La diplomacia como arma
“El coro internacional que celebra el 'plan de paz' de Trump para Gaza no habla de paz: habla de poder. Y la respuesta de Hamas también: el poder, a pesar de ser el actor más débil, de rechazar un ultimátum e imponer una negociación real, con todas las partes en la mesa y garantías que obliguen a cumplir”, Moussa Bourekba, investigador principal de CIDOB, resume en la tribuna de La Vanguardia tres realidades que se arrastran desde el 7 de octubre. “Dos años después, lo que era evidente antes del 7 de octubre queda aún más claro”, escribe Bourekba. “El más fuerte impone hechos consumados; la superpotencia los facilita o los frena según su cálculo, y quienes podrían ejercer presión se paralizan por miedo a incomodar a Israel. El mensaje que reciben los palestinos es devastador: sus vidas, su soberanía, como su futuro, no están entre sus manos.”