Desayuno Europeo: una Agenda Social conservadora para Europa

El miércoles 11 de febrero, Arthur C. Brooks, presidente del think tank conservador American Enterprise Institute (AEI), fue el protagonista de una nueva edición de los Desayunos Europeos de CIDOB. Acompañados por el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, el director de CIDOB, Jordi Bacaria, dio la bienvenida a este americano que se confiesa catalán de adopción y que pasó parte de su juventud en Barcelona.

El miércoles 11 de febrero, Arthur C. Brooks, presidente del think tank conservador American Enterprise Institute (AEI), fue el protagonista de una nueva edición de los Desayunos Europeos de CIDOB. Acompañados por el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, el director de CIDOB, Jordi Bacaria, dio la bienvenida a este americano que se confiesa catalán de adopción y que pasó parte de su juventud en Barcelona.

Su discurso, vertebrado en torno a la defensa de los valores conservadores, quiso acercar el punto de vista de este movimiento y sus propuestas a una Europa que aún tiene que salir de la crisis.En primer lugar, Brooks dejó claro que el foco principal del movimiento conservador americano actual es la justicia social, afirmando que la preocupación por los más necesitados no es una inquietud únicamente progresista sino que, en este periodo de crisis económica global, “somos los conservadores los que podemos y debemos ofrecer soluciones para ayudar a los más vulnerables de nuestra sociedad”. En este sentido, reiteró que en Estados Unidos los pobres son cada vez más pobres y que, en consecuencia, el presidente Obama ha fracasado en su proyecto.Para articular un programa positivo de justicia social desde la derecha, Brooks se basa en tres pilares fundamentales: transformación, ayuda y oportunidades. 

Con el primer pilar se refiere a una transformación personal, “donde la intervención moral debe preceder a la intervención económica para que esta última sea verdaderamente efectiva”. Después de la transformación moral y personal, hace referencia a la necesidad real de ayuda material que la caridad no puede cubrir por sí sola. Este hecho lleva a los programas gubernamentales de protección social, que son consistentes con las ideas conservadoras en la medida en que suponen una protección básica para los verdaderamente necesitados -y no lo que según él hace el estado de bienestar actual, que permite a la clase media beneficiarse del gasto social.En referencia a la crisis griega, Brooks considera que los más afectados por la imposición de medidas de austeridad siempre son las clases más desfavorecidas dado que, al debilitarse la economía, se destruye empleo y se reducen los programas de protección social. En relación a la última pieza de la agenda de justicia social, la oportunidad, Brooks lamenta que el sistema de oportunidades actual no funcione como lo hacía anteriormente. 

Desde su punto de vista, “cada vez hay menos movilidad socioeconómica, como en Europa”. Así pues, con el fin de construir una sociedad de oportunidades, apuesta por la defensa de una educación universal capaz de “crear una base de capital humano y un sistema económico que recompense el trabajo duro, el mérito, la innovación y la responsabilidad personal”. Es decir, la oportunidad para los conservadores debe enfocarse principalmente en la reforma educativa y en defender incansablemente las bases morales de la libre empresa.Para Brooks, la globalización, el libre comercio, los derechos de la propiedad, el estado de derecho y la libre empresa son los responsables de los mayores logros en la lucha contra la pobreza y es así como concluyó su presentación, abogando porque el sistema de libre empresa sea aceptado universalmente, sin partidismos, como un derecho humano.