LOS BRITÁNICOS: PARTIDARIOS DEL 'REMAIN' |
 © The Prime Minister's Office |  | MP, primer ministro, líder del Partido Conservador
@David_Cameron |  | «It's a sad night for me - I didn't want to be in this position. I wanted Britain to stay in a reformed European Union (...) but I'm more concerned about Britain getting its relationship right with Europe» (29 de junio)
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Tras llevar a su partido, a su país y a la UE a un colosal embrollo con el triunfo del Leave pese a sus desesperados llamamientos a favor de una permanencia que él mismo puso en cuestión, David Cameron aguanta impertérrito la catarata de reproches a su actuación "irresponsable" y vuelve a provocar perplejidad general. El todavía primer ministro ha anunciado una dimisión diferida a después del verano, ha renunciado a ser el "capitán" del Brexit, con lo que endosa a su sucesor en el liderazgo conservador la responsabilidad de activar, mediante una notificación oficial, el proceso de abandono de la UE en virtud del artículo 50 del Tratado de Lisboa, y en su última cumbre europea, el 28 de junio en Bruselas, sin dejar de insistir en la irreversibilidad del resultado del referéndum -que técnicamente no es vinculante para el Gobierno-, ha culpado a la propia UE de lo sucedido, por ponerle trabas en el control de la inmigración. Ahora, Cameron confía en un proceso de salida "lo más constructivo posible", mientras escucha demandas de presteza y el aviso de que no habrá ninguna negociación del nuevo marco de relaciones comerciales Reino Unido-UE mientras el Brexit no sea un hecho (Biografía CIDOB).
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 © Garry Knight/Flickr |  | MP, líder del Partido Laborista
@jeremycorbyn |  | «We must ensure that negotiations to leave the EU safeguards jobs, protects workers' rights and the environment» (25 de junio)
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El desenlace del referéndum del 23-J está causando daños colaterales inesperados. Jeremy Corbyn, aupado al liderazgo del laborismo británico en septiembre de 2015 con una plataforma radicalmente izquierdista y crítica con las políticas de austeridad, sean las del Gobierno Cameron o las prescritas por el núcleo duro europeo, siempre ha tenido en contra al establishment de su formación. Sus detractores internos no tardaron ni un día en recriminarle la "tibieza" con que defendió la postura oficial del partido a favor de la permanencia en la UE y en presentarle una moción de censura, detonante de una rebelión de vastas proporciones. El 28 de junio nada menos que el 81% de los comunes laboristas votaron en su contra, pero Corbyn se niega a dimitir al tiempo que defiende haber hecho "todo lo que pudo" en la campaña por el Remain, que ligó a la preservación de unos estándares nacionales de protección social y medioambiental. Si bien su situación es crítica, Corbyn se revuelve contra un voto parlamentario al que niega "legitimidad constitucional" y asegura que no va a "traicionar" a las bases que lo eligieron democráticamente (Biografía CIDOB).
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 © World Economic Forum/Flickr |  | MP, canciller del Exchequer
@George_Osborne |  | «Clear signs of economic shock in the aftermath of Leave vote. It will require a supreme national effort, but we can come through this challenge» (1 de julio)
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El fiel lugarteniente de Cameron encargado de ejecutar, sin éxito, la batalla contra el déficit y la deuda públicos ha puesto firma al argumentario del oficialismo sobre los costes económicos y financieros que acarrearía votar por la salida de la UE. Frisando lo apocalíptico, en la campaña del referéndum el canciller del Exchequer vaticinó recesión, subidas de impuestos, nuevos recortes y austeridad. Osborne, antiguo alumno de Eton y Oxford que no ha conseguido librarse del sambenito de "elitista" amigo del alivio fiscal de los ricos, fue durante años un aspirante potencial a la sucesión de Cameron. El 28 de junio, anticipándose en dos días al sorpresivo paso atrás de Boris Johnson por el también inopinado paso al frente de Michael Gove, y con la también ministra Theresa May bien situada de cara a la elección interna de septiembre, zanjó que él no era la persona capaz de "brindar la unidad" que el Partido Conservador necesita. Su único interés es, subraya, trabajar desde su puesto para dar al país "estabilidad económica" en el inquietante escenario post-Brexit y preservar los lazos comerciales "más estrechos posibles" con los socios europeos. El 1 de julio reconoció que la meta de obtener superávit presupuestario en 2020 no es "realista".
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 © Scottish Government/Flickr |  | Ministra principal de Escocia, líder del SNP
@NicolaSturgeon |  | «I want to take the opportunity this morning to speak directly to citizens of other European countries living here in Scotland - you remain welcome here, Scotland is your home and your contribution is valued» (24 de junio)
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Con los partidos Conservador y Laborista desangrándose en sendas grescas internas y los principales cabecillas euroescépticos (Johnson, Farage) anunciando su mutis a pesar de haber ganado el referéndum sobre la UE, solo Nicola Sturgeon y el nacionalismo escocés salen reforzados del resultado del 23-J. Durante la campaña, con su energía habitual, la eurófila ministra principal de Escocia y líder del SNP fue enfática en que había que votar por quedarse "para proteger el lugar de Escocia en Europa". Nada más confirmarse que el Remain se había impuesto en su jurisdicción con el 62% de los votos, Sturgeon apuntó que era "altamente segura" la convocatoria de un segundo referéndum sobre la independencia nacional, después del celebrado en 2014 con resultado adverso para las tesis secesionistas de Edimburgo, ya que era "democráticamente inaceptable" para Escocia que se la sacara de la UE "contra su voluntad". Acto seguido, afirmó que el Parlamento de Holyrood podría vetar el Brexit con arreglo a sus prerrogativas legales, y dirigió gruesos dardos contra los abanderados ingleses del Leave. El 29 de junio Sturgeon expuso sus demandas de amparo a Jean-Claude Juncker y Martin Schulz en Bruselas, pues los escoceses estaban "decididos a seguir en la UE" (Biografía CIDOB).
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 © Unión Europea |  | MP, secretaria de Estado del Home Office
@theresa_may |  | «If we are looking ahead – we might see in the run-up to [an EU deal] people wanting to come to the UK before that exit happens» (3 de julio)
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En el referéndum del 23 de junio la llamada (nueva) Dama de Hierro del conservadurismo británico hizo campaña, aunque con nulo entusiasmo, en favor del Remain básicamente por lealtad a su jefe político, David Cameron. Uno de los pesos pesados del Gobierno como secretaria de Interior, Theresa May está más próxima en realidad al sentir euroescéptico y en los últimos tiempos se ha distinguido por su discurso de gran firmeza frente al terrorismo yihadista y duro también con la inmigración: la afluencia masiva de extranjeros hace "imposible construir una sociedad cohesionada", sostiene. Defiende el control de las fronteras para taponar la inmigración clandestina, el endurecimiento de las políticas de asilo y el "freno de emergencia" sobre los beneficios sociales de los residentes de otros países de la UE. Incluso ha propuesto que Londres se desligue de la Convención Europea de Derechos Humanos. May estaba desde hacía tiempo en la carrera oficiosa por la sucesión de Cameron, pero a la zaga del extravagante aunque popular Boris Johnson. La autodescalificación de este el 30 de junio la ha convertido en la clara favorita para imponerse en la liza final del 9 de septiembre. Promete ser una dirigente "fuerte y reconocida" para reunificar a los tories y guiar al país por la procelosa senda del Brexit. Pero no se muestra muy halagüeña sobre el futuro que les aguarda a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido, pues su situación "dependerá" del resultado de las negociaciones con Bruselas (Biografía CIDOB).
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Ex primer ministro y líder laborista /
@tonyblairoffice Tony Blair ha dedicado parte de su actividad mediática, en buena medida absorbida por la fuerte polémica que todavía envuelve su participación hace 13 años en la invasión de Irak, a defender las ventajas y beneficios del
Remain. Tras el referéndum, ha justificado la decisión de Cameron de no invocar por el momento el artículo 50 del Tratado de la UE que regula la salida de un Estado miembro y da por sentado que abandonar "la mejor unión política y el mayor mercado comercial del mundo" tendrá "consecuencias adversas" para el Reino Unido, país que ahora mismo está "en peligro". Blair se declara "creyente en el proyecto europeo", aunque cree imprescindible una "verdadera reforma" en la UE. También, señala que las próximas negociaciones con Bruselas para el
Brexit, dada su "extraordinaria complejidad", precisan de alguien dotado de una "seria capacidad como estadista", comentario que sugiere que está pensando en sí mismo para dicha tarea
(Biografía CIDOB).
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Ex primer ministro y líder laborista /
@OfficeGSBrownEn 2014 Gordon Brown acudió al rescate de un apurado Cameron cuando la campaña del referéndum escocés y en los meses previos al referéndum
in/out sobre la UE realizó encendidos alegatos en pro de la permanencia. Así, ganando de largo en contundencia al actual líder del laborismo, Jeremy Corbyn, advirtió que el Reino Unido se convertiría en "la Corea del Norte" de Europa si optaba por abandonar la UE y que el país, lejos de marcharse, debía "liderar" el club de los 28. En la campaña de junio el primer ministro conservador volvió a recurrir a él para intentar recuperar el terreno perdido en las encuestas por el
Remain. Pero en esta ocasión, el "talismán Gordon" no resultó suficiente para impedir la victoria del
Leave(Biografía CIDOB).
Ex primer ministro y líder conservador El protagonista de la defenestración tory de Margaret Thatcher en 1990 -histórico golpe de palacio con el que ya se comparan las crudas intrigas cainitas que desgarran el Partido Conservador en 2016- ha querido hacer oír su voz en el debate nacional sobre el Brexit. En la campaña del referéndum, sir John Major, el primer ministro que obtuvo de la CEE los protocolos opt-out que exoneraban al Reino Unido de los capítulos del Tratado de Maastricht relativos a la Unión Económica y Monetaria y a la política social, y que sacó a la libra del ERM en 1992 también, polemizó con Boris Johnson y los demás partidarios de la salida de la UE, a los que acusó de "engañar" a los electores con "una galaxia de información inexacta y francamente falaz", y con una pila de promesas de ahorro de dinero y advertencias de costes extra tan "escuálida" como "fatua".
LOS BRITÁNICOS: PARTIDARIOS DEL 'LEAVE' |
 © Unión Europea |  | MP, ex alcalde de Londres
@BorisJohnson |  | «...That is the agenda for the next Prime Minister of this country. But I must tell you my friends (...) that, having consulted my colleagues, I have concluded this person will not be me» (30 de junio)
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Demagogo, heterodoxo, carismático, estrafalario, mordaz, brillante, bufón, el político más popular de Inglaterra, persona no apta para ser primer ministro... Boris Johnson lleva coleccionando calificativos desde sus tiempos de corresponsal en Bruselas, y su fama y ambiciones subieron como la espuma en los ocho años en que fue alcalde de Londres. El 21 de febrero de 2016 lanzó el guante a Cameron al anunciar su adhesión al bando del Brexit. Luego, desarrolló una campaña en la que dio rienda suelta al populismo, pintando una cornucopia de beneficios para un Reino Unido al margen de la UE (pero manteniendo las relaciones de "libre comercio" y una "intensa cooperación" política, matizó) y llegando a comparar la "colonización" por parte de una Europa "federal" con el imperio nazi de Hitler. El resultado del referéndum pareció coronarle como el líder in péctore del Partido Conservador tras la marcha anunciada de Cameron, pero el 30 de junio dejó atónitos a todos al retirar su candidatura en respuesta al destape de la suya por Michael Gove, quien le negó capacidad de liderazgo. El público se pregunta si la súbita espantada de Johnson obedece realmente al giro dramático que el secretario de Justicia ha impuesto a la "guerra civil" de los tories o si más bien tiene que ver con un vértigo a posteriori por la tempestad que ha desatado la victoria del Leave (Biografía CIDOB).
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 © Euro Realist Newsletter/Flickr |  | MEP, líder del UKIP
@Nigel_Farage |  | «The EU is done for. The sooner it’s replaced with a different kind of Europe of trade and co-operation, the better. EU is a failing political project with a currency that has caused economic misery and whose migrant policy has brought great division» (27 de junio)
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El 24 de junio de 2016 el más vehemente y radical detractor británico de la UE tuvo su madrugada de gloria. Tras años de imparable avance electoral de su partido, aunque no traducido en una cuota de escaños en Westminster, y de dictar la pauta en el debate nacional sobre la movilidad y los derechos de los trabajadores comunitarios, que él desea cercenar, Nigel Farage celebró que sus paisanos hubieran votado por "recobrar el control de las fronteras, la democracia y el país" y, en suma, por restituir la "independencia" del Reino Unido, decisión democrática que el " establishment" y la " big politics" debían acatar sin rechistar. El 51,9% sacado por el Leave podía verse como un premio a su campaña soberanista, saturada de tonos eurófobos y equiparada a la "Batalla de Inglaterra" de 1940. El 28 de junio, exultante, se presentó en el Parlamento Europeo, su lugar de trabajo desde 1999, para desquitarse de los eurodiputados hostiles con un: "Cuando vine aquí hace 17 años y dije que quería liderar una campaña para sacar a Gran Bretaña de la UE, todos os reísteis de mí; bueno, ahora no os reís". Pero el 4 de julio Farage puso la guinda a 11 frenéticos días en la política británica con el anuncio de que dejaba el liderazgo del UKIP: "Mi ambición política ha sido lograda (...) Dije que quería traer a mi país de vuelta (...) [ahora] quiero traer mi vida de vuelta", comunicó (Biografía CIDOB).
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 © Policy Exchange/Flickr |  | MP, lord Canciller y secretario de Estado de Justicia
@Gove2016 |  | «I have come, reluctantly, to the conclusion that Boris cannot provide the leadership or build the team for the task ahead» (30 de junio)
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El 30 de junio de 2016, luego de rebelarse contra Cameron por considerar inanes las concesiones soberanistas arrancadas por este a Bruselas y de orquestar la Campaña Vote Leave, en la cual dijo, en respuesta al coro de advertencias sobre las consecuencias negativas de retirarse de la UE, que el pueblo británico estaba "harto de expertos", el secretario de Justicia Michael Gove contribuyó a agudizar el caos político generado por el referéndum con el lanzamiento de su candidatura al liderazgo conservador, una vez abierta la veda por Cameron al tirar la toalla. El movimiento de Gove, un político que ya traía un perfil de intrigante y maniobrero, y que hasta la víspera había insistido en que no deseaba ser primer ministro, ha sido visto por propios y extraños como un escandaloso acto de "traición" (la prensa nacional habla sin tapujos de "stab in the back") a su aliado en la empresa del Brexit, el infinitamente más popular y carismático Boris Johnson, cuya reacción automática fue, pese a ser el gran favorito, apearse del proceso electivo interno que debe culminar el 9 de septiembre. En la primera criba de candidatos, el 5 de julio, Gove quedó tercero por detrás de sus colegas del Gabinete Theresa May y Andrea Leadsom, pero en la segunda, el 7 de julio, resultó apeado.
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 © Department of Energy & Climate Change |  | MP, ministra de Estado para la Energía
@andrealeadsom |  | «Huge congratulations on our Independence Day!!! A superb result for the UK» (24 de junio)
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La ministra de Energía del Gabinete Cameron acogió el resultado del referéndum con un alborozo digno de Nigel Farage. El 30 de junio, cuando el público estaba digiriendo el bombazo de la entrada en la competición de Michael Gove, y horas antes de conocerse la retirada de la misma de Boris Johnson, Leadsom confirmó que era candidata al liderazgo del Partido Conservador, a la vez que Theresa May, secretaria del Interior y pro-Remain, y Liam Fox, ex secretario de Defensa y, como ella, pro-Leave. Blandiendo un argumento lógico dadas las circunstancias, que solo un aspirante que ha portado esta bandera en la pasada campaña puede conducir desde el 10 de Downing Street las negociaciones con Bruselas para el Brexit, Leadsom ha ganado para su causa a varias figuras de peso del euroescepticismo tory, como Iain Duncan Smith, Theresa Villiers y el propio Johnson. La primera eliminatoria de candidatos votada por el grupo parlamentario de los Comunes, el 5 de julio, se saldó con la eliminación de Fox, la retirada voluntaria de Stephen Crabb y la colocación de Leadsom en segundo lugar, muy por detrás de May y superando a Gove. Dos días después, las dos mujeres se aseguraron el pase al duelo final del 9 de septiembre, a dirimir por los afiliados. Su tesis, inconcebible para los europeístas, es que el Reino Unido debe mantener un área de libre comercio con la UE, pero sin libre circulación de personas.
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MP, ex secretario de Trabajo y Pensiones, ex líder conservador
Quien fuera el líder de la oposición al Gobierno Blair entre 2001 y 2003 pertenece a la facción euroescéptica de más solera dentro del Partido Conservador. El 20 de febrero de 2016 fue uno de los seis miembros del Gobierno Cameron que se posicionó abiertamente contra las directrices del primer ministro de cara al referéndum. El 13 de marzo siguiente pasó a integrar el Comité de la Campaña Vote Leave y solo cinco días después dimitió como secretario de Estado para el Trabajo y las Pensiones, puesto que ocupaba desde 2010. En principio, la renuncia no tenía nada que ver con el debate sobre el Brexit; Smith se iba en protesta por las intenciones del canciller del Exchequer, Osborne, de recortar las coberturas sociales de los discapacitados. En la competición por la sucesión de Cameron, apuesta por Andrea Leadsom.
MP, líder de la Cámara de los Comunes
Chris Grayling, desde 2015 líder de los Comunes y lord presidente del Consejo, es uno de los varios miembros del Gabinete que desafió la consigna proeuropea de Cameron antes del referéndum del 23 de junio. Como otros primeros espadas del partido, su nombre fue barajado en las quinielas de posibles aspirantes al liderazgo conservador en sucesión de Cameron, quien antes de las elecciones parlamentarias de 2015 ya anunció que no repetiría un tercer mandato. Finalmente, Grayling ha preferido apoyar la postulación de Theresa May, a pesar de no compartir bando en relación con el Brexit.
LOS LÍDERES EUROPEOS |
 © Unión Europea |  | Presidente de la Comisión Europea
@JunckerEU |  | «In a free and democratic process, the British people have expressed their wish to leave the European Union. We regret this decision but respect it. This is an unprecedented situation but we are united in our response» (24 de junio)
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La primera reacción de Jean-Claude Juncker el 24 de junio por el resultado del referéndum británico fue estrictamente institucional, aunque nítida. Tras reunirse con Donald Tusk, Martin Schulz y Mark Rutte, el presidente de la Comisión leyó una declaración conjunta por la que los cuatro dirigentes acataban la decisión de los electores, daban seguridades de que "la Unión de los 27" se mantendría y emplazaban a Londres a hacer efectivo el Brexit "tan pronto como sea posible, a pesar de lo doloroso que pueda resultar", para ahorrar "incertidumbre" a todos. Ya ese mismo día, por la noche, el ex primer ministro luxemburgués comenzó a tirar de su característica sorna crítica, dejando clara una decepción con asomos de resentimiento: "No es un divorcio amistoso, aunque al fin y al cabo tampoco era exactamente una gran historia de amor", declaró a una televisión alemana. El día 28 recibió a Cameron para una embarazosa cumbre postrera en Bruselas y en la Eurocámara se dirigió a Nigel Farage y sus diputados con un destemplado "¿por qué estáis aquí?". El 5 de julio, quien jugará un papel capital en las difíciles negociaciones que se avecinan con el próximo líder británico volcó todo su sarcasmo contra los renunciantes Boris Johnson y Farage, "los gloriosos héroes del Brexit de ayer" devenidos "los tristes héroes de hoy", cuyo proceder no era digno de "patriotas" (Biografía CIDOB).
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 © Unión Europea |  | Presidente del Consejo Europeo
@eucopresident |  | «I am fully aware of how serious, or even dramatic, this moment is politically (...) It is a historic moment but for sure not a moment for hysterical reactions» (24 de junio)
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Donald Tusk ya formó parte de la mesa tripartita de negociaciones que desembocó en el acuerdo de concesiones a Londres y que dio pie a Cameron para convocar, el 20 de febrero de 2016, la consulta del 23 de junio. Ahora, el ex primer ministro polaco volverá a conducir junto con Juncker un sumamente complicado proceso de Brexit que podría prolongarse durante dos años e incluso más tiempo, tan pronto como el sucesor de Cameron formule la solicitud oficial de salida. Sombrío y distanciado de los que sostienen que la grave crisis existencial que sufre la UE debe combatirse con un enérgico empuje del elemento supranacional, Tusk ya avisó del "caos" que se avecinaba si vencía el Leave y sostuvo que la UE debería abandonar sus "sueños utópicos" sobre una integración política total para concentrarse en combatir la amenaza que entraña el auge de las fuerzas euroescépticas y "antiliberales", y "avanzar en actividades prácticas" como reforzar las fronteras externas y completar la unión bancaria. Sus mensajes post-referéndum están incidiendo en que la "situación negativa" que vive la UE se va a gestionar con serenidad, "sin vacío legal" y estrictamente con arreglo a los procedimientos previstos por los Tratados. Un llamamiento a la calma que no oculta un cierto matiz pesimista en las palabras del presidente del Consejo Europeo (Biografía CIDOB).
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 © Unión Europea |  | Presidente del Parlamento Europeo
@MartinSchulz |  | «The start of the withdrawal procedure must take place immediately and the negotiations between the UK and the EU must be speedy: there is no time for delays» (24 de junio)
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El cabeza del Parlamento Europeo forma junto con sus colegas de la Comisión (Juncker), el Consejo Europeo (Tusk) y la presidencia nacional semestral del Consejo de la UE (hasta el 1 de julio el holandés Rutte y desde entonces el eslovaco Fico) el grupo de los cuatro presidentes responsables de hablar en nombre de la Unión ante la tremenda marejada que ha creado la fractura del Brexit. El antiguo librero renano no es de los que se muerde la lengua en las situaciones comprometidas, y en esta ocasión ha dado cancha a su enfado y su pesadumbre por la situación creada por Cameron, cuya decisión de no hacer efectiva ya su dimisión considera "escandalosa". El político socialdemócrata deplora que, una vez más, "todo un continente se vea rehén de las peleas internas del partido tory", y toca a rebato de los 27 para cerrar las brechas abiertas en el buque europeo, entre las que incluye "la crisis migratoria, los desequilibrios sociales, la evasión y el fraude fiscales". Schulz cree que para superar el desbarajuste actual la UE tiene que hacer más visible su trabajo ante los ciudadanos. Así que el 4 de julio expuso un anteproyecto, de regusto federalista, para reemplazar la Comisión Europea por un "verdadero Gobierno europeo" supervisado por un Parlamento bicameral y que rinda cuentas ante los electores (Biografía CIDOB).
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Canciller de Alemania La canciller pasa por el peor momento de su mandato debido a las facturas domésticas de su manejo de la crisis de los refugiados, así que sus reacciones tras el referéndum británico, que ya ha abierto una seria trifulca con sus socios de la gran coalición, los socialdemócratas, por el eterno tema de la austeridad, están siendo medidas. El 24 de junio Merkel expresó su "gran pesar" por lo que debía verse como un "punto de inflexión en el proceso de unificación europea", y en los días inmediatamente posteriores Berlín dio a entender que no consideraba prudente apremiar a Londres con cajas destempladas para que invocara de inmediato el artículo 50 del TUE. Pero el 28 de junio la dirigente alemana, en un discurso en el Bundestag, elevó el tono con la advertencia al Reino Unido de que no podía pretender convertir las negociaciones para el período post-
Brexit en un ejercicio de "selección a la medida" ("
rosinenpickerei"), tomando los "privilegios" y desechando las "responsabilidades". Es decir, que el sucesor de Cameron debe asumir que seguir en el mercado interior único conlleva aceptar en bloque las cuatro libertades de movimientos, de mercancías, servicios, capitales y personas, no únicamente las tres primeras
(Biografía CIDOB).
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Presidente de Francia /
@fhollandeA Hollande, que como Merkel hace frente a precarios niveles de popularidad, le preocupan sobremanera las implicaciones en la política nacional de casa del resultado del referéndum, que da alas adicionales a Marine Le Pen y el Frente Nacional justamente cuando mejor les van los sondeos. El presidente se ha puesto a la cabeza de los gobiernos europeos más acuciantes a Londres para que active el procedimiento de salida de la UE a la mayor brevedad. Fuentes del Elíseo han informado a los medios que la estrategia prioritaria de Hollande es "evitar la contaminación del
Brexit" y proponer con rapidez "un nuevo proyecto para Europa" basado en una mayor integración política
(Biografía CIDOB).
Primer ministro de Italia /
@matteorenziEn una primera reflexión rápida tras conocer el resultado del referéndum, el jefe del Gobierno italiano llamó a cambiar la UE "para hacerla más humana y más justa"; "Europa es nuestra casa, nuestro futuro", apostilló. A continuación, sus ministros prorrumpieron en lamentaciones por el veredicto de los electores británicos. En síntesis, el mensaje de Roma, cuyo actual Ejecutivo se sitúa en el barco de los discrepantes con las políticas de rigor presupuestario prescritas por Alemania, es que la UE tiene que virar de rumbo en varias áreas o se aboca a la desintegración y el colapso. El 27 de junio, en la víspera de la cumbre europea con Cameron, Renzi, Merkel y Hollande se reunieron por su cuenta en Berlín e instaron al Gobierno de Londres a comunicar oficialmente al Consejo Europeo su decisión de abandonar la UE para poder empezar a negociar el
Brexit. En la subsiguiente cita de los 28 en Bruselas, Renzi hizo saber su deseo de construir "una Europa social que hable de voluntariado, sector terciario, cultura, escuelas y jardines de infancia, no solo de bancos, burocracia, reglas y austeridad". Pero el inquilino del Palacio Chigi no se pronuncia sobre un hecho de lo más inquietante: que las grandes turbulencias financieras provocadas por el
Brexit están poniendo en evidencia la peligrosa vulnerabilidad de la banca italiana, que acumula 360.000 millones de euros en deuda incobrable
(Biografía CIDOB).
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Primer ministro de EslovaquiaLos responsables políticos más identificados con la integración europea acogen con aprensión la llegada, conforme a los turnos nacionales establecidos, del eslovaco Robert Fico a la presidencia semestral del Consejo de la UE en plena galerna del
Brexit. El nuevo integrante del grupo de los
cuatro presidentes de la Unión, al igual que otros mandatarios de Europa central y oriental, y más desde los sucesos de Colonia, se negó en redondo a aceptar la asignación obligatoria de refugiados sirios por cuotas nacionales (un "mecanismo de redistribución automática de migrantes") acordado por los ministros en 2015, y hasta cierra las puertas de su país a todo inmigrante de religión musulmana porque "su integración no es posible". El "halcón" de la UE asume que el problema migratorio es un factor de "división" entre los estados miembros, y su diagnóstico de lo sucedido en el Reino Unido es que se trata de un "hecho excepcional en tiempos turbulentos". En la inauguración de la presidencia rotatoria, el 1 de julio, Fico escuchó del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, estas palabras: "A partir de este momento, asumís una gran responsabilidad: no solo en lo que respecta a la gestión del día a día de la Unión durante los próximos seis meses, sino también en lo que se refiere al proceso de revitalización de nuestra comunidad"
(Biografía CIDOB).
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Primera ministra de Polonia /
@BeataSzydloLa cabeza del Gobierno de la UE más orientado a la derecha, cuyas reformas ultraconservadoras y maniobras autoritarias traen de cabeza a la Comisión Europea por su posible conculcación del Estado de derecho, barre para casa a la hora de hacer lectura del resultado del referéndum británico. A su entender, la victoria del
Brexit es básicamente la consecuencia de años de actitud evasiva por parte de los líderes europeos, quienes se han dedicado a "barrer bajo la alfombra" las crisis que les han ido surgiendo. En las presentes circunstancias, la UE tiene que "reflexionar" sobre qué "dirección" tomar, arguye. En febrero, Szydlo le dijo a Cameron que el Reino Unido era un "socio estratégico" de Polonia y en marzo, después de los atentados de Bruselas, Varsovia decidió anular su compromiso de acoger a 7.500 refugiados sirios
(Biografía CIDOB).
Presidente del Gobierno de España /
@marianorajoyAl gobernante en funciones español el referéndum del Reino Unido le tocó en el cierre de la campaña de las elecciones generales del 26 de junio, las segundas en medio año, y ahora, tras ganarlas pero sin mayoría absoluta de nuevo, se encuentra absorbido por el interminable laberinto político de España, que sigue sin tener claro quién va a ser el próximo presidente del Gobierno y cuándo; además, Madrid tiene sobre la mesa un procedimiento de multa de la Comisión Europea por incumplimiento del déficit. Con todo, Rajoy ha salido al paso de la vorágine del
Brexit para transmitir "serenidad y tranquilidad", pues hay un marco jurídico preciso para administrar esta situación, recuerda, y además España presenta "sólidas bases económicas para soportar las turbulencias financieras". También, cree la UE, "el espacio de mayor prosperidad y bienestar", debe ver el resultado del referéndum como un "acicate" para una "mayor integración económica y política". Por otro lado, La Moncloa se ha apresurado a proponer a Londres un régimen de "cosoberanía" para Gibraltar, donde el
Remain ganó prácticamente por unanimidad, y, esta vez con la mirada puesta en el independentismo catalán, ha afirmado que es inadmisible que los escoceses abran negociaciones directas con Bruselas ("si el Reino Unido se va, Escocia se va")
(Biografía CIDOB).
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Primer ministro de Hungría El polémico dirigente húngaro, en el ojo del huracán a lo largo de la crisis de los refugiados de 2015-2016 por su agresiva estrategia de contención con el levantamiento de vallas militarizadas en las fronteras nacionales con Serbia y Croacia, ha sido rápido en sacarle partido al referéndum del Reino Unido. El 5 de julio, luego de aseverar el primer ministro que los británicos meramente habían apostado por "resistir la presión migratoria" y que Bruselas debía "escuchar la voz de la gente", Budapest anunció que el 2 de octubre el país centroeuropeo celebrará un referéndum para decidir si la UE puede "prescribir el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros en Hungría sin el consentimiento del Parlamento". Orbán ya rechazó de plano el esquema de cuotas nacionales de acogida de refugiados sirios aprobado en septiembre de 2015 por los ministros del Interior y junto con el eslovaco Fico acudió a los tribunales para impugnar el plan
(Biografía CIDOB).
Primer ministro de Grecia /
@tsipras_eu Luego de haber copado el protagonismo de la UE en el dramático año de 2015, cuando Grecia estuvo a punto de ser expulsada de la Eurozona, Alexis Tsipras está pasando un poco de puntillas por la crisis del
Brexit. Lo que dijo Tsipras el 24 de junio fue que el voto de los británicos podía "servir como una llamada a despertar al cambio, o bien marcar el principio de un camino peligroso", para añadir: "necesitamos una nueva visión para una mejor Europa, donde la política recupere la primacía sobre los mercados". Cuatro días después, sentenció que Europa había "alcanzado una crisis predecible debido al déficit democrático, y a la ausencia de cohesión social y solidaridad". Medio desaparecido de los grandes focos, el gobernante heleno tiene entre manos la complicadísima ejecución del programa de austeridad y reformas estructurales incluido en el memorándum de entendimiento del tercer rescate financiero de su país
(Biografía CIDOB).
Primer ministro de los Países Bajos Mark Rutte, que con el adiós de Cameron queda como el tercer gobernante más antiguo de los 28 por detrás de Merkel y casi a la par que el húngaro Orbán, se despidió el 1 de julio como presidente nacional de turno del Consejo de la UE en el primer semestre de 2016, días después de celebrar con Juncker, Tusk y Schulz una reunión de urgencia de los
cuatro presidentes para una primera toma de postura frente al
Brexit, que ha puesto un colofón desagradable a su mandato. El gobernante holandés viene situándose en la órbita de Alemania a la hora de formular la estrategia, ortodoxa en la defensa a ultranza de la disciplina fiscal, para combatir la crisis de las deudas de la Eurozona, y también sintoniza con Berlín en la cautela integracionista. Al igual que los democristianos alemanes, el liberal Rutte lleva un tiempo sugiriendo que no es conveniente pisar el acelerador para avanzar hacia una Unión más estrecha con tantos focos de crisis abiertos. Antes del referéndum, deslizó una advertencia para Londres, que si su Gobierno, en un escenario de salida, se decidía a aplicar a los ciudadanos de la UE su sistema de selección por puntos para recibir el permiso de residencia, hasta ahora reservado a los extracomunitarios, entonces los otros países europeos podrían actuar en consonancia
(Biografía CIDOB).
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Primer ministro de Bélgica /
@CharlesMichelEn la traumatizada Bélgica, el frente terrorista abierto por el Estado Islámico junto con el acalorado debate político y social sobre la eficacia de los servicios de seguridad belgas y la integración de los inmigrantes árabe-musulmanes entre los que surgen muchos reclutas del yihadismo -todo lo cual espolea el proselitismo de las pujantes ultraderechas valona y flamenca-, no han disminuido un ápice la identificación de Charles Michel con la corriente europeísta federalista. Tras el 23-J británico, el dirigente liberal francófono ha sido uno de los políticos de la UE más duros con David Cameron: "Este referéndum es una bofetada al proyecto europeo, pero hay que mantener la cabeza fría (...) No tengo la intención de aceptar que uno haya de someterse al chantaje de Gran Bretaña y que se juegue con los países europeos. No acepto que Europa sea tomada como rehén. No acepto que Europa y Bélgica paguen la factura de las decisiones tomadas en Gran Bretaña", declaró Michel el 28 de junio instantes antes de comenzar la última y tensa cumbre del primer ministro dimisionario con sus 27 socios en Bruselas
(Biografía CIDOB).
LOS DIRIGENTES EUROESCÉPTICOS |
Presidenta del Frente Nacional (FN) /
@MLP_officielLa líder de la ultraderecha francesa, que ya disfruta de unos sondeos de intención de voto de lo más propicios (si las elecciones presidenciales se celebraran ahora, probablemente encabezaría la primera vuelta, mientras que en un balotaje con François Hollande, aunque no con Nicolas Sarkozy o Alain Juppé, algunos muestreos le confieren el pasaporte al Elíseo), considera el triunfo del Leave al otro lado del canal de la Mancha la mejor de las noticias. Tras saludar el resultado desde su cuenta de Twitter con un eufórico "¡victoria de la libertad!", y compararlo con la caída del Muro de Berlín, Marine Le Pen se apresuró a certificar que si en 2017 es elegida presidenta, en seis meses convocará "el mismo referéndum" en Francia, pues la UE es un "sistema totalitario" que impone "esa estúpida política de austeridad", "desindustrialización", "desempleo" e "inmigración ilegal masiva", la cual se cuela por las puertas de Schengen. La hija de Jean-Marie Le Pen proclama que asistimos a una "primavera de los pueblos" y confía en que el Reino Unido "demostrará que hay un mejor destino fuera de la Unión Europea", a menos que esta se transforme para dar lugar a una "cooperación de naciones libres y soberanas". Por de pronto, añade, los británicos han dejado claro que la UE "no es irreversible".
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Líder del Partido por la Libertad (PVV) /
@geertwilderspvv Al igual que su estrecha aliada gala, el líder antiinmigración y nacional-populista holandés se ha congratulado efusivamente por la elección del Brexit ("¡adiós, Bruselas!", "¡y los Países Bajos serán los siguientes!", twiteó tan pronto como supo los resultados). Como Le Pen, Geert Wilders ya ha reclamado "nuestro turno", un referéndum nacional sobre la permanencia o salida de este país fundador de las Comunidades Europeas. Antes de la consulta británica, el llamado Nexit estaba lejos de contar con el favor de una mayoría de holandeses, pero ahora esta posibilidad, inimaginable hasta hace tan solo unas semanas, gana adeptos con celeridad. Más allá de si Wilders consigue o no imponer un debate nacional al respecto, como Nigel Farage logró en el Reino Unido, lo cierto es que su partido, el PVV, lleva casi un año mandando en las encuestas de cara a las elecciones legislativas de 2017.
Presidente del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) /
@HCStracheFP A diferencia de Le Pen y Wilders, Heinz-Christian Strache, al que debe considerarse el más potente dirigente de la extrema derecha europea porque su partido, con más de un 30% de intención de voto, tiene todas las de ganar las próximas elecciones legislativas, en principio previstas para 2018, y porque en octubre de este año dispone de una segunda oportunidad para llevarse la Presidencia de la República luego de ver cómo se le escapaba por un puñado de votos en el ahora anulado balotaje de mayo, no ha puesto sobre la mesa la demanda de un referéndum nacional de pertenencia a la UE. Esta contención de Strache, enemigo acérrimo de Schengen y de la adhesión de Turquía, y que no he dejado de felicitar a los británicos por hablar claro contra el "statuo quo político" y la "continua locura migratoria", podría tratarse de un gesto calculado, para no poner en riesgo el extraordinario auge proselitista de su partido, el FPÖ, en medio del ambiente de hundimiento que gravita sobre los partidos de la gran coalición gobernante, el SPÖ del canciller Christian Kern y el ÖVP del vicecanciller Reinhold Mitterlehner. Aparcando las estrategias más radicales, Strache buscaría retener a muchos votantes disgustados por cómo se están haciendo las cosas en Austria, pero que no se consideran en absoluto eurófobos.
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Candidato presidencial del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) /
@norbertghofer
El segundo de a bordo en el FPÖ, Norbert Hofer, nuevamente candidato presidencial tras ganar su formación, el 1 de julio, la impugnación que elevó al Tribunal Constitucional por irregularidades en el escrutinio que dio la victoria al verde Alexander Van der Bellen, dijo el 26 de junio que avizoraba un referéndum
Auxit para dentro de un año en respuesta al cariz que estaba tomando la UE, donde había "en curso una mayor centralización" lesiva para la democracia nacional. Pero el 8 de julio Hofer, en tanto que tercer presidente del Nationalrat, se convirtió en uno de los tres presidentes conjuntos y en funciones de la República para el período interino que ha abierto la expiración del mandato de Heinz Fischer, y esta responsabilidad institucional le ha hecho matizar su postura: ahora, deja claro que él, en realidad, desea que Austria siga en la UE.
(Cobertura informativa hasta 10/7/2016)