José Jerí Oré

Perú, sumido en una convulsión política que parece no tener fin y golpeado además por una ola de violencia del crimen organizado, estrenó el 10 de octubre de 2025 su octavo presidente en menos de una década: el Congreso de la República juramentó ese día a José Jerí Oré, hasta entonces titular de la Cámara, tras destituir a la presidenta desde 2022, Dina Boluarte, en un proceso exprés de vacancia por "permanente incapacidad moral". El mandato constitucional de Jerí es transitorio, hasta julio de 2026, fecha en que dejará paso al ganador de las elecciones generales de abril. Tras Boluarte y el también vacado Pedro Castillo, Jerí, de 38 años, hace el tercer presidente de la legislatura iniciada en 2021, mientras se acentúa la crisis de representatividad en la democracia peruana.

Jerí, un político de segundo relieve, con un currículum institucional discreto, de aire tecnocrático y moderado en su discurso, es el vicepresidente de Somos Perú, partido conservador minoritario que junto con los demás bloques parlamentarios del centro-derecha y la derecha sostuvo durante casi tres años a Boluarte. Impopular en extremo, la Administración de Boluarte estuvo zarandeada por las protestas sociales, la represión policial desmedida, la inseguridad ciudadana y los escándalos de corrupción. 

El nuevo presidente se ha estrenado con llamamientos a la calma de la población y una contundente "declaración de guerra" a la delincuencia, pero su ascenso a la jefatura del Estado está rodeado de precariedad e incertidumbre. Al igual que Boluarte, cuyo legado de alta tensión social hereda, Jerí ha llegado al cargo no por la voluntad de los electores, en los que cunden el hartazgo con la insolvencia de los liderazgos políticos y la desafección al sistema democrático, y que apenas le conocen. Pero además, él arrastra una serie de polémicas centradas en su conducta que podrían complicarle los nueve meses de gobierno que tiene por delante. Más allá de estos episodios, que incluyen una denuncia por violación archivada, Jerí se convirtió en congresista en 2021 de manera fortuita, como suplente, y ahora en 2025 se ha visto catapultado a la Presidencia también por accidente.

La cronología de la pertinaz inestabilidad en la Presidencia peruana, una institución acosada por el descrédito, es como sigue. En marzo de 2018, sin haber llegado al ecuador de su mandato, Pedro Pablo Kuczynski dimitió para ahorrarse el probable cese en su segundo proceso de vacancia por permanente incapacidad moral. En noviembre de 2020 su sucesor, Martín Vizcarra, sucumbió a un segundo proceso de vacancia también. Manuel Merino solo aguantó cinco días en el puesto, al que hubo de renunciar presionado por la calle. El cuarto presidente de la secuencia y único que gobernó indemne, Francisco Sagasti, pudo completar el quinquenio constitucional en julio de 2021. El ganador de las elecciones de aquel año, Pedro Castillo, perdió el poder en diciembre de 2022 al fracasar el autogolpe de Estado con el que pretendía abortar el tercer proceso de vacancia en su contra, siempre por el supuesto de la incapacidad moral permanente. Y Boluarte, abandonada por todos los partidos y todos los congresistas, acabó despedida igualmente, bajo acusaciones de ineptitud.

Hoy, una tupida madeja de cargos penales, procesos, juicios y condenas a prisión envuelve en mayor o menor medida a Kuczynski, Vizcarra, Merino, Sagasti y Castillo, a los que se unen los también ex presidentes Alejandro Toledo (2001-2006) y Ollanta Humala (2011-2016), quienes sí agotaron sus mandatos, y a los que podría sumarse en breve Boluarte. Otro antiguo presidente en el punto de mira de la justicia, Alan García (1985-1990 y 2006-2011), se suicidó en 2019, mientras que Alberto Fujimori (1990-2000) falleció en 2024 tras obtener un indulto humanitario que le libró de cumplir cinco condenas por más de 50 años de cárcel. En el momento de la asunción presidencial de Jerí, tres de sus predecesores, Toledo, Humala y Castillo, siguen encarcelados en el Penal de Barbadillo, cumpliendo prisión efectiva con sentencia (los dos primeros) o bien preventiva a espera de juicio (el tercero). 

(Texto actualizado hasta 15 octubre 2025).


BIOGRAFÍA

José Enrique Jerí Oré, nacido en 1986, es un abogado limeño educado en el Colegio San Antonio de Padua, regido por los franciscanos. Se licenció en Derecho por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y al año siguiente, en 2015, recibió el título para ejercer la abogacía en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. También obtuvo una maestría en Gestión de Políticas Públicas en la misma UNFV. Las reseñas biográficas no han facilitado por el momento datos sobre su familia. 

En 2013 el joven se hizo militante de Partido Democrático Somos Perú, agrupación conservadora con un ideario democristiano, fundada en 1997 por el entonces alcalde de Lima, Alberto Andrade Carmona, a quien luego sucedió en el liderazgo su hermano, Fernando Andrade Carmona. Las primeras tentativas electorales de Jerí resultaron fallidas, no consiguiendo ser elegido concejal de Lima en las municipales de noviembre de 2013 (convocadas con carácter extraordinario, tras ser revocadas todas las autoridades de la municipalidad metropolitana en una consulta popular) ni tampoco en las votaciones ordinarias de octubre de 2014. 

En estos años, el abogado y procurador público sirvió a su partido de manera virtualmente anónima, como secretario general del Gobierno regional de Áncash (controlado por Somos Perú entre 2019 y 2023), secretario nacional de Juventudes (2015-2017) y secretario nacional de Doctrina, Capacitación y Formación Política (2017-2021). 

A caballo entre 2015 y 2016, Jerí estuvo involucrado en las actividades de la Alianza para el Progreso del Perú, plataforma electoral de centro-derecha formada por Somos Perú, la Alianza para el Progreso de César Acuña Peralta y la Restauración Nacional de Humberto Lay Sun, a la postre frustrada porque el candidato común, Acuña, fue vetado de concurrir tras comprobarse que había violado la normativa electoral. En 2020 Jerí fue además asesor legal de la bancada de Somos Perú en el Congreso de la República, donde la formación, desde 2017 conducida por Patricia Li Sotelo, tenía entonces 11 representantes. 

Hasta 2021 no despegó la trayectoria política de Jerí. Candidato tercero de lista por Lima Metropolitana en las elecciones parlamentarias del 11 de abril de 2021, coincidentes con la primera vuelta de las elecciones presidenciales que terminaron dando la victoria a Pedro Castillo Terrones por el partido izquierdista Perú Libre, el abogado, al igual que en sus tentativas municipales, no pudo ganar el escaño en las urnas. 

Sin embargo, el curul recayó en él de carambola a posteriori, al resolver el Congreso inhabilitar para el ejercicio de cargos públicos durante 10 años al ex presidente (2018-2020) Martín Vizcarra Cornejo, quien como cabeza de lista por Lima de Somos Perú había resultado elegido con más de 200.000 votos, cuota de apoyos que multiplicaba por diez la obtenida por su suplente. Jerí debutó en el Poder Legislativo el 26 de julio de 2021, al mes de elevarle el II Congreso Nacional Extraordinario de Somos Perú a la condición de primer vicepresidente orgánico, a las órdenes de Patricia Li. El 7 de diciembre de 2022 Jerí fue uno de los 102 congresistas de todas las bancadas que votaron a favor del pedido de vacancia presidencial contra Castillo, destitución a la que siguió la elevación a la suprema magistratura de la entonces vicepresidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra.

A continuación, el legislador de Somos Perú presidió la Comisión de Presupuesto y Cuenta General durante el año legislativo 2023-2024 y llevó la portavocía de su bancada. El 26 de julio de 2025 Jerí fue elegido presidente del fragmentado Congreso de la República en sucesión de Eduardo Salhuana Cavides y con 79 votos, procedentes de Somos Perú, la fujimorista Fuerza Popular, Perú Libre, Alianza para el Progreso, Acción Popular y Avanza País. 

La promoción del congresista treintañero preludió la retirada del apoyo que Somos Perú y los demás bloques del centro y la derecha, ya con la mirada puesta en las elecciones generales de 2026, venían prestando a la presidenta Boluarte. Dicho respaldo había resultado decisivo a la hora de frustrar procesos de vacancia y bloquear investigaciones en su contra por escándalos sonados como el Rolexgate, motivo de mucha irritación popular. Ahora, desprovista de cualquier sostén parlamentario, Boluarte, una mandataria acribillada de críticas a su gestión, quedaba en una situación de absoluta vulnerabilidad.

Controversias personales 

Ya antes de ser elegido para presidir el Congreso en el verano de 2025, José Jerí venía generando polémicas relacionadas con su vida privada y su función pública. La prensa peruana ha dado cancha a relevaciones de usuarios de Internet sobre que el político, emparejado sin vínculo conyugal con Andrea Ruiz Fernández, ha sido un asiduo de las redes sociales X (ex Twitter) e Instagram, en las que mandaba mensajes con comentarios sexistas y seguía numerosas cuentas de sitios con contenido erótico y pornográfico, 

Otras controversias superan con mucho el carácter anecdótico. Así, en enero de 2025 Jerí fue denunciado por una violación presuntamente ocurrida en vísperas de la Nochevieja de 2024 tras una fiesta nocturna en una casa de la localidad de Canta, al norte de Lima; la víctima, de 31 años, habría sido penetrada sin su consentimiento, en estado de inconsciencia bajo efectos del alcohol. 

El Juzgado Civil de Canta dictó medidas de protección para la mujer denunciante, quien permaneció en el anonimato, e impuso a Jerí, solo sospechoso en diligencia preliminar, un "tratamiento psicológico reeducativo". El congresista no acató la orden judicial, que fijaba 15 días de terapia "en el centro de salud más cercano", lo que indujo a la fiscal de la nación, Delia Espinoza Valenzuela, a imputarle el delito de desobediencia a la autoridad. 

El abogado del político repuso que el Juzgado de Canta no tenía competencia para dictar aquella disposición y el 12 de agosto, semanas después de ser elegido al frente del Congreso, Jerí quedó exonerado de presunto abuso sexual por el titular de la Fiscalía Suprema de Familia, Tomás Gálvez Villegas. El argumento del fiscal Gálvez era que "las muestras biológicas encontradas en el fondo vaginal y trusa de la agraviada no coinciden (no son homologables) con el ADN del investigado". 

De las declaraciones de los testigos y otros registros se colegía que las sospechas apuntaban más bien al otro investigado, el empresario Marco Cardoza Hurtado, compañero de juerga nocturna de Jerí y quien a diferencia de este no estaba colaborando con las diligencias judiciales, habiendo rehusado facilitar una muestra de semen para su análisis. Además, Jerí tenía la coartada del testimonio de su pareja sentimental, Andrea Ruiz, sobre que él estaba con ella, presente igualmente en la fiesta de Canta, y en otras estancias del inmueble en las horas en que había tenido lugar la presunta violación de la denunciante. 

"Puedo decir públicamente lo que ya había afirmado: que no tuve ningún tipo de participación directa o indirecta. Se ha ratificado mi completa inocencia", declaró Jerí tras conocerse la resolución de la Fiscalía Suprema de Familia. Sin embargo, la investigación por desobediencia judicial permaneció abierta.

Fuera de este caso, también en el verano de 2025, el congresista Jerí fue denunciado por presunto enriquecimiento ilícito en modalidad agravada desde el programa Milagros Leiva: Entrevista, del canal Willax TV. Y en otro espacio televisivo, Panorama, de Panamericana Televisión, una empresaria llamada Blanca Ríos aseguró que el recién elegido presidente del Congreso había estado involucrado en una trama de cobro de coimas (sobornos), pagadas por ella misma para que el Legislativo facilitara unas contratas de obras públicas de los ministerios, en noviembre de 2023, cuando Jerí presidía la Comisión de Presupuesto. Ríos afirmó que Jerí había recibido de ella más de 150.000 soles a cambio de incluir en el presupuesto nacional una obra de irrigación de cultivos en Cajamarca. Como en el caso del presunto abuso sexual, Jerí negó estas acusaciones, que tampoco dieron lugar a actuaciones de la fiscalía.

Sucesor de Dina Boluarte en 2025

El 9 de octubre de 2025, en medio de una escalada de la crisis de inseguridad ciudadana que azotaba el país por los desmanes de las bandas criminales y el sicariato, el Congreso de la República registró cuatro mociones parlamentarias de vacancia contra la presidenta Boluarte por el supuesto de "permanente incapacidad moral", contemplado en el artículo 113 de la Constitución. Como motivos de la destitución se citaban el auge descontrolado de la violencia delictiva, la falta de liderazgo político y ético, y el abandono de funciones constitucionales. 

Las cuatro mociones, firmadas por congresistas de diferentes bancadas, fueron admitidas a trámite con un apoyo transversal y al día siguiente, 10 de octubre, el Congreso, en una votación unificada para la vacancia, aprobó destituir a Boluarte con 121 votos a favor —bastaban 87, mayoría de dos tercios—, ningún voto en contra y ninguna abstención; nueve congresistas estuvieron ausentes. En que había que echar a Boluarte de la Casa de Pizarro se pusieron de acuerdo todos los grupos parlamentarios, de derecha a izquierda pasando por el centro: Fuerza Popular (con 21 representantes), Alianza para el Progreso (17), Podemos Perú (13), Perú Libre (11), Juntos por el Perú-Voces del Pueblo (11), Renovación Popular (10), Somos Perú (10), Acción Popular (10), Avanza País (6), Honor y Democracia (5), Bancada Socialista (5) y el Bloque Democrático Popular (5).

Boluarte se convirtió así en el cuarto presidente peruano en ser destituido bajo este procedimiento desde 2000 y en el quinto caído prematuramente desde 2018, es decir, todos los habidos en ese septenio salvo uno. Boluarte estuvo ausente de la sesión del Congreso, pero luego emitió un pronunciamiento grabado donde defendía su gestión y negaba que tuviera la intención de abandonar el país.

Una vez declarada la vacancia en la Presidencia de la Republica, el Congreso juramentó al titular de la institución, Jerí, como nuevo presidente constitucional con mandato hasta julio de 2026. La Constitución Política, en su artículo 115, estipulaba que el primero en la línea de sucesión en estos casos era el primer vicepresidente de la República, pero la posición se hallaba vacante desde el día en que Boluarte había asumido la jefatura del Estado en diciembre de 2022. Luego venía el vicepresidente segundo, cargo que estaba sin cubrir desde el inicio de la legislatura en julio de 2021. Y el tercero de la secuencia era el presidente del Congreso, es decir, Jerí. 

De hecho, a renglón seguido de vacar a Boluarte, el plenario del Congreso se puso a debatir una moción de censura presentada por Jaime Quito Sarmiento, de la Bancada Socialista, contra la Mesa Directiva de la Cámara que encabezaba el parlamentario de Somos Perú. Sin embargo, la moción quedó rechazada con 61 votos en contra, con lo que Jerí pudo prestar juramento con la banda bicolor del presidente de la República cruzándole el pecho. El nuevo presidente del Congreso pasó a ser Fernando Rospigliosi Capurro, de Fuerza Popular.

En sus primeras declaraciones a los medios, Jerí reclamó "calma y tranquilidad" a los peruanos, y aseguró que la lucha contra la delincuencia era ahora mismo la tarea más urgente del Ejecutivo. "Tenemos que trabajar justamente para combatir la delincuencia, que es la prioridad número uno en este momento. Es el sentir ciudadano", indicó a los periodistas, recalcando lo dicho poco antes en su discurso inaugural en el Congreso, sobre que había que aunar todas las fuerzas y poderes del Estado para "no solo declarar la guerra a la delincuencia, sino ganar esta guerra de una vez por todas". Asimismo, el mandatario subrayó su compromiso con la organización de unas elecciones transparentes en abril de 2026 y una transición pacífica a culminar tres meses después. "A mis 38 años, asumo el reto de dirigir el país con energía, empatía y vocación de servicio", manifestó el flamante presidente ante los congresistas.

El 13 de octubre Jerí oficializó la renuncia del Consejo de Ministros que desde el 14 de mayo venía presidiendo el independiente Eduardo Arana Ysa. Al día siguiente, Jerí nombro un nuevo primer ministro en la persona de Ernesto Álvarez Miranda, del Partido Popular Cristiano. 

 (Cobertura informativa hasta 15/10/2025).

 

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