En Japón, la nueva primera ministra Sanae Takaichi se enfrenta a una montaña de desafíos
Elegida primera ministra en la primera vuelta por la cámara baja del Parlamento este 21 de octubre, Sanae Takaichi es la primera mujer en convertirse en jefa del Gobierno japonés. Esta heredera de Shinzo Abe, y conservadora radical que cita a Margaret Thatcher como ejemplo, tendrá que manejar una situación política precaria, grandes problemas económicos y crecientes tensiones regionales. El reto económico de Japón es profundo y de larga duración, según Oriol Farrés, coordinador de proyectos en CIDOB y especialista en Asia Oriental. "La principal preocupación de los japoneses es la inflación, que se agrava a causa del débil yen, haciendo que las importaciones sean muy caras", cuenta el experto. A estos problemas monetarios e inflacionarios se le suma "la variable demográfica"; el hecho de que Japón sea un país "muy envejecido", lo que complica "reemprender la senda del crecimiento". En este contexto complejo, Farrés considera que la prioridad de la nueva administración será "intentar promover este crecimiento y frenar en la medida de lo posible la inflación".