Un Mediterráneo estable y democrático: el horizonte estratégico de España

Para el Secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, el horizonte estratégico de España depende de si los países del sur del Mediterráneo pueden avanzar hacia mayores niveles de estabilidad y democracia y, a través de ello, convertirse en sociedades prósperas. De lo contrario, los riesgos para España se multiplicarán.

Para el Secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, el horizonte estratégico de España depende de si los países del sur del Mediterráneo pueden avanzar hacia mayores niveles de estabilidad y democracia y, a través de ello, convertirse en sociedades prósperas. De lo contrario, los riesgos para España se multiplicarán.Con esta afirmación inició su presentación en CIDOB, en el marco de un Desayuno Europeo organizado el 10 de diciembre con el Consell Català del Moviment Europeu. Según de Benito, la política hacia el Mediterráneo es un buen ejemplo de una tradición diplomática que se perpetúa con independencia del color político de los gobiernos, que es una de las principales prioridades de la política exterior española y en la que se concreta la apuesta del gobierno por la diplomacia económica, por la promoción de los derechos humanos y por aumentar la seguridad de los españoles.

En su presentación destacó tres cuestiones centrales para la agenda mediterráneo: la primavera árabe, sobre la que destacó la necesidad de entablar diálogo con las fuerzas islamistas; el proceso de paz en Oriente Medio, señalando que el apoyo de España al estatus de estado observador de Palestina era un respaldo exigente a las autoridades palestinas y especialmente a sus líderes más moderados; y, finalmente, la integración regional, en la que España valora enormemente el trabajo realizado por el Banco Europeo de Inversiones y la Unión por el Mediterráneo. En este ámbito también destacó que España está luchando para aumentar el compromiso financiero de la Unión Europea con el Mediterráneo en la negociación de las próximas perspectivas financieras.

En el debate con los participantes, se volvió a abordar la cuestión del reconocimiento de Palestina en la ONU. De Benito afirmó que el escenario de una abstención por parte de todos los países europeos no habría dejado a la Unión Europea en un buen lugar y que habría debilitado políticamente a la UE a la hora de intentar relanzar el proceso de paz. Preguntado sobre la necesidad de diálogo con Hamas, el Secretario de Estado informó que personas cercanas a Hamas acuden a foros de diálogo en los que también están presentes representantes españoles. Unos foros en los que se intenta mejorar los canales de comunicación entre los países europeos y fuerzas islamistas.

Sobre el Sahara Occidental, de Benito afirmó que la parálisis en este ámbito supone una frustración para España. Se le preguntó si España apoyaría un reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como estado observador en Naciones Unidas, siguiendo el modelo palestino. Para de Benito, los dos casos no son comparables y afirmó que en el caso de Palestina, España confía que este paso ayude a reiniciar las negociaciones, con lo que implícitamente sugirió que una votación sobre la RASD no contribuiría a resolver el conflicto.Sobre Marruecos señaló el excelente nivel de las relaciones bilaterales y la capacidad para superar escollos como la llegada de inmigrantes irregulares a la Isla de Tierra. Para el Secretario de Estado, la calidad e intensidad de las relaciones con Marruecos supone una de las grandes satisfacciones de la política exterior de España del año 2012. En el debate también se abordó la cuestión migratoria, para señalar que el tema era menos central que en años anteriores por el descenso de los flujos de inmigrantes irregulares, y la polémica Alianza de Civilizaciones. Según de Benito, España ha apoyado y sigue apoyando esta iniciativa pero no puede permitirse cubrir una parte tan importante de su presupuesto como en años anteriores.