“Horizon EU”: “Reconquistar a los ciudadanos, ¿una misión imposible para la UE?”

El pasado viernes 10 de octubre, CIDOB acogió la presentación de los resultados del estudio Horizon EU, coordinado por NotreEurope – Jacques DelorsInstitute, con el apoyo del programa EuropeforCitizens, cuyo doble objetivo ha sido analizar la opinión ciudadana respecto a los aspectos clave de la Unión Europea y familiarizar a los ciudadanos con los medios y los mecanismos que garantizan su participación en Europa, adoptando un enfoque “de abajo hacia arriba”.

El pasado viernes 10 de octubre, CIDOB acogió la presentación de los resultados del estudio Horizon EU, coordinado por NotreEurope – Jacques DelorsInstitute, con el apoyo del programa EuropeforCitizens, cuyo doble objetivo ha sido analizar la opinión ciudadana respecto a los aspectos clave de la Unión Europea y familiarizar a los ciudadanos con los medios y los mecanismos que garantizan su participación en Europa, adoptando un enfoque “de abajo hacia arriba”.

El acto coordinado por Elina Viilup, investigadora principal de CIDOB, y moderado por Jordi Bacaria y Anna Estrada, director y coordinadora ejecutiva de CIDOB respectivamente, contó con la presencia de FerranTarradellas, director de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona; Teresa Astolfi, asesora del Secretario de Estado para la UE; Lluís Caelles, periodista de TV3, y Dídac Gutiérrez-Peris, miembro de ccEuropa. Asimismo, dos de los ciudadanos que participaron en el estudio desde su fase inicial se unieron al acto para compartir su experiencia en primera persona. Éstas fueron las principales cuestiones en torno a las cuales se planteó el debate inicial: · ¿Están los ciudadanos desilusionados con la idea de integración europea? ¿Con la manera en qué funciona la Unión Europea? ¿O estamos ante una desafección general hacia el sistema político? · 

La mayoría de ciudadanos de la UE dice estar mal informado acerca de la Unión Europea pero también admiten desinterés y apatía, ¿cómo pueden las instituciones europea s ser más atractivas para sus ciudadanos? · En los países del sur de la Unión Europea se ha establecido un sentimiento de amargura hacia la UE y sus ciudadanos se inclinan a pensar que no tienen acceso a las decisiones ni posibilidad de ejercer influencia sobre ellas.En primer lugar, se apuntó que las percepciones de los ciudadanos son nacionales y, en consecuencia, sus críticas también se expresan en clave nacional. En este sentido, se puso de manifiesto la necesidad de llevar a cabo una profunda reflexión sobre la falta de una percepción europea. Tan sólo en la sección “sobre qué temas les gustaría tener más información”, los ciudadanos encuentran un hilo conductor y éste tiene que ver con dos cuestiones estructurales que la UE no ha resuelto: · La reciprocidad: ¿Por qué ellos sí y yo no? ¿Cuánto le cuesta al ciudadano la participación en Europa? ¿Por qué los eurodiputados no defienden exclusivamente los intereses de su país? · La legitimidad: ¿Por qué se salva a los bancos y no a las personas? ¿Qué hacen y cuánto cobran los funcionarios en Europa?Sería necesario analizar si estas cuestiones hacen referencia a un problema comunicativo o a un problema constitucional. Por otra parte, la gente siente que puede cambiar los gobiernos pero no puede cambiar las políticas.

 A pesar del gran avance que han supuesto los Spitzenkandidaten en las últimas elecciones europeas –y que han hecho que los ciudadanos sientan que su voto cuenta en Europa– las instituciones deberían reconocer que tienen un problema y no limitarse a esperar a que el clima les sea más favorable. En cuanto a las recomendaciones expresadas por la ciudadanía, algunas de las propuestas mejor valoradas son las relativas a poder reunirse con los eurodiputados, un mejor servicio de información sobre el funcionamiento y las políticas de la UE (que incluya oficina, web y servicio de respuesta rápida vía teléfono, correo o e-mail) o un servicio interactivo que use Internet y las redes sociales para recoger de forma permanente las críticas, los deseos y las opiniones de la ciudadanía sobre la dirección que toma la UE. Sin embargo, sorprende descubrir que muchas de estas sugerencias reclamadas por la ciudadanía ya existen y están a su disposición: el número único de EuropeDirect, público y gratuito (0 800 67 89 10 11), el canal de TV 24 horas (Euronews), el canal de TV intercultural (ARTE) o las encuestas a nivel europeo (Eurobarómetro).Otro factor a tener en cuenta de cara a mejorar el diálogo y la interacción entre ciudadanía e instituciones europeas es el de la regularidad digital: los ciudadanos europeos coinciden en que quieren ser consultados de forma regular y, si tienen que escoger, escogen hacerlo online. Sólo con la regularidad se gana credibilidad y no acudiendo a la ciudadanía únicamente en momentos puntuales. No obstante, y a pesar de todas las críticas, es cierto que existen motivos para el optimismo puesto que la corriente de fondo sigue siendo 'paz', 'prosperidad' y 'progreso' cuando se pregunta a los ciudadanos acerca de la Unión Europea. Asimismo, el porcentaje de europeos que siente que su voz cuenta en Europa ha pasado del 29% a cerca del 50% en un año (un año que, como ya hemos dicho, ha estado marcado por la presencia de los primeros candidatos a presidir el Parlamento Europeo), dato que reafirma la idea de que Europa necesita una nueva narrativa capaz de explicar con seguridad hacia dónde estamos avanzando.