Prediciendo lo impredecible: el viaje político de Fred Halliday
Abandonar ideas preconcebidas fue el eje intelectual del profesor Fred Halliday, experto en el mundo árabe. Su conocimiento histórico y perspicacia política se recogen en esta colección de ensayos.La prematura desaparición del profesor Fred Halliday ha sido una mala noticia. Como gran conocedor de las relaciones internacionales, especializado en el mundo árabe e islámico, un mundo que está sufriendo una serie de transformaciones inesperadas, Halliday hubiera sido de gran utilidad para ayudarnos a comprender mejor la intensidad y dirección de los fuertes vientos de cambio que están barriendo la región. Es el momento adecuado para reestructurar nuestras mentalidades, claramente obsoletas, y leer a Halliday es un ejercicio estimulante para avanzar en esa dirección.
Abandonar ideas preconcebidas fue el eje intelectual del profesor Fred Halliday, experto en el mundo árabe. Su conocimiento histórico y perspicacia política se recogen en esta colección de ensayos. Francesc Badia i Dalmases, Gerente de CIDOB, reseña esta recopilación de ensayos Political journeys. The open Democracy Essays, de Fred Halliday. La prematura desaparición del profesor Fred Halliday ha sido una mala noticia. Como gran conocedor de las relaciones internacionales, especializado en el mundo árabe e islámico, un mundo que está sufriendo una serie de transformaciones inesperadas, Halliday hubiera sido de gran utilidad para ayudarnos a comprender mejor la intensidad y dirección de los fuertes vientos de cambio que están barriendo la región. Es el momento adecuado para reestructurar nuestras mentalidades, claramente obsoletas, y leer a Halliday es un ejercicio estimulante para avanzar en esa dirección. Los paradigmas que usábamos para comprender la realidad de esa parte del mundo se han visto manifiestamente desfasados al no permitirnos anticipar, ni captar con nitidez, la verdadera dimensión y profundidad de los cambios que están teniendo lugar.
Los acontecimientos, y solo los acontecimientos, nos obligan a reactualizar nuestras opiniones. Political journeys, colección de ensayos de Halliday, se convierte así en una herramienta útil y oportuna para este ejercicio, tan obligatorio como urgente. Su concepto de “gran crisis asiática occidental”, que como modelo analítico puede ser extendido a los países del Magreb, ayuda a llevar a cabo una ineludible tarea, basada en la idea de que existe una interconectividad extraordinariamente compleja y profunda entre los sistemas políticos y culturales que gobiernan la región. Political journeys presenta una rara combinación de conocimiento histórico y reflexiones políticas y morales.
Originalmente publicados entre principios de 2004 y finales de 2009 en open Democracy (altavoz británico de destacados analistas políticos pertenecientes a la otrora influyente izquierda europea), la compilación de 58 escritos de Halliday resulta de particular interés a la luz de lo sucedido en el último año en el mundo árabe .El autor, quien ya había predicho la obsolescencia política, ideológica y económica occidental, urge a transformar el pensamiento y abandonar ideas preconcebidas. Según Halliday, para ser honesto y consecuente con los valores que define como los de su tribu (los descendientes de la racionalidad ilustrada, tal como se refiere a ella), uno tiene que asumir la naturaleza evolutiva del panorama internacional: el análisis adecuado para el mundo bipolar de la posguerra mundial no resultó útil para el mundo unipolar de la posguerra fría, que a su vez quedó anticuado para entender el mundo multipolar afianzado tras el 11-S. Es más, ahora que está comenzando el día después de la “guerra contra el terror”, es necesario poner en pie un marco analítico renovado y, para esta labor, los lúcidos planteamientos de Halliday en política internacional son indispensables.
Como politólogo, Halliday dedicó su vida a tratar de entender el complejo tejido del sistema internacional, focalizado en una parte del mundo particularmente convulsa desde finales de la posguerra fría y, sobre todo, a consecuencia de los atentados de las Torres Gemelas: esa amplia región que se extiende desde las fronteras orientales de Pakistán y Afganistán hasta las costas atlánticas del Sahara y Mauritania. Halliday murió en abril de 2010, a la edad de 64 años, en Barcelona, donde colaboraba con CIDOB y con el Instituto Barcelona de Estudios Internacionales, IBEI). En los últimos años de su productiva carrera académica, edificó una elaborada visión del mundo, una weltanshaung del universo musulmán, que le permitió alumbrarnos con la lógica subyacente a los a menudo opacos y violentos acontecimientos de la región. Además de ser un respetado académico, Halliday resulta atractivo por su extraordinaria perspicacia política que alimentaba con información de primera mano adquirida sobre el terreno. Gracias a sus largos viajes por el mundo musulmán, a su conocimiento del árabe y a su gran dominio del farsi, su razón intelectual permanecía altamente sintonizada con la realidad local.Su trabajo como lector en algunas de las más prominentes universidades de la región y sus entrevistas o alternativamente –como le gustaba contar– largas comidas con relevantes figuras de la escena política e intelectual, contribuyeron a afinar la precisión de su análisis. A ello debe añadirse un intenso compromiso personal e intelectual con el pensamiento crítico en relaciones internacionales. Este pensamiento en el mundo árabe-musulmán implica desmantelar la persistente ignorancia y la intolerancia imperante, muchas veces teñidas ambas de arrogancia, prejuicios y, a menudo, racismo. Su defensa del islam político, frente a la atmósfera general de “islamofobia” y al violento radicalismo fundamentalista de Al Qaeda, dominantes después del 11-S, no fue siempre bien recibido por el establishment político y académico hegemónico en Occidente.
La corrección política no estaba en el menú de Halliday. Por mencionar solo un ejemplo, aparecido recientemente en los medios de comunicación, fue el único miembro de la London School of Economics que censuró abiertamente la fraudulenta financiación por parte de Saif al-Islam Gadafi, hijo del líder libio, de esta prestigiosa institución académica, donde Halliday ejerció como profesor durante años. A lo largo de 350 intensas páginas de pensamiento y análisis, Halliday invita al lector a un viaje fascinante. Propone un paseo intelectual, que empieza en Irlanda y acaba en Barcelona, en un pasaje a veces erudito y siempre estimulante que nos lleva desde La Habana prerrevolucionaria al Teherán pos-Jomeini, desde el Kabul talibán a Nueva York tras el ataque a las Torres Gemelas. La variedad de temas tratados envuelve al lector en la amplitud del paisaje que Halliday tenía en la cabeza, un panorama que su editor en open Democracy, David Hayes, organizó en siete capítulos: “Puntos de partida (desde los orígenes del comunismo al feminismo en Oriente Medio)”; “Sombras de la guerra fría”; “Desafíos de Oriente Medio”; “Irán: revolución en una gran nación”; “Violencia y política”; “Agenda profana: política y lucro en las tierras del islam”; y “Universalismo puesto en peligro”.
A lo largo de su carrera académica, Halliday se centró en dos aspectos cruciales de las relaciones internacionales: el imperialismo y las revoluciones. Y lo hizo defendiendo los valores de la integridad intelectual, el secularismo, el cosmopolitismo y la solidaridad. Su pensamiento político estaba en evolución constante y su profundo conocimiento del contexto histórico lo hacía sagaz en el entendimiento de la naturaleza cambiante de las sociedades.Los regímenes políticos son criaturas dinámicas y pueden –y deben, siguiendo a Halliday– ser influidos por la voluntad de las poblaciones. Puede que el potencial transformador de la voluntad popular frente al poder autocrático sea la principal lección del legado del profesor. Su desaparición nos priva de una de las voces más autorizadas; una voz extremadamente útil tanto por la lucidez de sus análisis como por su testimonio directo de los turbulentos años de las crisis árabes y de sus revoluciones contemporáneas.El capítulo 4 es muy recomendable en el contexto actual, al reflexionar sobre las masivas manifestaciones en Irán tras las elecciones presidenciales del 11 de junio de 2009. Halliday escribe: “Al igual que los movimientos de masas que desafiaron el comunismo, eran parte de una ‘revolución para ponerse al día’, como Habermas la definiera en 1989, una revolución que se hacía para pertenecer al mundo moderno y que su país pasara a formar parte de él con pleno derecho y de modo colaborativo. Su principal grito era al mismo tiempo contemporáneo y evocador de la revolución constitucional de 1906: ‘¡Muerte al dictador!’. (…) proclama un amplio cambio en las libertades: de expresión, de comportamiento social, de los medios de comunicación”.Estoy seguro de que a Halliday le hubiera entusiasmado ver los cambios que se están produciendo en Túnez y Egipto, y cómo se están abriendo paso de un modo esperanzador e inexorable en otras partes de su múltiple y amada “gran Asia occidental”. El viaje político de Fred Halliday no pudo quizá predecir lo impredecible, pero nos ayuda a entenderlo mejor.>> Reseña publicada en la revista Estudios de Política Exterior, 144>> Saqui Books. Londres, 2011. 350 págs. 14,99 libras.