Kjell Magne Bondevik

Editado por: Roberto Ortiz de Zárate Arce

Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada el 1/12/2001. El 17/10/2005 Kjell Magne Bondevik, primer ministro de Noruega por segunda vez desde el 19/10/2001 al frente de una coalición minoritaria de conservadores (H), popularcristianos (KrF) y liberales (V), cedió la jefatura del Gobierno al socialdemócrata (Ap) Jens Stoltenberg, quien formó un Gabinete en coalición mayoritaria con socialistas de izquierda (SV) y centristas (Sp). Las elecciones generales del 11-12/9/2005 depararon unos malos resultados a la coalición tripartita de Bondevik, que en conjunto perdió 18 escaños; su partido, el KrF, liderado por Dagfinn Høybråten, perdió la mitad de sus 22 diputados. Bondevik mismo dijo adiós al Parlamento tras 22 años de vida legislativa. En 2006 el antiguo dirigente puso en marcha el Oslo Centre for Peace and Human Rights.


BIOGRAFÍA

Kjell Magne Bondevik, casado y con tres hijos tenidos entre 1972 y 1976, concluyó sus estudios religiosos en la Escuela Noruega MF de Teología, Religión y Sociedad en 1975, y cuatro años después fue ordenado pastor de la Iglesia Luterana dependiente del Estado noruego. Aunque clérigo de la Iglesia de Noruega, Bondevik ha supeditado su magisterio religioso a sus actividades como político profesional, siempre en las filas del Partido Popular Cristiano (Kristelig Folkeparti, KrF), cuya militancia heredó de su padre.

 El KrF surgió en 1933 como una alternativa confesional cristiana, abierta a la militancia interclasista, al Partido Laborista (DNA/Ap), al Partido Conservador (Høyre, "Derecha") y al Partido Campesino (Bp, más tarde Partido de Centro, Sp), que tenían sus implantaciones preferentes en la clase obrera, los profesionales liberales y los agricultores, respectivamente. 

Tras la Segunda Guerra Mundial, el KrF, bajo los liderazgos sucesivos de Nils Lavik, Erling Wikborg, Einar Hareide, Lars Korvald y Kåre Kristiansen, alcanzó una notable proyección nacional y registró un lento pero progresivo crecimiento en las urnas. El partido participó en los gobiernos de coalición de 1963 y 1965-1971, nucleados en torno al Høyre y el Sp, antes de encabezar el Ejecutivo por primera vez durante un año, entre 1972 y 1973, de la mano de Lars Korvald. Este dirigió un Gabinete de coalición minoritaria con el Sp y el Partido Liberal (Venstre, "Izquierda"), que no pudo sostenerse tras los comicios de 1973.

En los gobiernos de los años sesenta, Kjell Bondevik, tío del futuro primer ministro, sirvió como ministro de Asuntos Sociales, de Cultos y de Educación, y su sobrino, no obstante su juventud, lo hizo en el presidido en 1972 por Korvald como secretario de Estado en la Oficina del Primer Ministro, función que simultaneó con las de miembro del Consejo Municipal y de la junta escolar de Nesodden, en la provincia de Akershus. Este salto de Magne Bondevik a la política gubernamental estuvo precedido por la dirección de la rama juvenil del KrF desde 1968, primero como adjunto y a partir de 1970 como presidente, y desde 1969 por la representación de su provincia natal como diputado suplente al Storting o Parlamento.

El Gobierno de coalición de Korvald, constituido tras la dimisión del Ejecutivo laborista de Trygve Bratteli de resultas del triunfo del no en el referéndum de septiembre de 1972 sobre la adhesión del país en la CEE (resultado en las urnas que, por cierto, dio satisfacción a la postura que sobre el particular tenía el KrF, un partido euroescéptico), duró hasta que las elecciones legislativas de septiembre de 1973 devolvieron el mando al Ap. De estos comicios, Bondevik salió convertido en miembro pleno del Storting por Møre og Romsdal, mandato legislativo que fue renovando en todas las elecciones posteriores.

En las décadas de los setenta y ochenta, los popularcristianos noruegos animaron los debates parlamentarios relativos a cuestiones de índole social y con una dimensión moral o religiosa, como la despenalización del aborto o la regulación de las parejas homosexuales, cuyos proyectos de ley combatieron, con bien poco éxito, apelando a la defensa del derecho a la vida, el matrimonio tradicional y la institución familiar. Bondevik tomó parte activa en estos trabajos legislativos como miembro del Comité Permanente sobre Cultos y Educación, hasta 1977, cuando pasó al Comité Permanente de Finanzas. En 1975 fue elegido vicepresidente político del partido bajo el liderazgo de Kåre Kristiansen, y tras las elecciones de septiembre de 1981 se convirtió en jefe del grupo parlamentario.

Aquellas votaciones otorgaron la mayoría absoluta al cuarteto de partidos del centro-derecha, los conservadores, los popularcristianos, los centristas y los liberales, que los laboristas metían en el saco de "burgueses", no obstante sus diferencias ideológicas. Sin embargo, las negociaciones entre el Høyre y el KrF fracasaron al condicionar este último su entrada en una coalición de gobierno a la reforma de la ley que en 1978, durante el Gobierno laborista de Odvar Nordli, había despenalizado el aborto en las 12 primeras semanas de embarazo. En consecuencia, el líder conservador, Kåre Willoch, formó el 14 de octubre un Gabinete en solitario, si bien Willoch alcanzó una mayoría parlamentaria con el respaldo externo del KrF y el Sp.

Líder del KrF y primer ministro de Noruega

En la convención nacional del 15 al 17 de abril de 1983 Bondevik fue elegido presidente del partido en sustitución de Kristiansen. De inmediato, quien seguía siendo pastor luterano flexibilizó su postura antiabortista. El 8 de junio los popularcristianos retornaron al Ejecutivo —a la vez que el Sp, de manera que el Gabinete Willoch pasó a ser tripartito y de mayoría— y su nuevo jefe estrenó su primera cartera ministerial, la de Cultos y Educación, la misma que portara su tío tocayo dos décadas atrás.

En las elecciones del 8 y 9 de septiembre de 1985 el KrF se consolidó como la tercera fuerza política del país, tras laboristas y conservadores, con el 8,3% de los votos y 16 escaños. El tripartito gobernante perdió la mayoría absoluta, pero el 4 de octubre Willoch pudo reeditar el Gobierno confiado en el respaldo de los dos escaños del derechista Partido del Progreso (FrP) de Carl Hagen. El KrF ganó relieve al adquirir Bondevik la condición de viceprimer ministro, además del Ministerio de Cultos y Educación. No obstante, el 2 de mayo de 1986 Willoch se vio obligado a dimitir tras rechazar el Storting su plan de austeridad económica, del que se desmarcó el FrP, y perder una moción de censura. Entonces, la laborista Gro Harlem Brundtland, ya primera ministra brevemente en 1981, recibió el encargo de formar un Gobierno alternativo, que hizo efectivo el 9 de mayo.

Diputado nuevamente de la oposición, Bondevik retornó a la jefatura del grupo parlamentario de su partido y se integró en el Comité del Storting sobre Política Exterior. Así fue hasta el 16 de octubre de 1989, fecha en que el Høyre, el KrF y el Sp, de resultas de los comicios el 10 y el 11 de septiembre, forjaron un Gabinete de minoría presidido por el líder de los conservadores, Jan Peder Syse. En esta ocasión, Bondevik tomó el Ministerio de Asuntos Exteriores y los popularcristianos, que habían perdido dos diputados y caído de la tercera a la quinta posición parlamentaria, se hicieron con cinco carteras en total.

De nuevo, el Gobierno tripartito no terminó la legislatura, ahora al plantearse diferencias insuperables entre los conservadores, abiertamente europeístas, y los centristas, adalides del no a Bruselas y refractarios a la integración de Noruega en el Espacio Económico Europeo (EEE). El KrF se situó inciertamente entre las dos posturas. Personalmente, Bondevik era partidario de estrechar la cooperación con las instituciones comunitarias sin llegar al, varias veces planteado y otras tantas descartado, ingreso pleno en la CEE; pero los reacios a la inserción en los ámbitos comunitarios eran mayoría en los órganos dirigentes del partido. 

Bondevik veía ventajas objetivas para Noruega dentro del EEE, entonces en fase de negociación, que debía integrar a los países de la CEE y los de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC o EFTA) en un mercado interior único con libre circulación de mercancías, servicios, capitales y personas, pero sin unión aduanera. Las aprensiones que la cuestión europea suscitaba en el seno del KrF estaban ligadas a una defensa celosa de los logros del Estado del bienestar y de determinadas regulaciones en diversos ámbitos, aunque, con todo, eran menos marcadas que las exhibidas por el Sp, comprometido con el mantenimiento de la agricultura subsidiada.

Tras el portazo del Sp, Bondevik rechazó la propuesta de Syse de continuar con una coalición solo bipartita, tal que el primer ministro presentó la dimisión el 29 de octubre de 1990, poniendo en bandeja a la laborista Brundtland la formación del que iba a ser su tercer Gobierno. Hasta el final de la legislatura, Bondevik trabajó en el Comité parlamentario de Asuntos de Defensa. En las elecciones del 12 y 13 de septiembre de 1993 el KrF experimentó un ligero descenso con el 7,9% de los sufragios y los 13 escaños. En la oposición a los laboristas, Bondevik lideró la bancada popularcristiana y figuró en el Comité Permanente de Asuntos Exteriores y Constitucionales.

Libre de responsabilidades de gobierno, el KrF abrazó sin disimulos la postura euroescéptica, e hizo un frente común con el Sp y el FrP con motivo del referéndum del 28 de noviembre de 1994, cuyo resultado adverso convirtió en papel mojado el Tratado de Adhesión a la UE firmado por Brundtland el 24 de junio anterior y retiró de la agenda política la cuestión europea por tiempo indefinido. En la convención nacional del 22 y 23 de abril de 1995 Bondevik traspasó la presidencia del KrF a Valgerd Haugland. Su reemplazo por una mujer puso fin a un bastión de la masculinidad entre los partidos tradicionales, toda vez que Noruega se había convertido en el país europeo con más presencia femenina en las instituciones y organizaciones políticas.

Las elecciones del 15 de septiembre de 1997 marcaron un hito en la historia del KrF, que con el 13,7% de los votos y 25 escaños desbancó al Høyre y al Sp como la primera fuerza del sector burgués, mientras que el Ap revalidó su habitual primacía. Puesto que no alcanzó la marca del 36,9% de los votos que se había fijado, el primer ministro saliente, Thorbjørn Jagland (sustituto de Brundtland al frente del Ap en 1992 y del Gobierno en 1996), traspasó la responsabilidad de formar el próximo Ejecutivo al arco opositor del centro-derecha. La fórmula habitual de popularcristianos, conservadores y centristas sumaba ahora 59 escaños, lejos de la mayoría absoluta, pero ello no habría sido óbice para formar un Gobierno tripartito recostado en apoyos externos, como en las ocasiones anteriores

 El KrF obtuvo dos escaños más que el Høyre y correspondió a Bondevik el intento de formar gobierno; el pujante FrP de Carl Hagen se encaramó a la segunda posición, pero nadie deseaba asociarse en firme con esta fuerza populista partidaria de cerrar las puertas a la inmigración. Fracasadas las negociaciones con los conservadores de Jan Petersen, Bondevik alcanzó un acuerdo con el Sp de Anne Enger Lahnstein y el pequeño Venstre de Lars Sponheim, es decir, la misma fórmula a tres de 1972-1973 con Lars Korvald.

El 17 de octubre de 1997 el rey Harald V tramitó el nombramiento formal y Bondevik tomó posesión al frente del Ejecutivo con el más débil respaldo parlamentario de los últimos años, tan solo 42 diputados. La ausencia del Høyre (era la primera vez que no gobernaban laboristas o conservadores desde 1973) aparejó a este Gabinete el remoquete de "euroescéptico", estando claro que sus dos principales integrantes no iban a reabrir el debate sobre la adhesión a la UE. De todas maneras, tanto el Høyre como el FrP accedieron a brindar apoyo externo.

El Gobierno de Bondevik heredó una coyuntura económica bonancible, que descansaba en la lucrativa industria de los hidrocarburos: en 1997 Noruega era el sexto exportador mundial de petróleo y el primero no miembro de la OPEP. La renta petrolera, unida a la contención del gasto social bajo los gobiernos laboristas, había permitido el superávit de las transacciones públicas; la inflación estaba controlada en torno al 2% y el paro se mantenía por debajo del 4%. Así, el primer ministro encontró margen para gastar en la protección medioambiental, el desarrollo regional, el sistema de pensiones y la subvención de las familias, en especial las monoparentales.

Sin embargo, en 1998, el descenso de los precios del petróleo y la consiguiente caída en los ingresos fiscales del Estado crearon tales dificultades para cerrar el presupuesto que a Bondevik le sobrevino una depresión nerviosa y hubo de tomarse una baja temporal "por exceso de trabajo". El 30 de agosto la viceprimera ministra Lahnstein se hizo cargo de sus funciones y el 23 de septiembre, ya recuperado, Bondevik terminó esta vacancia, por lo demás insólita en las democracias occidentales. Los presupuestos salieron adelante después de todo con el apoyo de conservadores y progresistas, a cambio de un reajuste para aumentar los recortes. Los riesgos de recalentamiento de la economía aconsejaron a Bondevik frenar las inversiones públicas a costa del Fondo del Petróleo y elevar los tipos de interés, de suerte que 1999 cerró con una tasa de crecimiento del 0,8% del PIB. La escalada en el precio del crudo desde comienzos de 1999 contribuyó a disipar los problemas fiscales del Gobierno

En política exterior, Bondevik se afanó en fomentar la cooperación económica nórdica con daneses, finlandeses y suecos para compensar el relativo aislamiento derivado de su autoexclusión de la UE, pero el peso del discurso de laboristas y conservadores en el Storting reactivó las discusiones en torno a las modalidades de aproximación a la organización europea. Sobre este particular, uno de los últimos jalones había sido la adopción, decidida y ultimada por los gobiernos laboristas, del Acuerdo de Schengen sobre la abolición de los controles de personas y mercancías en las fronteras comunes.

Al comenzar 2000, la cuestión que más controversia generaba era el modelo de producción energética. En la línea conservacionista que caracterizaba a su partido, Bondevik se oponía a la construcción de centrales térmicas de gas para la generación de electricidad debido a los riesgos del aumento de emisiones de dióxido de carbono, y recomendaba buscar una solución menos contaminante. Sobre el argumento pivotaba la promesa de cumplir con el compromiso adquirido por Noruega en la Conferencia de Kyoto de 1997 de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 23% para el año 2010. El Ap abanderaba la construcción de esas centrales alegando que Noruega debía aligerar su dependencia energética exterior, y minimizó su impacto medioambiental por la tecnología que iba a emplearse.

La propuesta gubernamental de mantener las exigencias de la Ley de Control de la Contaminación, que bloqueaban la construcción de centrales térmicas, se sometió a la confianza del Storting el 9 de marzo y Bondevik, pese a que tenía todas las de perder, ligó la continuidad del Ejecutivo al resultado de la votación. En efecto, el Gobierno fue derrotado por la suma de los votos de laboristas y conservadores; Bondevik presentó la dimisión al día siguiente y el número dos del laborismo, Jens Stoltenberg, emprendió la formación de un Gobierno alternativo, monocolor y de minoría, el cual tomó posesión el 17 de marzo.

Con la normalidad característica del sistema parlamentario noruego, el líder democristiano, que habitualmente había ostentando puestos cimeros en las encuestas de valoración, volvió a la jefatura de su grupo de diputados a la espera de que las próximas elecciones generales le devolvieran al poder. El Gobierno minoritario de Stoltenberg discurrió sin pena ni gloria, con una situación económica positiva pero en medio de un descontento creciente del electorado por la supeditación de las inversiones sociales a las políticas antiinflacionistas y de equilibrio financiero pero sin reducir la presión fiscal, entre las más elevadas de Europa.

En las elecciones del 9 y 10 de septiembre de 2001 el Ap experimentó un reflujo histórico, aunque preservó su primer puesto tradicional, el Høyre se recuperó espectacularmente y el KrF descendió sensiblemente, al 12,4% de los votos y los 22 escaños, siendo superado de nuevo por el FrP y de paso por la Izquierda Socialista (SV) de Kristin Halvorsen. Los resultados concedieron al centro-derecha el turno para formar el nuevo Gobierno, si bien sin mayoría absoluta, y en su seno hubo un consenso sobre que la figura más idónea para encabezarlo, a pesar de no representar al partido más votado, era el honesto y experimentado Bondevik. El KrF cerró un programa con el Høyre de Jan Petersen y el Venstre de Lars Sponheim, y el 19 de octubre Bondevik alineó un Gabinete en el que su partido se reservaba cinco ministerios; el de Finanzas recayó en el conservador Per-Kristian Foss, homosexual declarado. 

La coalición tripartita posee una mayoría simple de 62 diputados, pero el FrP del veterano Carl Hagen le ha ofrecido el apoyo de sus 26 legisladores al considerar que el plan del Gobierno se alinea con varios de sus postulados. El plan de acción de Bondevik contempla vigorosos recortes tributarios, la reparación del Estado del bienestar recurriendo a los excedentes del petróleo y nuevas privatizaciones en el sector público.

El primer ministro noruego es autor del ensayo de 1995 (título traducido al español) La tercera alternativa: política democristiana en Noruega, y ha sido miembro de la junta del Comité Atlántico Noruego.

(Cobertura informativa hasta 1/12/2001). 

 

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