Invierno del descontento en Europa

Política Exterior – Agenda Exterior - 18 nov. 2021

Carme Colomina, investigadora principal del CIDOB, contribuye a este especial de Agenda Exterior sobre las posibilidades de un invierno convulso en Europa a causa de la inflación, los problemas de desabastecimiento, el precio de la energía y las consecuencias de la pandemia

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Texto Carme Colomina

Carme Colomina, investigadora principal del CIDOB, contribuye a este especial de Agenda Exterior sobre las posibilidades de un invierno convulso en Europa a causa de la inflación, los problemas de desabastecimiento, el precio de la energía y las consecuencias de la pandemia: 

“Se avecina una confluencia de distintos malestares: temores sociales y erosión política. Las cadenas de valor globales que entraron en shock al inicio del coronavirus vuelven ahora a una nueva carrera global para acaparar recursos: aquellos que deberían alimentar el retorno a la vieja normalidad de la producción manufacturera y su distribución logística a escala planetaria; y los que serán imprescindibles para la transición hacia una economía verde y digital. No es solo una nueva disrupción de la oferta. Es que el mundo sigue en competición. Pero esta lógica geopolítica se traduce en altos costes en el recibo de la luz o del gas, y en el desabastecimiento de algunos productos que generan nuevas sensaciones de vulnerabilidad en una población europea que ya temía las nuevas desigualdades sociales que pueden acarrear las transformaciones ecológica y digital, prioritarias para la UE. En Francia, el fantasma de los “chalecos amarillos”, en plena amenaza de crisis energética, atemoriza a un Emmanuel Macron en campaña permanente para las presidenciales de la próxima primavera. 

Estamos ante un nuevo escenario incierto para unos gobiernos desgastados por la larga gestión del Covid-19. La pandemia ha reforzado los espacios de confrontación política de la derecha radical. Los costes de las medidas tomadas durante los confinamientos han incrementado esta tensión democrática, también con la irrupción del movimiento antivacunas en las calles, sobre todo de Italia y Francia. La desconfianza en los procesos de vacunación es el reflejo de patologías previas al coronavirus: el desorden informativo, el descrédito de las instituciones y la polarización, que seguirán presentes en un invierno con la curva epidémica, de nuevo, en ascenso.”