Europa invierte en defensa sin claridad estratégica

Con el regreso de Trump, una defensa europea autónoma es una necesidad, no una opción. Domènec Ruiz Devesa, investigador sénior del CIDOB y exeurodiputado, analiza las profundas carencias de capacidad, la ineficiencia del gasto actual por la fragmentación y la miríada de iniciativas inconexas, urgiendo a una estrategia clara y voluntad política basada en los Tratados de la UE: “El problema no es solo de presupuesto, sino de arquitectura institucional y, sobre todo, de voluntad política”, escribe Ruiz Devesa. “Avanzar hacia una defensa común requiere tres cosas: claridad estratégica, voluntad política y legitimidad democrática. Ninguna de las propuestas actuales incluye estos tres pilares. Sin una visión común de a dónde se quiere llegar, las iniciativas técnicas serán ineficaces. Sin un anclaje claro en los Tratados, cualquier cooperación ad hoc será frágil y reversible, y la UE no será el actor de referencia. Y sin una dimensión política europea, la defensa común carecerá de legitimidad ante los ciudadanos.” 

 

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