Gaza, ser o no ser

El investigador de CIDOB Mariano Aguirre aborda la gravísima situación en la que está sumida Palestina y las incógnitas que rodean el frágil alto el fuego: “El alto el fuego logrado por Trump es importante, pero no supone ni mucho menos una solución al conflicto israelí-palestino ni el fin de la guerra en Gaza, básicamente porque su plan es muy genérico”. Según explica Aguirre, este plan está negociado entre la administración de EEUU, una serie de países árabes, Turquía e Israel, pero no se ha consultado con los palestinos. Ni con Hamás ni con la Autoridad Nacional Palestina, “representante en los territorios ocupados incluyendo Gaza. Tampoco se ha consultado con otros grupos políticos palestinos ni con la diáspora”. Así pues, “se decide sobre un pueblo sin consultarle. Hamás lo acepta porque tiene una debilidad muchísimo mayor de la que Israel indica. La realidad es que está muy destruido, han matado prácticamente a su cúpula militar y política, y su capacidad de gobernabilidad está muy debilitada, y militarmente inmensamente frágil. Aguirre recuerda que Hamás "hasta ahora había ido aceptando previos acuerdos de alto el fuego que luego Israel violó, pero esta vez ha jugado con cierta habilidad porque ha visto que a Trump le interesaba, bien sea porque quería ganar el Premio Nobel o porque él tiene esa perspectiva de presentarse como un hombre de paz” por paradójico que pueda resultar. 

 

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