La política exterior española al término de la VIII legislatura: balance y perspectivas
“Kosovo es una patata caliente para el próximo Gobierno” Lo dijo la directora del Observatorio de Política Exterior Europea (OBS), Esther Barbé. Y es que la posición española en el tema de Kosovo animó el debate entre los analistas invitados para examinar el balance de la política exterior durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
“Kosovo es una patata caliente para el próximo Gobierno” Lo dijo la directora del Observatorio de Política Exterior Europea (OBS), Esther Barbé. Y es que la posición española en el tema de Kosovo animó el debate entre los analistas invitados para examinar el balance de la política exterior durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Darío Valcárcel, director de la revista Política Exterior, justificó que España se alinee con Rusia “no por razones internas sino por tratarse de una violación escandalosa de la legalidad internacional”; y Nicolás Sartorius, director del Observatorio de Política Exterior de la Fundación Alternativas (OPEX), afirmó que “Kosovo es un asunto resuelto al dictado de Estados Unidos, que tiene una importante base militar y supone un peligroso precedente”. A la hora de hacer balance de la política exterior del Gobierno Zapatero, los tres analistas reconocieron la trascendencia del giro espectacular respecto a la etapa del ex presidente Aznar. De este modo, Sartorius defendió el alejamiento del “atlantismo del PP y la defensa de la legalidad internacional por encima de todo”. Se criticó, en cambio, la permisividad española con respecto a la dictadura de Guinea Ecuatorial. “ Zapatero esperaba un mundo sin Bush y con Constitución Europea y se encontró lo contrario”, sentenció la catedrática Esther Barbé. En este contexto, Darío Valcárcel elogió al ministro Moratinos y al secretario de Estado, Bernardino León, “por su trabajo constante, silencioso y ejemplar”.
La mesa redonda organizada por la Fundación CIDOB analizó también los ejes tradicionales de la política exterior española: Europa, el Mediterráneo y América latina. Barbé destacó que el Gobierno socialista permitió participar a las comunidades autónomas en la formulación de la política europea y enarboló la bandera del “regreso a Europa”. Además, “España logró proyectar sus intereses a Europa en relación con la inmigración”, en cambio la política española ha carecido de una estrategia hacia el Este. Sartorius criticó “la falta de iniciativa en el Proceso de Barcelona”. Y aunque las relaciones con América Latina mejoraron, no se emprendieron, a juicio del mismo analista, “ningún proyecto ambicioso a escala política y económica”. En cuanto a Asia, España aún mantiene un perfil bajo y condicionado a nuestra posición en la Unión Europea, según Sartorius. De cara a la próxima legislatura, los analistas coincidieron en la falta de dotación para la acción exterior de España; Sartorius reclamó que la política exterior fuera el eje de la nueva legislatura, y sentenció que “el mito del consenso en política exterior ha terminado”.