Desayuno Europeo con Cecilia Malmström: “La política europea de inmigración y movilidad”
A escasos meses de que el programa de Stockholm termine y se renueve la existente Comisión Europea, la actual comisaria de Interior, responsable de cooperación policial en la UE, control de fronteras, asilo y migración, Cecilia Malmström, fue la invitada en el pasado Desayuno Europeo organizado por CIDOB en Barcelona.
A escasos meses de que el programa de Stockholm termine y se renueve la existente Comisión Europea, la actual comisaria de Interior, responsable de cooperación policial en la UE, control de fronteras, asilo y migración, Cecilia Malmström, fue la invitada en el pasado Desayuno Europeo organizado por CIDOB en Barcelona.
En su intervención, hizo una revisión exhaustiva de los últimos cuatro años de su responsabilidad. Entre otras cuestiones, señaló la importancia de haber establecido una política europea común de asilo implicando una futura armonización de estas políticas entre los 28 estados miembros.En el contexto post-electoral del nuevo Parlamento Europeo, advirtió de los peligros que pueden surgir a raíz de la crisis, particularmente en relación al alza de ideas xenófobas que pueden aumentar el discurso del odio y la discriminación.
Así pues, destacó la necesidad de potenciar las políticas de integración, tema de particular interés para el CIDOB como co-coordinador del MIPEX (Migrante Integration PolicyIndex) y coordinador a nivel español del European Web Site on Integration.Respecto a los retos futuros, destacó que “la inmigración puede ser una ventaja, no es una carga”, sobre todo en una Europa que envejece y que acabará necesitando más mano de obra en el mercado laboral. Por tanto, es necesario mejorar el acceso legal a Europa de trabajadores. Además, denunciando las recientes muertes en el Mediterráneo, destacó la importancia de crear sistemas legales para que puedan llegar a Europa aquellas personas que buscan protección internacional.
Finalmente, recordó la necesidad de situar la Unión Europea dentro del contexto internacional de globalización, destacando que los actuales flujos migratorios no son un fenómeno puntual, sino que serán el gran reto de los próximos veinte años y, por tanto, los políticos deberán comenzar a pensar en una política de inmigración común, solidaria y respetuosa con los compromisos internacionales.