La UE busca ser una potencia geopolítica pero sigue apartada sobre Ucrania y voluntariamente al margen en Gaza

La vieja Europa sigue siendo un actor secundario en las negociaciones más relevantes del momento: no está invitado a la posible cumbre sobre el futuro de Ucrania en Turquía. Y se ha mantenido clamorosamente al margen de la guerra de Gaza, uno de los episodios más oscuros de este siglo, en palabras del presidente español, Pedro Sánchez. “A pesar del discurso sobre una Europa geopolítica, la realidad es que la UE está profundamente dividida sobre Rusia y el futuro de Ucrania, y sobre qué hacer en Oriente Próximo o incluso en el Sahel o cómo relacionarse con Estados Unidos”, opina en conversación con EL PERIÓDICO Carme Colomina, investigadora principal del centro de pensamiento CIDOB. “En las dos grandes crisis, de Ucrania y Gaza, la Unión Europea está actuando por debajo de sus capacidades y de su potencial. El problema es que la UE está en un momento de refundación, de replantear su política exterior, pero no puede hacerlo sin saber qué quiere ser como Unión”, opina Colomina. “Hasta ahora, esa política exterior se basaba en tres elementos esenciales europeos: los valores, el multilateralismo y la relación trasatlántica. Los tres están en entredicho: el multilateralismo porque hay una crisis de la gobernanza internacional; la relación trasatlántica porque el aliado internacional de la UE, Estados Unidos, está en modo beligerante. Y los valores, porque están cuestionados internamente, entre otras cosas por la agenda de la extrema derecha.” 

 

Acceder a la información