asuntos Constitucionales y miembro de la Delegación para las Relaciones con Estados Unidos. Asimismo, adquirió una membresía de sustitución en el Comité de Mercado Interior y Protección del Consumidor.

En el otoño de 2010 el eurodiputado fue el coordinador de la campaña de su partido para las votaciones municipales del 21 de noviembre y el 5 de diciembre en Varsovia. Allí, la alcaldesa desde 2006, la economista Hanna Gronkiewicz-Waltz, una de las principales figuras de la PO, ganó la reelección con el 53,7% de los sufragios en la primera vuelta y no tuvo que disputar el balotaje con su contrincante del PiS; dicho sea de paso, al anterior alcalde de la capital había sido Jaroslaw Kaczynski, luego brevemente primer ministro del país en 2006-2007 y cuyo hermano gemelo, Lech Kaczynski, acababa de perecer en el trágico accidente aéreo de Smolensk ostentando la condición de presidente de la República.

El 2 de diciembre de 2013 Trzaskowski causó baja en el Parlamento Europeo y al día siguiente asumió en Varsovia un puesto del Gabinete para el que Tusk, quien desde noviembre de 2011 conducía su segundo Gobierno de coalición con el Partido Campesino (PSL), le había nominado en noviembre anterior, el Ministerio de Administración y Digitalización. El politólogo llevó esta cartera eminentemente técnica hasta el 22 de septiembre de 2014, fecha en que Tusk se despidió del Ejecutivo para preparar su próxima presidencia del Consejo Europeo. 

La nueva primera ministra, Ewa Kopacz, mantuvo a Trzaskowski en el Gobierno con el puesto de viceministro de Exteriores para Asuntos Europeos, siendo su inmediato jefe el ministro Grzegorz Schetyna. La tarea básica de Trzaskowski era coordinar todo el trabajo interministerial tocante a las relaciones con la UE, pero además fungía de plenipotenciario de Kopacz para discutir cuestiones de alta política en el Consejo Europeo, ahora encabezado por Tusk.

Las estadías de Trzaskowski y de su partido en el Ejecutivo polaco tocaron a su fin tras las elecciones del 25 de octubre de 2015 al Sejm, que supusieron la derrota de la PO y la victoria del PiS por mayoría absoluta. El 16 de noviembre de 2015 se constituyó el nuevo Gobierno del PiS, presidido por Beata Szydlo. Entonces, Trzaskowski dejó de ser viceministro, pero a cambio debutó en el Sejm como miembro de la menguada bancada de la PO. El diputado estuvo adscrito a los comités parlamentarios de sus áreas de especialidad, los Asuntos Europeos, los Asuntos Exteriores y la Digitalización e Innovación Tecnológica. 

En 2016, además, se convirtió en miembro del Consejo Nacional de la PO, cuyo liderazgo Ewa Kopacz transfirió a Grzegorz Schetyna, y en portavoz de Exteriores del grupo parlamentario. En marzo de 2017 fue elegido vicepresidente del PPE y en mayo siguiente el embajador de Francia en Polonia le confirió el grado de caballero de la Legión de Honor por su contribución al refuerzo de las relaciones franco-polacas.

3. Elección para la Alcaldía de Varsovia en 2018

En noviembre de 2017 Trzaskowski fue presentado como el candidato común de la PO y una formación liberal afín, el Partido Moderno (Nowoczesna), a la Alcaldía de Varsovia, que Gronkiewicz-Waltz deseaba dejar tras las elecciones municipales de octubre y noviembre de 2018. Luego, en marzo de 2018, la PO y Nowoczesna formalizaron su alianza electoral con el nombre de Coalición Cívica (KO). 

El diputado expuso un programa que incidía en las obras de ampliación del Metro capitalino, la conversión de un tercio de la flota de autobuses urbanos en vehículos propulsados con motores eléctricos, híbridos o de gas, y el aumento de las partidas presupuestarias para la atención materno-infantil y la enseñanza escolar. Se trataba, según él, de un plantel de propuestas preocupado por la "calidad de vida" de los varsovianos y enfocado en "los discapacitados, los ancianos, la educación y el crecimiento sostenible". El lema de campaña era Una Varsovia para todos.

Los sondeos no erraron y el 21 de octubre el candidato oficialista se impuso en la primera vuelta con el 56,7% de los votos, justo el doble de los sacados por su adversario de la Derecha Unida (ZP, mandada por el PiS), Patryk Jaki. En el nuevo Consejo Municipal, la PO y su aliado aumentaron la representación de los 33 a los 40 concejales, es decir, exactamente una mayoría de dos tercios. Trzaskowski arrancó su mandato de cinco años el 22 de noviembre de 2018.

Una vez en la Alcaldía, Trzaskowski empezó a aplicar unas políticas locales (desarrollo del transporte urbano no contaminante, guarderías gratuitas, plantación masiva de árboles, apoyo con fondos municipales a las técnicas de reproducción asistida) que él enmarcaba en un proyecto de  "sostenibilidad" e "inclusión". Su desafío a las directrices del Gobierno del PiS, reiteradamente sancionado por la UE con procedimientos de infracción por sus reformas dirigidas a socavar la independencia judicial, se manifestaba sobre todo en el valimiento de las reivindicaciones de la comunidad LGBT+. 

Así, en febrero de 2019 el regidor varsoviano unió su firma a una declaración en favor de los derechos del colectivo, involucrando de lleno al Ayuntamiento de la capital en las acciones contra la discriminación y en favor de la educación sexual. Esto incluía patrocinar el Desfile de la Igualdad, reactivar el albergue de emergencia para personas LGBT+ en situaciones de precariedad, introducir en los temarios de las escuelas las nociones antidiscriminación y el nombramiento del plenipotenciario del alcalde para asuntos de la comunidad LGBT+, todo ello con las consiguientes críticas de los círculos conservadores y católicos. 

La ciudad, que en 2013 había acogido la 19ª Conferencia de las Partes (COP 19) de la CMNUCC, también estaba intensamente implicada en la lucha contra el cambio climático. En junio de 2020 el Ayuntamiento anunció que Varsovia sería la primera ciudad polaca en unirse al programa Ciudades Verdes del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

Por otro lado, en diciembre de 2019 Trzaskowski suscribió con sus colegas de Praga (Zdeněk Hrib), Budapest (Gergely Karácsony) y Bratislava (Matús Vallo), las otras tres capitales del Grupo de Visegrad, un manifiesto antipopulista que dio bastante que hablar. En el documento, los alcaldes centroeuropeos denunciaban el "nacionalismo xenófobo" de sus respectivos gobiernos e invocaban un "pacto de ciudades libres". El concepto de excepcionalidad urbana resistente a la ideología nacional dominante ilustraba el marco teórico de Trzaskowski, partidario de consolidar estas capitales como unas "islas de libertad contra la tendencia que prevalece".

4. Candidato a la Presidencia en 2020 frente al derechista Duda

A comienzos de 2020, la irrupción de la COVID-19 vino a alterar numerosos calendarios electorales en todo el mundo; uno de los procesos que más polémicas generó fue el de las presidenciales de Polonia, a las que se presentaban 11 candidatos. Los favoritos para medirse en una posible segunda vuelta eran el mandatario en ejercicio desde agosto de 2015, Andrzej Duda, miembro del gobernante PiS, y, retrasado en los sondeos, el centrista Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y principal aspirante de la oposición. Ahora, Trzaskowski ostentaba también una de las vicepresidencias de la PO.

La votación presidencial estaba inicialmente prevista para el 10 de mayo, 20 días después de levantar Polonia las medidas de confinamiento de la población y restricción de movimientos adoptadas en la última semana de marzo para detener la propagación del coronavirus. Al terminar abril, sin embargo, los cierres de establecimientos no esenciales y las prohibiciones de concentraciones y eventos públicos seguían plenamente en vigor, mientras los casos positivos rozaban los 9.000 y los fallecidos superaban los 600. 

Inicialmente, el Gobierno del primer ministro Mateusz Morawiecki, sucesor de Beata Szydlo en diciembre de 2017, ignoró las demandas de la oposición de postergar las elecciones hasta que la crisis sanitaria terminara y se propuso celebrarlas en la fecha prefijada, pero a través exclusivamente del voto por correo, escenario insólito que requería un cambio legal exprés.

La constatación del formidable problema logístico que este procedimiento acarrearía y la lluvia de protestas desde sectores políticos y sociales, que hablaron de maniobra inconstitucional y de falta de garantías del voto secreto, obligaron a retractarse al PiS. El 6 de mayo, las autoridades anunciaron el retraso de las elecciones, a celebrar con voto presencial en las urnas, y el 3 de junio establecieron como nueva fecha de las mismas el 28 de junio, con una eventual segunda vuelta el 12 de julio.

La candidatura de Trzaskowski no se sustanció hasta el 15 de mayo: fue la rápida solución de recambio de los liberales, desde enero liderados por Borys Budka en sucesión de Grzegorz Schetyna, ante la renuncia inesperada de la postulante original, la diputada Malgorzata Kidawa-Blonska, a quien reclamar el boicot electoral mientras el PiS se aferraba al voto por correo le había costado el derrumbe de sus expectativas en los sondeos. A su vez, Kidawa-Blonska había sido escogida por su partido como alternativa a la personalidad más potente de la PO, el ex primer ministro y ex presidente del Consejo Europeo Donald Tusk.

Enérgico detractor de las políticas nacionalistas y ultraconservadoras del PiS, Tusk era visto por muchos como la única figura del campo progresista y proeuropeo capaz de imponerse en las presidenciales al partido que lideraba Jaroslaw Kaczynski, pero en noviembre de 2019, en vísperas de ceder su puesto en Bruselas al belga Charles Michel, Tusk aclaró que no aspiraba a la jefatura del Estado polaco.

Trzaskowski, con un currículum fundamentalmente académico, era descrito como un candidato de perfil progresista y cosmopolita (él declaraba hablar cinco idiomas extranjeros, inglés, francés, español, ruso e italiano) que personificaría la Polonia joven, liberal y urbanita, y que en consecuencia suscitaría el rechazo de los electores identificados con los valores patrióticos y apegados a la tradición católica, muchos de ellos habitantes de la Polonia rural. Este electorado votaba fielmente al PiS, el cual había revalidado su mayoría absoluta en las legislativas de octubre de 2019. 

En estos momentos, el partido de Kaczynski, Duda y Morawiecki era imbatible en los comicios al Sejm, así que la PO y sus aliados se aferraron a la posibilidad de extender a la Presidencia de la República la brecha que la posesión de los ayuntamientos de Varsovia, Cracovia, Lodz, Wroclaw, Poznan, Gdansk y otras grandes ciudades ya entrañaba en la supremacía del PiS. Algunos observadores estimaban que si Trzaskowski conseguía forzar la segunda vuelta, entonces podría beneficiarse de un masivo cierre de filas de los votantes del centro y la izquierda para impedir la reelección de Duda. 

El oficialismo intentaba presentar al europeísta Trzaskowski como un peligro para Polonia por sus posturas favorables a la recepción de refugiados e inmigrantes asiáticos o africanos pactada con la UE (si bien el alcalde no ocultaba su escepticismo con el sistema de cuotas nacionales de acogida obligatoria), a la multiculturalidad, al laicismo, a la comunidad LGBT+, a las uniones civiles de personas del mismo sexo (pero sin derecho a la adopción de niños), a la liberalización del aborto y a la fecundación in vitro. Y porque él, como presidente, además de entrañar una "amenaza" para la familia tradicional por sus propios planteamientos, podría ser dócil a ciertas "agendas exteriores" contrarias a la nación polaca. 

Empleando como lemas de campaña Un presidente fuerte, una Polonia unida y el más asertivo Ya basta, Trzaskowski apeló a los polacos a realizar un "cambio" en base a "valores positivos" y una "nueva solidaridad". "Es hora de decir basta al Gobierno que pretende dividirnos. Todos debemos estar juntos. Necesitamos decir basta al odio, a la mentira", afirmó en el arranque de la campaña. 

En el terreno de lo concreto, el candidato propuso aumentar los mínimos de ingresos libres de impuestos, crear un fondo público de inversiones dirigido a las pequeñas ciudades, gastar más en sanidad y educación, desarrollar una red pública de guarderías y jardines de infancia gratuitos, mejorar las pensiones de jubilación y los subsidios a la maternidad, dotar de mayor autonomía financiera a las corporaciones locales y limitar por ley los emolumentos en los consejos de administración de las empresas controladas por el erario del Estado. También, avisó que él vetaría cualquier proyecto de ley para retrasar la edad de jubilación, reforma impopular implementada por el anterior Gobierno de Tusk pero que luego había sido derogada por el PiS.

El rendimiento del alcalde opositor en la elección presidencial de 2020 fue muy vigoroso, aunque no tanto como para doblegar a Duda. En la primera vuelta del 28 de junio Trzaskowski sacó el 30,45% de los votos y quedó a 13 puntos de distancia del mandatario en ejercicio. En el balotaje del 12 de julio, Duda ganó la reelección con el 51,03%. En términos absolutos, la diferencia de votos entre ambos fue de 422.000 papeletas, dato que reflejaba bien el grado de polarización política alcanzado en el país. 

A continuación, la PO presentó ante el Tribunal Supremo una impugnación de las elecciones por presuntas irregularidades. La demanda de nulidad, con el argumento de que el aparato del Estado y la televisión pública habían movilizado sus recursos en favor de Duda, quien oficialmente ya no tenía vínculos con el PiS, presentaba una difícil demostración y no tuvo mayor recorrido. Duda prestó juramento para su segundo y definitivo mandato presidencial de cinco años el 6 de agosto de 2020.

5. Segunda postulación presidencial en 2025 con el respaldo del Gobierno de Donald Tusk

Tras su primera tentativa presidencial, Trzaskowski reanudó la actividad normal de alcalde, siempre teñida de un intenso discurso político de rechazo al Gobierno nacional del PiS. En noviembre de 2020 él y su colega de Budapest, Gergely Karácsony, enviaron al Comité de las Regiones (CDR) de la UE una carta donde acusaban a los gobiernos polaco de Mateusz Morawiecki y húngaro de Viktor Orbán de anteponer sus "intereses egoístas" por sus vetos del fondo de recuperación post-COVID Next Generation EU y de la ampliación extraordinaria de los Presupuestos de la UE para el sexenio 2021-2027, al estar estas partidas y ayudas condicionadas al cumplimiento por los gobiernos destinatarios del mecanismo sobre el Estado de derecho y la independencia judicial. 

Morawiecki y Orbán argüían que invocar el Estado de derecho en la UE para la asignación de los fondos europeos vulneraba la soberanía nacional a la hora de legislar. Ante esta situación de bloqueo, Trzaskowski y Karácsony sugerían al CDR que la Comisión Europea cooperase "directamente" con las regiones y entes locales de los países miembros, puenteando a los gobiernos nacionales si estos ponían obstáculos.

Posteriormente, en julio de 2021, el curso político en Polonia experimentó una novedad de envergadura con el retorno al primer plano político de Donald Tusk, elegido por los suyos para reemplazar a Borys Budka, un presidente orgánico con escaso tirón proselitista. La vuelta del líder fundador del partido y anterior primer ministro supuso todo un revulsivo para la PO y la KO; esta última, además de los liberales centristas de Nowoczesna, incorporaba a la Iniciativa Polaca (IPL, social liberales), Los Verdes (Zieloni) y otros partidos menores. Tusk, secundado por su vicepresidente partidario Trzaskowski, prometía "devolver a la escena europea" a Polonia, pasando página a las políticas "populistas", "antidemocráticas" y "antieuropeas" del PiS, las cuales habían supuesto según él una grave erosión de las libertades civiles y el Estado de derecho.

En las elecciones legislativas del 15 de octubre de 2023 la coalición opositora volvió a quedar segunda tras el PiS, pero los derechistas llegaron desgastados y perdieron la mayoría absoluta con una caída de 41 escaños. La KO, en cambio, ascendió al 30,7% de los votos y los 157 escaños en el Sejm. Durante la campaña, Trzaskowski fue una de las personalidades que encabezaron la llamada "Marcha del millón de corazones", convocada por la oposición para fustigar las políticas ultraconservadoras del Gobierno Morawiecki. El 13 de diciembre siguiente, Tusk reasumió la jefatura del Gobierno polaco al frente de una coalición mayoritaria que sumaba a los bloques Tercera Vía (TD, a su vez compuesto por los centristas moderados Partido Popular Polaco y Polonia 2050) y La Izquierda (Lewica, socialdemócratas). 

En abril de 2024 tocaron las elecciones municipales, que para Trzaskowski supusieron su confirmación como alcalde de Varsovia por otros cinco años con un contundente 57,4% de los votos, un punto más que en 2018. En el conjunto del país, la KO mejoró resultados, pero no arrebató la primacía al erosionado PiS. Esta mudanza sí tuvo lugar poco después, en las elecciones europeas de junio.

En noviembre de 2024 Trzaskowski, con su proyección pública reforzada en virtud de una serie de iniciativas enfocadas en la sociedad civil (el Movimiento Polonia Unida y el Campus Polonia del Futuro, evento juvenil organizado anualmente en la ciudad de Olsztyn), compitió en las primarias de la KO para la definición del candidato que libraría la elección presidencial de mayo de 2025. Con el 74,7% de los votos efectuados por 22.000 afiliados, el alcalde de Varsovia fue escogido sobre Radoslaw Sikorski, un político de peso con mucho bagaje institucional, pues era por segunda vez ministro de Exteriores con Tusk y en las últimas dos décadas había ocupado otros altos cargos en el Gobierno así como servido en el Sejm, el Senado y el Parlamento Europeo.

Trzaskowski registró su candidatura presidencial en marzo de 2025. En las urnas iba a competir no solo contra el hombre apoyado por el PiS, el historiador no afiliado Karol Nawrocki, conocido por sus investigaciones de la oposición anticomunista en Polonia, sino también con los aspirantes presentados por los socios gubernamentales de la KO: el mariscal del Sejm Szymon Holownia, líder de Polonia 2025 y colíder de Tercera Vía, y Magdalena Biejat, senadora procedente de Razem, hasta el año pasado uno de los partidos de la alianza izquierdista Lewica, cuyos otro integrantes, con la Nueva Izquierda (Nowa Lewica) a la cabeza, optaron no obstante por respaldarla.

(Cobertura informativa hasta 19/5/2025).

 

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