Cuba en tiempos de cambios

En la conferencia del pasado 22 de marzo, a cargo de Carlos Alzugaray, profesor de la Universidad de La Habana, se analizó el proceso paulatino de cambios económicos y sociales que se está produciendo en Cuba desde hace un tiempo, que también está afectando a las prioridades de su política exterior. En su análisis Alzugaray presentó una evolución histórica de la situación cubana en las últimas décadas hasta confluir en el punto crítico del momento actual y los grandes desafíos que se tienen que afrontar.

En la conferencia del pasado 22 de marzo, a cargo de Carlos Alzugaray, profesor de la Universidad de La Habana, se analizó el proceso paulatino de cambios económicos y sociales que se está produciendo en Cuba desde hace un tiempo, que también está afectando a las prioridades de su política exterior. En su análisis Alzugaray presentó una evolución histórica de la situación cubana en las últimas décadas hasta confluir en el punto crítico del momento actual y los grandes desafíos que se tienen que afrontar. 

Entre estos grandes desafíos sobresale la continua degradación de la base económica y social, que según Alzugaray se está tratando de solucionar con unas reformas que considera de gran calado si se hace una comparación con tiempos pretéritos, y también que en esta ocasión se está priorizando la solvencia económica por encima de la ideología. Conviene recordar que sobre las reformas y los vaivenes de la política económica cubana desde hace tiempo hay un gran debate académico y por ello todavía son muy grandes las suspicacias sobre la posibilidad de recuperar la crítica situación del país con unas medidas que muchos especialistas consideran todavía demasiado tímidas. Otro de los grandes desafíos que planteó Alzugaray está vinculado al complejo proceso de renovación del liderazgo y de la dirección política. 

También en la necesidad de una mayor separación entre gobierno y administración, junto con una descentralización política y territorial, y todo ello acompañado de una más adecuada participación de la ciudadanía en las instituciones y en la gobernabilidad del país. En este caso la realidad actual muestra que se ha avanzado aún menos que en la reforma económica, pero según Alzugaray, a medida que la reforma avance y durante el proceso vayan emergiendo nuevos actores que a su vez vayan ganando autonomía, al final estos actores terminarán por reclamar un nuevo pacto político y social. Por último, en el análisis del contexto internacional de este proceso Alzugaray presentó un balance de los factores que favorecen una inserción de Cuba en unas mejores condiciones, destacando en la vecindad latinoamericana la relación especial con Venezuela y la aproximación brasileña, las relaciones con las nuevas potencias emergentes en el mundo, en especial con China, o el entendimiento con el Vaticano. Pero aún así persisten elementos de vulnerabilidad, donde destaca por un lado la alta dependencia de la sintonía política en el modelo de relación con Venezuela, y por otro las debilidades externas que tradicionalmente ha tenido la economía cubana. 

En este sentido, la crisis internacional se interpreta como una amenaza importante que no ayudará a revertir en el medio plazo la situación, al igual que la continuidad en el diferendo con Estados Unidos. Respecto a España y Europa parece que se da por descontado que las relaciones seguirán siendo relativamente distantes, aunque Alzugaray considera que no es mala noticia la prudencia observada desde ambos lados del Atlántico en comparación con etapas más tensas del pasado.