Asia Central ya no es protagonista pasivo de su devenir en Eurasia
CIDOB participó, un año más, en los cursos de verano del CUIMPB – Centre Ernest Lluch, dedicados a Asia, que dirige Seán Golden, director del Programa Asia de CIDOB y de l'Institut d'Estudis Internacionals i Interculturals de la UAB.
La Fundación CIDOB participó, un año más, en los cursos de verano del CUIMPB – Centre Ernest Lluch, dedicados a Asia, que dirige Sean Golden, director del Programa Asia de CIDOB y del Institut d'Estudis Internacionals i Interculturals de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Bajo el título Eurasia emergente: ¿un nuevo ‘gran juego’ entorno a Asia Central?, expertos procedentes del mundo académico, diplomático y empresarial analizaron los motivos que convierten a Eurasia (el continuo territorial que va desde Lisboa hasta Vladivostok) en un espacio con grandes posibilidades para la cooperación, aunque también para el desencuentro y el conflicto de intereses.
Durante las jornadas, se prestó especial atención a Asia Central, región con importantes dotaciones de recursos energéticos en la que confluyen los intereses de grandes potencias. No obstante, como varios ponentes subrayaron, en Asia Central existen actualmente actores autónomos que han sabido descubrir sus capacidades, principalmente energéticas. En esta ocasión, los cursos contaron con la participación de Josep Ribera, director de CIDOB; Jesús Sanz, director general de Casa Asia; Luís Martínez Montes, consejero de la Misión Permanente de España en la OSCE; Zhang Wei Wei, investigador del Modern Asia Research Centre Institut Universitaire de Hautes Éttudes; Esther Barbé, profesora de Relaciones Internacionales y directora del Observatorio de Política Exterior Europea de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB); Eduard Soler, director del Programa Mediterráneo de CIDOB; Eva Borreguero, directora de Programas Educativos de Casa Asia; Max Spoor, coordinador del Centre for the Study of Development and Transition y profesor del Institute of Social Studies de La Haya; Fred Halliday, profesor de Relaciones Internacionales de la London School of Economics; Josep Maria Cervera, director del Área de Internacionalización Empresarial de la Cámara de Comercio; Nora Sainz, profesora de Relaciones Internacionales y coordinadora del Grupo de Investigación sobre Relaciones Internacionales en Asia (GIRIA) de la UAB; Roger Serra, profesor de Relaciones Internacionales de la UAB; Lluc López, profesor de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya – Universitat Pompeu Fabra; Anahita Nasirosadat, doctoranda en Relaciones Internacionales de la UAB y miembro del Departamento de Programación de Casa Asia; y Laura Vea, investigadora del Institut d’Estudis Internacionals i Interculturals (IEII) de la UAB, entre otros.
Tras la inauguración del curso, Luís Martínez Montes, consejero de la Misión Permanente de España en la OSCE, remarcó la importancia de proyectos supranacionales como el que propone la UE para evitar el conflicto en Eurasia, además de rescatar las confrontadas visiones sobre esta región de las escuelas anglo-americana y continental. Martínez Montes analizó los actores y las dinámicas que intervienen en Eurasia desde que el fin de la Guerra Fría devolviera a este espacio la competición entre distintos proyectos geopolíticos. Para el diplomático de la OSCE, el proyecto euroatlántico actual, con Estados Unidos al frente apostando por una gran Asia Central, quiere evitar una conglomeración de poder eurocontinental y eslavo en Eurasia.
De este modo, Estados Unidos trata de orientar hacia sí a Francia y a Alemania, mientras exporta los valores atlánticos a la periferia de Rusia y China, según Martínez Montes. Frente a ello, Francia y sobre todo Alemania podrían estar utilizando los instrumentos supranacionales de la UE para reforzar su presencia en Eurasia Interior, mientras Rusia ve como el occidente de Eurasia intenta crecer hacia el este. El ponente defendió una perspectiva global para afrontar el reto que supone la apertura del espacio eurasiático. Más tarde, Zhang Wei Wei, investigador del Modern Asia Research Centre Institut Universitaire de Hautes Ettudes Internationales de Ginebra analizó el factor chino en este espacio, deteniéndose en la relevancia de su región autónoma del Xinjinag y en el papel que puede desempeñar en Asia Central.
A parte de señalar la necesidad de establecer infraestructuras terrestres que comuniquen el conjunto, Wei Wei destacó la similar posición respecto a Irán y Rusia, aunque con este último país destacase un diferente estado de la cuestión. Y es que, según el análisis del investigador chino, Europa todavía se debate sobre qué hacer con Rusia, mientras que China tiene muy asumido que Rusia es una gran potencia y que hay contar con este país para cualquier iniciativa en Eurasia. Por su parte, Seán Golden, director del Programa Asia de CIDOB y del Institut d'Estudis Internacionals i Interculturals de la UAB, aludió a una corriente actual en China que considera a la UE como un incipiente actor imperial, dentro de un análisis crítico con la teoría de que sólo los estados-nación son sujetos legítimos de la sociedad internacional contemporánea. En su ponencia, Golden dibujó equivalencias entre China y la UE, con una Comisión Europea que podría compararse con el antiguo mandarinato chino, en su misión de dotar de impulso político y continuidad al proyecto. Por otro lado, el director del curso se quejó de la contradicción de organizaciones como la OTAN, que tienen pretensiones globales a la vez que rechazan las ambiciones expansionistas de otras organizaciones, como la OCS (Organización para la Cooperación de Shanghai). Además, Eduard Soler, coordinador del Programa Mediterráneo de la Fundación CIDOB, señaló que, una vez liquidado el telón de acero que también separaba a Turquía del Cáucaso y Asia Central por la alineación del país otomano con Occidente, Turquía se ha consolidado como vía de acceso a los hidrocarburos del Caspio y se ha implicado en diversas facetas de la agenda eurasiática, con una posición cercana a los intereses occidentales. El ponente recalcó que la adhesión de Turquía a la UE puede valorarse como un activo para aumentar las relaciones entre la UE y Asia Central, o como un factor de riesgo entre la UE y Rusia, o con otros actores regionales, puesto que la UE podría internalizar conflictos como el kurdo o el armenio.
Finalmente, Fred Halliday, profesor de Relaciones Internacionales del la London School of Economics y del IBEI, ofreció un repaso a la historia reciente de Irán en clave de política nacional y examinó el factor iraní en la política internacional. Halliday consideró peligrosa la retórica chiíta que existe en Irán, que exagera sus potencialidades y se muestra como la gran potencia asiática junto con China, utilizando la cuestión nuclear como símbolo de este “supuesto estatus”. El académico destacó asimismo el enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán, que subyace en el conflicto de Oriente Medio. Para Halliday, esta pugna se ha enquistado desde que Irán humilló a Estados Unidos con la crisis de los rehenes y mantiene a una mayoría en el Congreso estadounidense a favor de iniciar una acción armada contra Irán. Halliday añadió que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, representa a las élites nacionalistas, populistas y militaristas conformadas en la guerra contra Irak. A corto plazo, el conferenciante sólo ve posible una sustitución de líderes dentro del régimen iraní, pero no el cambio de régimen en sí mismo. Mientras que sobre las relaciones hacia el Este Fred Halliday destacó que Irán, y en general Oriente Medio, considera que ya ha pasado el tiempo de Europa, y que ahora se debe centrar la atención sobre China e India.