10 preguntas clave para entender las elecciones europeas

Data de publicació: 05/2014

1. ¿Qué es el Parlamento Europeo?

El Parlamento Europeo (PE), con 751 miembros, es una de las asambleas democráticas más grandes del mundo y una institución clave del proceso de integración de la Unión Europea (UE). Es la única institución europea elegida por sufragio universal y por tanto el representante directo de los ciudadanos europeos. A pesar de los nuevos poderes que ha adquirido con la última reforma institucional del Tratado de Lisboa, el PE aún no se puede comparar a un parlamento nacional; su poder sobre el presupuesto es limitado y no tiene derecho de iniciativa legislativa por cuenta propia, aunque sí que puede solicitar a la Comisión Europea, que es la institución que aún conserva esta prerrogativa, que inicie un proceso legislativo.

2. ¿Qué competencias tiene?

El Parlamento Europeo tiene tres competencias básicas: debatir y aprobar legislación europea; debatir y aprobar el presupuesto de la UE con el Consejo; y ejercer un control democrático sobre las demás instituciones europeas. Desde el Tratado de Lisboa, el grueso de la legislación de la UE se decide de acuerdo con el procedimiento ordinario legislativo (antes conocido como proceso de co-decisión), que hace necesaria, para cualquier propuesta de la Comisión, tanto la aprobación del Consejo de Ministros como del Parlamento Europeo. Por lo tanto, el EP puede aceptar, enmendar o rechazar cualquier propuesta legislativa. En los últimos años ha aumentando su peso en áreas como agricultura, energía, inmigración, fondos europeos, justicia y asuntos domésticos y cooperación policial.

Además, con el Tratado de Lisboa en vigor, el PE tiene un control sobre el presupuesto de la UE, conjuntamente con el Consejo, es decir, no sólo puede decidir sobre cuanto y sobre dónde van las partidas presupuestarias, sino también examinar la implementación del presupuesto por parte de la Comisión.

Finalmente, el PE supervisa el trabajo de la Comisión y el del Consejo de manera limitada mediante investigaciones, auditorias públicas o mediante preguntas orales o escritas. Los Comisarios, los representantes rotatorios de la Presidencia del Consejo y el Presidente Permanente del Consejo Europeo comparecen regularmente ante el Parlamento para dar explicaciones ante de éste.

Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, los estados miembros deberán tener en cuenta la composición del Parlamento a la hora de elegir el presidente de la Comisión. El PE puede aceptar o rechazar a toda la Comisión - aunque no puede realizar nominaciones individuales - e incluso puede presentar una moción de censura contra toda la Comisión si juzga que ésta ha perdido la confianza de la cámara.

3. ¿Cómo se organiza y quiénes son sus principales actores?

Después de ser elegidos, los diputados normalmente se unen a un grupo europeo que comparte su misma ideología política, y que al igual que en un parlamento nacional, se posicionan en algún punto del eje derecha-izquierda. Otros diputados, en cambio, prefiriendo no unirse a un grupo político determinado o no pudiéndolo hacer, permanecen en el grupo de los no-inscritos.

Los siete grupos actuales en el Parlamento Europeo son:

- Grupo del Partido Popular Europeo (PPE): Alianza demócrata cristiana formada por partidos de centro y derecha que defienden una economía de libre mercado con conciencia social que promueve el liberalismo y la libertad individual

- Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D): Grupo de centro izquierda formado por la unión de partidos laboristas y socialdemócratas que defienden los principios de libertad, equidad, solidaridad, diversidad y justicia. Como consecuencia de la crisis, sus principales objetivos son luchar contra el desempleo y hacer los mercados más justos.

- Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE): Grupo liberal con una agenda progresista que se encuentra en el centro del espectro político y defiende la economía de mercado en una Europa más integrada. También defienden una economía sostenible más competitiva.

- Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (Los Verdes/ELA): Coalición de dos partidos progresistas: el ecologista y socialista Partido de los Verdes Europeos, que defiende una Europa con un desarrollo más sostenible y no quiere subordinar los derechos sociales a los intereses económicos y Alianza Libre Europea, una asociación de partidos nacionalistas progresistas que representan los intereses de las naciones sin estado y las minorías.

- Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE): Grupo de partidos de centro derecha que promueven una economía liberal de mercado pero defendiendo la soberanía nacional y la integridad de los estados. Se oponen a la idea del federalismo europeo.

- Grupo de la Izquierda Unida Europea/Izquierda Verde Nórdica (IUE/IVN): Confederación de partidos de izquierda, muy críticos con una Unión Europea basada radicalmente el la lógica de competición orientada al mercado. En cambio, defienden un proceso de integración Europo igualitario, pacífico y sostenible basado en la solidaridad internacional.

- Grupo de Europa de la Libertad y la Democracia (ELD): Grupo euroescéptico opuesto al proceso de integración europea. EFD exige respeto por la soberanía nacional, es muy crítico con la burocratización de Europa y rechaza la creación de un “superestado europeo centralizado”.

4. ¿Cómo se elige el Parlamento Europeo?

No hay un “un espacio político europeo” aunque el Parlamento Europeo se elige por sufragio universal de todos los ciudadanos de la Unión. Aunque los grupos parlamentarios que resultan de estas elecciones desarrollan su papel a nivel europeo, cada votante da el apoyo primero a un partido nacional, que luego, si tiene éxito y logra suficientes escaños, formará grupo en coalicion con otros partidos de su misma línea ideológica.

Dependiendo de la tradición electoral de los países, puede haber una sola circunscripción para todo el estado (normalmente sólo países pequeños, con la notable excepción de España) o múltiples circunscripciones descentralizadas (Alemania, Italia, Polonia, Bélgica, Francia, Irlanda y Reino Unido).

Los estados miembros también difieren en la manera de nombrar a los candidatos. Mientras muchos estados permiten elegir un candidato o escogerlos en una lista abierta (Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Polonia y Suecia), otros estados permiten votar partidos (Alemania, España, Francia, Grecia, Hungría, Portugal, Reino Unido con la excepción de Irlanda del Norte y Rumania).

El período de elecciones lo determina la UE pero los estados pueden escoger un día dentro del período para celebrar las elecciones de acuerdo con su agenda nacional.

5. ¿Qué tienen de especial las elecciones europeas en comparación con las elecciones nacionales?

El comportamiento electoral en las elecciones al Parlamento Europeo durante estos años explica que los votantes normalmente percibían estos comicios como unas elecciones de poca relevancia y con poco efecto en sus vidas cuotidianas. Es por esa razón que la participación ha sido más baja que en las elecciones nacionales y que en algunas convocatorias ha habido dispersión del voto. Además, los votantes utilizan normalmente las elecciones al Parlamento Europeo para castigar o premiar al partido del gobierno sancionador.

La participación electoral ha ido bajando gradualmente desde 1979 a pesar de que la capacidad de influencia en la toma de decisiones del Parlamento Europeo ha ido aumentando con el tiempo y ha dado un gran paso con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. En el imaginario colectivo de la mayoría de los ciudadanos, las instituciones europeas se perciben como ajenas y alejadas de sus vidas cuotidianas. Debido a esta percepción la población no ha tenido suficientes alicientes para votar y las elecciones europeas se ven como unos comicios de segundo orden sin relevancia. En cambio, las elecciones nacionales tienen más participación porque se perciben como más cercanas, los electores conocen las caras de las personas a quién votan y, a priori, la ideología juega un papel más importante.

El hecho de que exista la percepción de que las elecciones al Parlamento Europeo son poco relevantes, hace que el votante ejerza su derecho de manera más sincera y con menos uso del llamado “voto útil”, es decir, votantes que optarían por partidos de implantación estatal y con tradición de gobierno en elecciones nacionales, pueden llegar a votar a partidos más pequeños con los que se sienten más identificados en las elecciones al Parlamento Europeo.

Por último, es también bastante habitual que los partidos de gobierno pierdan las elecciones al Parlamento Europeo, dado que al plantearse las campañas electorales en clave nacional, los electores pueden tomarse las elecciones como un barómetro de confianza hacia estos. Por este motivo, pueden decidir premiar o castigar (normalmente castigar) al partido del gobierno, sin que ello tenga consecuencias a corto plazo.

6. ¿Qué tiene de especial las elecciones europeas de 2014?

Estas elecciones al Parlamento Europeo son especiales porque son las primeras que se celebran después de la aprobación del Tratado de Lisboa y con la adhesión de Croacia a la Unión Europea. Con estos dos cambios, se reduce el número de diputados hasta 751 y hay un nuevo repartimiento de escaños en el Parlamento Europeo, por ejemplo, España pasa de 50 a 54 parlamentarios y Alemania de 99 a 96.

La otra novedad es que el Tratado de Lisboa estipula que el Consejo Europeo debe tener en cuenta el resultado de las elecciones al proponer al Presidente de la Comisión, y esto se puede traducir en que el Presidente de la Comisión provenga de la familia política ganadora de las elecciones al Parlamento Europeo. Para acercar las elecciones europeas al ciudadano y hacer las elecciones europeas más parecidas a unas elecciones nacionales; los partidos políticos europeos decidieron nombrar sus respectivos candidatos a la Presidencia de la Comisión, lo que representa una gran novedad respecto a anteriores elecciones.

Además del nombramiento de los candidatos ha habido partidos políticos que han llevado la elección de su candidato un paso más allá; por ejemplo, los Verdes decidieron hacer partícipes del nombramiento de su candidato a sus afiliados mediante unas elecciones primarias online a nivel europeo.

La última de las novedades que presentan estas elecciones europeas es la importancia que se les está dando a nivel institucional. Funcionarios de las instituciones recalcan que estás elecciones serán determinantes para el futuro de Europa El mismo portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, ha asegurado que “las próximas elecciones europeas son más políticas que todas las anteriores”.

Además, la devastación económica y los altos costes sociales producidos por la crisis ha incrementado la actividad y la visibilidad de los partidos populistas euroescépticos – un fenómeno que presenta un serio desafío para la continuidad de la Unión Europa y de las instituciones comunitarias.

7. ¿Veremos un incremento de los euro-escépticos/eurofóbicos?¿Qué pasa con la extrema derecha?

Aunque no se debe subestimar, la amenaza del euroescepticismo es en realidad más débil de lo que apuntan algunos análisis. Primero, estos grupos son extremadamente diversos; por ejemplo, los euroescépticos del UKIP no son lo mismo que el Frente Nacional francés de extrema derecha; y la ideología de un nacionalista checo no tiene nada que ver con la de un populista danés. Una de las características de estos grupos, hasta ahora, es la incapacidad de formar alianzas duraderas en el Parlamento Europeo y trabajar con los demás – algo fundamental en la Eurocámara. Mientras que los euroescépticos han sido capaces de formar grupos con alguna durabilidad (como los Conservadores y Reformistas Europeos y Europa de la Libertad y la Democracia durante la legislatura 2004-2009); la extrema derecha nunca ha conseguido formar una alianza que haya durado una legislatura entera. Fueron capaces de formar una en 2007 pero se disolvió después de 11 meses por comentarios racistas de uno de sus miembros.

En segundo lugar, el euroescepticismo ha estado siempre presente en el Parlamento Europeo, normalmente consiguiendo entre el 15 y el 20% de los votos. Este porcentaje no ha crecido significativamente a lo largo de los años, ya que a los euroescépticos les ha ido bien en algunas elecciones y han sufrido pérdidas en otras. Históricamente no euroescéptica, la mayoría de la extrema derecha se opone ahora a la UE o desconfía de ella en su forma actual. Son políticamente relevantes en menos de la mitad de los 28 países miembros de la UE y se espera que obtengan entre 34 y 50 escaños de 751.

A pesar de esto, hay razones para preocuparse. A pesar de que estos grupos puedan ser marginados del trabajo parlamentario en el Parlamento Europeo, en el pasado han demostrado que pueden ser efectivos a la hora de influenciar la agenda de los partidos tradicionales en asuntos sensibles como la inmigración o la integración europea, forzándolos a cambiar su discurso.

8. ¿Cómo se elige el Parlamento Europeo en España?

El sistema político español está basado en un sistema multipartidista tanto a nivel nacional como regional. Sin embargo, en el contexto español a menudo se habla de bipartidismo porque la escena política está dominada por dos partidos principales – el Partido Popular (PP) en el centro-derecha y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el centro-izquierda. Desde el final de la dictadura, estos dos partidos se han ido alternando el gobierno y la oposición dotando el sistema de estabilidad política. Los otros partidos estatales representados en el parlamento nacional son Izquierda Unida (IU) y el recién llegado Unión Progreso y Democracia (UPyD). Además, partidos regionales de las comunidades autónomas, particularmente, pero no solo, de Cataluña y el País Vasco, juegan un papel importante a nivel nacional.

A diferencia de los comicios nacionales, las elecciones europeas se organizan en una sola circunscripción, lo que es inusual para un país del tamaño de España en el contexto europeo. El sistema electoral es proporcional (fórmula d’Hondt) y no hay umbral electoral. Aunque el sistema de alguna manera favorece a los partidos pequeños, los principales partidos de ámbito estatal aún están sobre representados en términos de diferencia de porcentajes entre votos y escaños obtenidos y los partidos pequeños subrepresentados. Estos últimos forman alianzas electorales estratégicas que no siempre responden a orientaciones políticas convergentes o programas políticos compartidos para tener más posibilidades de obtener representación en el Parlamento Europeo. Las listas de los partidos son cerradas y bloqueadas.

En 2009, los votantes españoles eligieron 50 miembros al Parlamento Europeo y ahora serán 54 en 2014 por los cambios del Tratado de Lisboa.

9. ¿Cuales son los temas de campaña en España?

La campaña electoral europea en España está marcada por los costes económicos y sociales de la crisis. Según la encuesta del CIS de marzo de 2014, el paro es la principal preocupación de los españoles (82%), seguida de la corrupción y el fraude (41%) y los problemas de índole económica (28%). Los debates preelectorales han estado claramente ocupados por las diferentes lecturas de los partidos políticos sobre los orígenes y las responsabilidades de la crisis, y las consecuencias de las recetas de austeridad impuestas para recortar deuda. El peso del rescate financiero del sistema bancario español está también presente. Por eso, aunque estas elecciones pretenden promover un debate más europeo que en convocatorias anteriores, la lectura que se hará del resultado de los comicios será interna. El Partido Popular podría utilizar las urnas como termómetro para calcular el grado de confianza de la ciudadanía en la anunciada recuperación de la economía española ya que la precampaña se ha enfocado exclusivamente en clave española porque en el horizonte de los grandes partidos políticos se entrevén las elecciones municipales, autonómicas y generales de 2015.

Además del debate político y social, otro de los grandes temas en campaña es la regeneración democrática, también con una doble lectura: la recuperación de la confianza de la ciudadanía en las instituciones europeas, después de que el 75% de los españoles asegure no creer en la Unión Europea según el último Eurobarómetro; y por la pérdida de confianza en las instituciones públicas causada por los múltiples casos de corrupción que se investigan en España. Nuevas fuerzas políticas han emergido a nivel estatal y autonómico como respuesta al descontento con los partidos tradicionales, y su presencia en esta campaña europea modulará el debate hacia una agenda política marcada por la lucha contra corrupción, los recortes, la descentralización del estado y la necesidad de una regeneración democrática. Pero la batalla que tendrán en común en sus discursos todas las fuerzas políticas que concurren a estas elecciones será la de la abstención. La participación electoral decae en España y en los comicios europeos de 2009 no superó el 46%.

10. ¿Qué hay en juego en Cataluña?

Cataluña vive una doble crisis, económica y de relación con el gobierno central. El debate sobre el coste económico y social de las políticas europeas es uno de los grandes temas de campaña de unas elecciones que tendrán, sobretodo, una lectura interna propia. Los comicios europeos son la primera cita con las urnas desde que se aprobó la convocatoria de un referéndum de autodeterminación para el próximo 9 de noviembre en Cataluña. Una consulta, que el gobierno español no permite porqué la considera contraria a la Constitución, pero que cuenta con el apoyo de dos tercios de los diputados del parlamento catalán, cuyas formaciones han prometido trasladar a Bruselas esta demanda política.

La participación electoral en Cataluña en las europeas de 2009 no superó el 37'5%. La comunidad, históricamente europeísta, es hoy uno de los territorios dónde el desencanto con la construcción europea ha hecho mella. El debate sobre el futuro de una hipotética Cataluña independiente fuera de la UE es uno de los argumentos que esgrimen los contrarios al proceso de secesión. Aunque el inicio de la campaña electoral ha rebajado el grado de acaloramiento sobre esta cuestión, las elecciones europeas no escaparán a esta agenda política propia. Sin embargo, su presencia en la Eurocámara será menor ya que la ley electoral española para estos comicios prevé una única circunscripción para todo el estado así que la representación de los partidos políticos regionales en el Parlamento Europeo es inferior a la presencia que tienen en el Congreso español.