¿La guerra comercial cambiará dónde se fabrican tus zapatos? Los escenarios que dibuja la nueva globalización

En la primera andanada de impuestos a las importaciones decretada por Trump, países como Camboya, Laos o Vietnam recibieron tasas de entre el 46 y el 49%. Desde la primera guerra comercial a finales de la década pasada y la pandemia, ha habido un proceso de "desacoplamiento" ("derisking" en inglés) procedente de China hacia estos países, que se han convertido en nuevas fábricas a las que exportar hacia Norteamérica. "Vietnam, por ejemplo, se ha beneficiado de procesos de deslocalización (tanto de empresas estadounidenses como chinas, taiwanesas, surcoreanas o japonesas) a medida que se han encarecido los costes de producción en China", indica Inés Arco, investigadora especializada en Asia Oriental y política china en el Barcelona Centre For International Affairs (CIDOB). El impacto de la guerra comercial en estos países augura ser relevante. "Es posible que veamos cómo diferentes países, según sus capacidades, especialización y retos internos, traten de posicionarse como polos manufactureros sectoriales", indica Arco. 

 

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