Anutin Charnvirakul

En Tailandia, en el verano de 2025, un mecanismo ya habitual de interrupción legal del Gobierno democrático, el cese del primer ministro de turno por el Tribunal Constitucional aduciendo violaciones éticas, catapultó a la dirección de esta monarquía parlamentaria del sudeste asiático a Anutin Charnvirakul, magnate de la construcción y líder del conservador Partido del Orgullo Tai (Bhumjaithai, o BJT). 

Miembro de diferentes gobiernos de coalición y con una aureola de político pragmático y oportunista, Anutin fue investido por la Cámara de Representantes el 5 de septiembre con los votos de un arco de grupos movilizados para desalojar del poder al Partido para los Tais (PPT) de Paetongtarn Sinatra, primero suspendida (1 de julio) y finalmente destituida (29 de agosto) por el Constitucional en relación con su polémico manejo de la crisis fronteriza con Camboya, que el 24 de julio escaló a un conflicto armado de muy breve duración. Anutin derrotó con una holgada mayoría de 311 votos al candidato propuesto por el PPT, Chaikasem Nitisiri, favorable al adelanto electoral, y el 7 de septiembre recibió el preceptivo visto bueno del rey Vajiralongkorn y tomó posesión.

Anutin, anterior ministro del Interior y actor de alianzas cambiantes, rompió con Paetongtarn días antes de dejar sus funciones. Sin embargo, su carrera política empezó del lado del padre de aquella, Thaksin Shinawatra, colega empresarial y fundador del movimiento político, entre populista y liberal, conocido como thaksinismo, ganador de seis de las siete elecciones generales celebradas desde 2001; de todas salvo las últimas, las de mayo de 2023, en las que el BJT de Anutin fue tercero. Tras abrir distancias con el thaksinismo en 2007, Anutin colaboró con el primer ministro y ex general golpista Prayuth Chan-ocha, antes de entenderse de nuevo, aunque no por mucho tiempo, con el clan Shinawatra.

El Gabinete de Anutin, ampliamente minoritario pese a vertebrarlo una decena de agrupaciones, se sostiene con el apoyo externo condicionado del centroizquierdista Partido del Pueblo (PP), primera fuerza parlamentaria y hasta ahora marginado por las demás formaciones. El nuevo primer ministro encara problemas de la magnitud del conflicto con Camboya, al rojo vivo aún tras el precario alto el fuego alcanzado el 28 de julio, y el impacto muy negativo de los aranceles "recíprocos" globales de Estados Unidos, que para Tailandia, gran exportador de manufacturas industriales, han acabado siendo del 19%, frente al 36% anunciado inicialmente por Trump. La economía tailandesa, ampliamente diversificada, se resiente además por la caída del turismo chino. 

Pero la tarea más urgente de Anutin, conocido en el extranjero por su defensa entusiasta del consumo de cannabis, es proporcionar una resiliencia operativa a la institución del Gobierno, frágil presa de una inestabilidad crónica, en paralelo a un Legislativo paulatinamente atomizado: desde 2006, los golpes de estado militares (dos) o las órdenes proscriptivas del Tribunal Constitucional (cinco) han tumbado a siete primeros ministros, miembros todos de alguno de los tres partidos que han servido de vehículos del thaksinismo. Entre los defenestrados estuvieron tres familiares directos de Paetongtarn: su padre Thaksin (2006), su tío Somchai Wongsawat (2008) y su tía Yingluck Shinawatra (2014). Ella ha seguido sus pasos.

Su acomodo en el establishment conservador y sus buenas relaciones, acaso más de interés que de comunión ideológica, con los estamentos ultramonárquico y militar, cuyos elementos más reaccionarios han recibido carteras ministeriales, deberían facilitarle a Anutin un período de relativa estabilidad gubernamental, al menos a corto plazo. Pero al mismo tiempo, el primer ministro tendrá que satisfacer al PP, cuyo progresismo de aires rupturistas no casa con el statuo quo imperante y que vincula su muleta legislativa al arranque de una profunda reforma constitucional, preferiblemente un proceso constituyente en toda regla, para la mejora de la democracia. El líder de los populares, Natthaphong Ruengpanyawut, condicionó también su decisivo apoyo en la Cámara a la disolución de la misma y la convocatoria de elecciones anticipadas en cuatro meses.

(Texto actualizado hasta 9 septiembre 2025).


BIOGRAFÍA

De 58 años, Anutin Charnvirakul es una de principales personalidades de la política tailandesa, en la que desembarcó, procedente del mundo de los negocios, con el impulso del carismático y polémico Thaksin Shinawatra. Si bien su primer mentor en este terreno fue su propio padre, Chavarat Charnvirakul, adinerado empresario y funcionario de origen chino, cuyos pasos siguió. En su juventud, Anutin se tituló en Ingeniería por la Universidad Hofstra de Nueva York y en Administración de Empresas por la Universidad Thammasat de Bangkok. Luego, ingresó en la dirección de la compañía de su familia, la Sino-Thai Engineering and Construction (STECON), una de las principales constructoras privadas del país, licitadora de varios megaproyectos estatales.

Primeras etapas políticas en cooperación con Thaksin Shinawatra y Prayuth Chan-ocha

En 1998 Anutin se acercó al nuevo partido montado por Thaksin —entonces uno de los hombres más ricos de Tailandia por su emporio de las telecomunicaciones—, Los Tais que Aman a los Tais (Phak Thai Rak Thai, TRT). En octubre 2004 Thaksin, primer ministro desde las triunfales elecciones de 2001 y valedor de una plataforma transgresora por su crítica a las élites tradicionales del reino y su dinamismo populista, le dio entrada en su Gobierno como viceministro de Comercio y en marzo de 2005 le nombro viceministro de Salud. Esta primera etapa en el Ejecutivo quedó truncada en septiembre de 2006, cuando Thaksin fue derrocado y forzado al exilio por el golpe de las Fuerzas Armadas que luego desembocó en el nombramiento de Surayud Chulanont, un general retirado, como primer ministro.

Cuando en mayo de 2007 el Tribunal Constitucional ordenó la disolución del TRT por violación de la normativa electoral, Anutin figuró en la lista de un centenar largo de responsables a los que la autoridad judicial inhabilitaba para el desempeño de puestos políticos durante cinco años. En este período, el ex ministro retomó las actividades empresariales, convirtiéndose en el presidente ejecutivo de la STECON. 

Entre tanto, su padre 30 años mayor, Chavarat,destacó en la escena política como ministro de Desarrollo Social y de Salud a las órdenes del efímero primer ministro Samak Sundaravej, como viceprimer ministro con el aún más breve Somchai Wongsawat (cuñado de Thaksin) y como ministro del Interior con Abhisit Vejjajiva, hasta 2011. De hecho, Chavarat Charnvirakul fue primer ministro en funciones durante 15 días en diciembre de 2008, haciendo de puente entre la remoción de Somchai por el Tribunal Constitucional y la investidura de Abhisit, miembro del Partido Demócrata (PP).

Además, en noviembre de 2008 Chavarat figuró entre los promotores del Partido del Orgullo Tai (Bhumjaithai, o BJT), nueva agrupación liberal conservadora, muy favorable la monarquía y cierto toque populista que recogía el testigo del Partido Democrático Neutral, a su vez una ramificación del extinto TRT y que en diciembre de aquel año terminó sus días siendo disuelto por orden del Constitucional. Suerte corrida conjuntamente, por cierto, con el Partido del Poder del Pueblo (Phak Phalang Prachachon, PPP), fugaz sucesor de facto del TRT y del que habían sido líderes los defenestrados primeros ministros Samak y Somchai.

En febrero de 2009 Chavarat se hizo con la presidencia nominal del BJT, que en las elecciones generales de julio de 2011 debutó en la Cámara baja con 34 representantes, convirtiéndose en la tercera fuerza parlamentaria tras el PP y el incontestable triunfador, el Partido para los Tais (Phak Phuea Thai, PPT), heredero del PPP y tercera encarnación del thaksinismo. En la siguiente legislatura, el BJT, que tenía su principal bastión electoral en la provincia oriental de Buriram, se situó en la oposición moderada al nuevo Gobierno del PPT encabezado por Yingluck Shinawatra, la hermana de Thaksin.

En mayo de 2012 la prohibición constitucional que pesaba sobre Anutin llegó a su fin y el empresario reanudó su activismo político con el BJT, al que inyectó fondos. Su padre septuagenario anunció que se jubilaba de la política y el líder de facto del partido, Newin Chidchob, aunque 22 años más joven, se hizo también a un lado y señaló explícitamente como nuevo jefe a Anutin. El 14 de octubre, este fue elegido nuevo presidente del BJT. 

En los meses siguientes, Anutin guardó distancias de las virulentas protestas antigubernamentales del movimiento de los Camisas Amarillas y el denominando Comité de Reforma Democrática del Pueblo, formado por masas urbanas de las clases media y alta y adictos de la monarquía del rey Bhumibol Adulyadej. Sin embargo, algunos militantes del BJT sí se sumaron a estas movilizaciones, cuyo patrón era la hostilidad radical al thaksinismo.

En mayo de 2014, meses después de unas fallidas elecciones generales y al poco de remover el Tribunal Constitucional a la asediada primera ministra Yingluck, el comandante en jefe del Ejército, general Prayuth Chan-ocha, encabezó un golpe de Estado y estableció una junta militar similar a la de 2006, de nombre Consejo Nacional para el Mantenimiento de la Paz y el Orden. Sin embargo, a diferencia de la intromisión castrense de ocho años atrás, Prayuth se autoproclamó primer ministro con la intención de establecer un régimen personalista y autoritario, limitado, eso sí, por la devoción a la figura reverenciada del rey.

Durante cinco años, Anutin mantuvo una posición ambigua con respecto a Prayuth, de bajo perfil político. Sin ser parte del régimen —que por el momento mantenía cerrado el Legislativo y vigilaba de cerca las actividades de los partidos— ni tampoco adoptar una postura de oposición abierta ante la falta de libertades, el BJT pareció acomodarse en una especie de neutralidad pragmática. 

Este rechazo a la confrontación evitó a los de Anutin la represión militar que sí sufrieron los dos principales partidos comprometidos con la causa de la democracia en Tailandia, el PPT del clan Shinawatra y Futuro hacia Adelante (PAM), la pujante formación de centro-izquierda conducida por los empresarios Thanathorn Juangroongruangkit y Pita Limjaroenrat. El PAM fue el antecesor del más tarde también prohibido Partido Avanzar (PKK), predecesor que sería a su vez del actual Partido del Pueblo (PP).

Las reticencias de Anutin se disiparon tras las elecciones generales del 24 de marzo de 2019, que dejaron a la derecha militar de Prayuth en un incómodo segundo puesto, por detrás del resiliente PPT y por delante del PAM. Con unos discretos 10,3% de los votos y 51 escaños, incluido, por primera vez en su carrera política, el de Anutin, el BJT terminó en el quinto lugar. A continuación, el empresario accedió a la oferta de Prayuth de integrarse en su próximo Gobierno, este ya provisto de legitimidad democrática (aunque relativa, habida cuenta de la poca transparencia de los comicios), compartiendo el poder con los partidos de la derecha promonárquica y promilitar.

Al estrenarse el segundo Gabinete Prayuth el 16 de julio de 2019, Anutin tomó una cartera que ya conocía de cuando sus servicios gubernamentales a Thaksin Shinawatra, la de Salud Pública, y reforzada con el rango de viceprimer ministro. La titularidad del Ministerio le permitía plasmar sus promesas electorales, tachadas de populistas e irresponsables por sus detractores, de despenalizar el cultivo, posesión y venta de cannabis, y de promover el uso medicinal de la marihuana, de hecho legal en Tailandia desde 2018 pero solo con fines terapéuticos.

Cuando en 2020 se declaró la COVID-19, el ministro tailandés generó abundantes titulares por sus valoraciones y manejo de la pandemia, de cuya propagación en el país culpó a "turistas occidentales sucios"; de este y otros comentarios de tinte xenófobo tuvo que salir a disculparse. También, fue criticado por la lentitud de la campaña de vacunaciones. 

En mayo de 2022, con la emergencia del coronavirus rebajada, Anutin anunció que el Gobierno iba a distribuir gratuitamente un millón de plantas de cannabis para ser sembradas en terrenos y viviendas particulares de todo el país. Aunque el Ministerio hablaba de "cultivos domésticos", la magnitud de la operación evocaba posibles salidas comerciales irregulares. En junio siguiente, la flor de cannabis fue retirada de la lista oficial de productos narcóticos, despenalizando en la práctica el cultivo, tenencia, consumo y comercialización de la planta. Sobre el papel, todo lo que rodeaba a la marihuana, denominada ganja en Tailandia, tenía que tener una dimensión "medicinal", aunque a nadie escapaba que su uso era sobre todo recreativo.

Alianza temporal con Paetongtarn Shinawatra y la crisis de Gobierno de 2025

Las elecciones generales del 14 de mayo de 2023 depararon un importante cambio de guardia en Tailandia, pero para Anutin, hábil tejedor de alianzas, su posición preeminente en los círculos del poder no iba a cambiar. Con el 13,5% de los votos y 71 escaños, el BJT recuperó el tercer puesto en la Cámara baja, a la zaga del PPT de Paetongtarn Shinawatra, hija del —por poco tiempo—exiliado Thaksin, y del PKK de Pita Limjaroenrat, ganador por mayoría simple. Los de Anutin superaron en escaños a las dos formaciones reaccionarias de la derecha promilitar, el Partido de la Nación Tailandesa Unida (RTSC) de Prayuth —a quien se le cerraron las puertas de la continuidad como primer ministro—y el Partido del Poder del Estado Popular (PPRP) de Prawit Wongsuwon.

Entonces, cristalizó un insólito entendimiento entre el PPT y los partidos derechistas, de siempre enemigos suyos, para cerrarle el paso al carismático Pita, que traía un programa de reformas progresistas poco apetecible fuera del campo del centro-izquierda, y al que el BJT se sumó gustoso. Como resultado, el 22 de agosto el Parlamento invistió primer ministro a uno de los hombres de confianza de la familia Shinawatra, el empresario inmobiliario Srettha Thavisin. El 5 de septiembre prestó juramento el nuevo Gabinete de Srettha, donde Anutin era promovido a viceprimer ministro y ministro del Interior. 

El 14 de agosto de 2024 Srettha fue descabalgado por el Tribunal Constitucional por violar los estándares éticos en el nombramiento de un ministro que había cumplido una pena de prisión. Rápidamente, Paetongtarn recondujo la situación presentándose ella misma a primera ministra, siendo investida por la Cámara dos días después. El Gobierno de Paetongtarn era de continuidad, y Anutin siguió siendo el ministro del Interior y viceprimer ministro.

Las relaciones entre Anutin y la joven e inexperta primera ministra estallaron el 18 de junio de 2025, día en que se filtró a los medios una conversación telefónica privada entre Paetongtarn y el ex primer ministro de Camboya, Hun Sen. Durante la llamada, enmarcada en los intentos de encontrar una solución pacífica a la grave crisis fronteriza que desde de mayo enfrentaba a los dos reinos vecinos, podía escucharse a la dirigente llamar "tío" a Hun Sen, viejo amigo de su padre Thaksin, y emplear otras palabras en un sentido de deferencia o sumisión el veterano líder camboyano. Además, Paetongtarn criticaba al general tailandés responsable de vigilar la frontera. 

La filtración desató condenas generalizadas en Tailandia, siendo acusada Paetongtarn de inmadura, de carecer de celo patriótico y de dañar los intereses nacionales, y de esta súbita ola de indignación se hizo inmediatamente eco Anutin, quien anunció su marcha y la de sus ministros, efectiva al día siguiente. El portazo del BJT al Gobierno y su paso a la oposición dejó más vulnerable a Paetongtarn, quien fue denunciada ante el Tribunal Constitucional por un grupo de senadores conservadores por supuestamente haber violado los estándares éticos inherentes a su cargo. En efecto, el 1 de julio Paetongtarn fue suspendida por el Constitucional; las funciones de la jefatura del Gobierno recayeron inicialmente en el viceprimer ministro y ministro de Transportes Suriya Juangroongruangkit, pero el 3 de julio asumió las mismas el sucesor de Anutin como viceprimer ministro y ministro del Interior, Phumtham Wechayachai, como Suriya miembro del PPT.

En medio de esta turbulencia, el 7 de julio, el Gobierno en funciones decidió retirar el polémico proyecto de Ley sobre Complejos de Entretenimiento, que habría legalizado los casinos integrados en resorts, al estilo de Singapur; defendida por el PPT con el argumento que no había que escatimar fórmulas para frenar la caída de los ingresos por el turismo, sobre todo el procedente de China, la norma venía siendo no obstante vehementemente impugnada por el BJT. A su vez, el PPT venía proponiendo regulaciones más estrictas en la normativa sobre el cannabis, ya que su despenalización en 2022 estaba multiplicando el consumo recreativo de la droga.

Así, la sintonía entre Anutin y Paetongtarn ya estaba en entredicho antes de la filtración telefónica del 18 de junio, y su explosiva divulgación no hizo sino precipitar los acontecimientos. Después, el 29 de agosto, el Tribunal Constitucional falló a favor de la destitución definitiva de Paetongtarn.

(Cobertura informativa hasta 9/9/2025).

 

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