¿Cómo enderezar el partenariado euromediterráneo?

En un taller de debate de CIDOB se reflexionó sobre el futuro del partenariado euromediterráneo, el papel de los actores que lo lideraron y sobre aspectos concretos de la Cumbre de Barcelona, también conocida como Barcelona + 10.

La Fundación CIDOB organizó un taller de debate en el que se reflexionó sobre el futuro rumbo del partenariado euromediterráneo, sobre el papel de los actores que han asumido el liderazgo y sobre aspectos concretos, vinculados a la Cumbre de Barcelona, también conocida como Barcelona + 10. El taller de debate contó con la participación de Jesús Núñez (director del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria), Eduard Soler (coordinador del programa Mediterráneo de la Fundación CIDOB) y Francisca Santonja (técnica de Relacions Institucionals de la Diputació de Barcelona). 

Los tres ponentes aportaron su visión sobre los resultados de la Cumbre Euromediterránea que tuvo lugar en Barcelona algunos meses atrás. Jesús Núñez, que inició la ronda de presentaciones, expresó la posición que, a su parecer, debía adoptar España en el escenario post-cumbre. “Para los intereses españoles y para los del Mediterráneo en su conjunto es básico que la política de vecindad no anule al partenariado euromediterráneo”. Por su parte, Eduard Soler se lamentó de las secuelas que dejó el excesivo optimismo surgido a través de la Cumbre Euromediterránea. “Buena parte de los balances negativos se explican porque las expectativas generadas habían sido excesivas. 

No obstante, se han producido avances concretos, en el campo político y en el de seguridad”. Soler también realizó propuestas conciliadoras. “Existe la necesidad de encontrar un reparto de tareas entre la política euromediterránea y la de vecindad. Además, hay que apostar por combinar liderazgo con una voluntad política ampliada”. A continuación, Francisca Santonja mostró la evolución de la cooperación descentralizada pública y, en concreto, de las administraciones locales ha conseguido un hueco en la agenda euromediterránea. Además, Santonja especificó el papel de las administraciones públicas durante la celebración de la cumbre de Barcelona, así como algunas iniciativas para fortalecer su implicación en el partenariado. 

Finalmente, el embajador en misión especial para asuntos del Mediterráneo, Juan Prat, valoró las tres exposiciones anteriores, destacando la necesidad de potenciar este tipo de balances. “Todo análisis de lo acontecido en la cumbre no se debe centrar únicamente en ella, sino que se deben evaluar los resultados del año 2005 como año del Mediterráneo”. Prat sugirió también la necesidad de comparar la política europea hacia el Mediterráneo con la que ejerce Estados Unidos en la misma zona.