1. Trayectoria en la banca privada2. Carrera en la administración estatal y la política gubernamental3. Candidatura presidencial en 2013 por CREO
1. Trayectoria en la banca privada
Guillermo Lasso Mendoza procede de una familia guayaquileña de clase media y es el benjamín de once hermanos. Aunque su padre, don Enrique Lasso Alvarado, se ganaba la vida como funcionario público, sus ingresos no cubrían enteramente las necesidades de su numerosa prole. Para terminar de sufragar sus estudios en el Colegio San José La Salle, prestigioso centro docente de Guayaquil, el joven hubo de emplearse en trabajos a tiempo parcial en la Bolsa de Valores de la capital costera y en varias firmas financieras, donde, siendo aún un adolescente, se familiarizó con las cuestiones económicas y bancarias. Tras completar el bachillerato en 1974, Lasso se matriculó en la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en Quito, pero en el segundo año de carrera decidió abandonar las aulas para emprender sin dilación una carrera profesional en el sector privado y el mundo de las finanzas.
Así, en 1977, como 22 años, fue contratado como gerente por ProCrédito, S.A., empresa que era la representante en Ecuador de FeCrédito, a su vez una firma financiera fundada en Panamá por Danilo Carrera Drouet, quien era cuñado de Guillermo al estar casado con una de sus hermanas, María Eugenia. Ese mismo año Lasso conoció a la joven María de Lourdes Alcívar Crespo, con la que contraería matrimonio en 1981. Entre 1985 y 1997 la pareja iba a tener cinco hijos, tres varones, Guillermo Enrique, Santiago y Juan Emilio, y dos chicas, María de Lourdes y María Mercedes.
En 1978 el emprendedor veinteañero puso en marcha su primera compañía, la Constructora Alfa y Omega, que dirigió conjuntamente con su hermano mayor Enrique. Dos años después, ProCrédito y FeCrédito se fusionaron para dar lugar a la Financiera del Sur, S.A.(Finansur), donde Lasso pasó a ocupar la vicepresidencia ejecutiva. En 1984, aún sin alcanzar la treintena de edad, Lasso alcanzó la presidencia ejecutiva de Finansur en sustitución de Danilo Carrera, quien pasó a hacerse cargo de la presidencia del Banco de Guayaquil, firma adquirida por Finansur en tanto que principal accionista. Transcurrido un lustro, Lasso se convirtió en vicepresidente y gerente general del Banco de Guayaquil, que un año más tarde, en 1990, formó una única sociedad anónima con Finansur. En 1994, finalmente, asumió la presidencia del Banco de Guayaquil para cubrir la baja de su cuñado, quien pasó a integrar la directiva de la Corporación Andina de Fomento (CAF), banco interestatal de desarrollo regional.
En todo este tiempo, Lasso hizo incursiones empresariales fuera del ramo bancario en la filial ecuatoriana de Coca-Cola y en Maquinarias y Vehículos, S.A. (Mavesa). También asumió funciones gremiales en la patronal ecuatoriana, como presidente de la Asociación de Compañías Financieras del Ecuador (AFIN) y, ya en la década de los noventa, mientras hacía del suyo el segundo mayor banco del país gracias a la adquisición del Banco Sociedad General, como director y vicepresidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE). En tanto que directivo de la ABPE, Lasso recibió una vocalía en la Junta Monetaria del Ecuador en 1994, durante la Administración presidencial de
Sixto Durán-Ballén. En mayo de 1997, mandando en el Palacio de Carondelet
Fabián Alarcón Rivera, Lasso y la presidenta de la Junta Monetaria, Ana Lucía Armijos, fueron imputados por la Corte Suprema de Justicia por su visto bueno el año anterior a una operación de rescate crediticio del Banco Continental, el cual se hallaba al borde de la quiebra, por valor de 485.000 millones de sucres; el préstamo, concedido por el Banco Central del Ecuador, estuvo rodeado de irregularidades. En el caso de Lasso, no hubo orden de prisión y el sobreseimiento del caso extinguió cualquier actuación penal en su contra.
2. Carrera en la administración estatal y la política gubernamental
Destacado miembro de la élite financiera del país andino, Lasso fue en 1998 uno de los donantes de la campaña presidencial que llevó al poder al político democristiano y ex alcalde metropolitano de Quito
Jamil Mahuad Witt. Tras imponerse al magnate guayaquileño Álvaro Noboa Pontón y al socialdemócrata serrano (y ex presidente de la República)
Rodrigo Borja Cevallos, Mahuad gratificó a su proveedor de fondos otorgándole su primer cargo en el servicio público del Estado, la gobernación de la provincia de Guayas, de la que Guayaquil es capital. El nombramiento, efectivo el 10 de agosto de 1998 coincidiendo con la asunción presidencial de Mahuad, dio lugar a un mandato regional de un año de duración en el que Lasso adquirió una fama de intransigente con las reclamaciones laborales de los trabajadores públicos y de represor de las protestas sindicales en la provincia. La reputación de responsable preocupado ante todo por hacer cumplir la ley y preservar el orden se labró también con su campaña policial contra el crimen organizado que operaba en Guayas.
El 17 de agosto de 1999 Mahuad reclamó a Lasso para el Gobierno nacional como titular del puesto, creado para la ocasión, de
superministro de Economía. Lasso tenía como misiones coordinar las acciones de los ministerios de Finanzas y Energía, y convencer al empresariado local de la necesidad de subir el IVA en mitad de la grave crisis financiera que convulsionaba el país. El 24 de septiembre siguiente, apenas cumplido un mes en el cargo, el superministro presentó la dimisión irrevocable en desacuerdo con la decisión de Mahuad de declarar una moratoria en el pago de parte de la deuda externa adquirida en bonos Brady.
Tras abandonar el Ejecutivo nacional, el propietario bancario siguió vinculado a la Administración Mahuad como presidente del directorio de la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG), donde se mantuvo hasta los primeros meses del Gobierno de
Gustavo Noboa Bejarano, investido por el Congreso para suceder a Mahuad a raíz de su derrocamiento por el levantamiento indígeno-militar de enero de 2000. En enero de 2003, el nuevo presidente,
Lucio Gutiérrez Borbúa, ofreció a Lasso el puesto de embajador en Estados Unidos dentro de su estrategia de política exterior para tranquilizar a la potencia norteamericana en el sentido de que él, contrariamente a lo aventado durante la campaña, no era ningún valedor del proyecto chavista bolivariano en Ecuador. El banquero declinó ese alto cargo diplomático, pero aceptó ser asesor económico y "embajador itinerante" del nuevo Gobierno. En los meses que desempeñó esta labor, Lasso encabezó misiones a Washington para preparar la visita de su jefe a la Casa Blanca y desbrozar el terreno para la reanudación del diálogo crediticio con el FMI.
Tras la caída de Gutiérrez en la revuelta civil de abril de 2005, el potentado guayaquileño no recibió nuevos nombramientos oficiales de los presidentes
Alfredo Palacio González y el izquierdista
Rafael Correa Delgado, si bien mantuvo consultas con este último y renovó su membresía en la CAF, a la que se había incorporado en 2003. No obstante el rosario de encargos estatales entre 1998 y 2003, Lasso no dejó en ningún momento de ser el presidente titular del Banco de Guayaquil.
3. Candidatura presidencial en 2013 por CREO
A comienzos de 2009 el nombre del banquero circuló como un posible candidato de la oposición del centro-derecha para enfrentarse a Correa en las elecciones presidenciales convocadas tras la promulgación de la nueva Constitución en 2008. La postulación, mencionada por dirigentes del partido Una Nueva Opción (UNO) y del Movimiento Cívico Madera de Guerrero (MDG), no llegó a concretarse. Formaciones de nuevo cuño, el UNO y el MDG -cuyo ámbito de actuación se limitaba a Guayas-, representaban a los hombres de negocios y al conservadurismo tradicional de la región de la Costa, fuertemente vinculado a la empresa privada y la doctrina de la Iglesia Católica. Dichos intereses se encontraban huérfanos de un valedor político fuerte a raíz del reciente hundimiento del Partido Social Cristiano (PSC), que hasta la llegada del huracán Correa y su Alianza PAIS había sido el más poderoso representante de la vieja
partidocracia ecuatoriana, ahora desarbolada por el triunfo nacional de la
revolución ciudadana y
el socialismo del siglo XXI de Correa.
Lasso mantenía unas cordiales relaciones con el líder del regionalista MDG, el popular e influyente Jaime Nebot Saadí, alcalde de Guayaquil desde 2000, antiguo gobernador de Guayas y dos veces candidato presidencial del PSC, del que finalmente se separó justamente ahora, en 2009. En las elecciones de abril el binomio PSC-MDG no presentó candidato presidencial y la liza tuvo como principales contendientes a Correa (la izquierda neosocialista en el poder), Lucio Gutiérrez (centro) y Álvaro Noboa (neoliberalismo populista); al final, Correa se llevó la reelección en la primera vuelta. La siguiente votación presidencial tocaba en 2013 y el campo conservador se presentaba desierto de precandidatos con gancho.
El 7 de mayo de 2012 Lasso dio su primera indicación de que planeaba desembarcar en la política electoral comunicando que, tras 18 años en el puesto, cesaba como presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil. Las especulaciones eran fuertes porque desde el mes de enero, momento en que obtuvo la inscripción en el Consejo Nacional Electoral (CNE), estaba detrás de una hipotética postulación presidencial de Lasso el movimiento Creando Oportunidades (CREO), una formación de derecha liberal organizada en Guayaquil y que tenía por principales dirigentes al empresario César Monge Ortega (presidente) y a la ex asambleísta constituyente Mae Montaño Valencia, quien había traído consigo a buena parte de la militancia del partido UNO (vicepresidenta).
El 13 de agosto Lasso deshizo las últimas dudas sobre sus intenciones políticas con el anuncio de afiliación a CREO. Al día siguiente, el financiero confirmó su disposición a ser el candidato presidencial del movimiento, el cual tenía la palabra sobre la cuestión. La decisión orgánica no tardó en llegar: el 28 de septiembre, la Asamblea Nacional de la formación, integrada por 26 delegados en representación de las provincias y de los ecuatorianos en el exterior, eligió por unanimidad a Lasso aspirante a la Presidencia de la República en las elecciones del 17 de febrero de 2013. En la jornada posterior tuvo lugar en Portoviejo, Manabí, la ceremonia de proclamación formal de Lasso, quien ante 6.000 partidarios explicó algunos de los ejes de su campaña, de inequívoco sabor liberal, aunque con guiños sociales. Así, un Gobierno suyo acometería una profunda reducción del aparato estatal, empezando por la desaparición de seis ministerios; realizaría importantes bajadas de impuestos para "liberar el potencial creativo de nuestra gente" y eliminaría trámites burocráticos "que hoy son una traba para los emprendedores".
Por otro lado, Lasso se comprometía a mantener el Bono de Desarrollo Humano, pero aumentándolo a 50 dólares desde los 35 actuales, una promesa que luego fue tachada de demagógica desde medios contrarios a Correa pero que el propio Gobierno se mostró dispuesto a aplicar, birlándole así al opositor uno de sus mejores reclamos. Con respecto a las cuestiones del equilibrio institucional del Estado, las libertades democráticas y el imperio de la ley, a su juicio en pésima situación los tres bajo la presidencia de Correa, el candidato abogaba respectivamente por asegurar la independencia del poder judicial, por garantizar la libertad de prensa y por acabar con la impunidad de delincuentes y corruptos.
El 24 de octubre una veintena de partidos, movimientos y personalidades políticas a título individual presentaron la coalición Unidos por el Ecuador para respaldar a Lasso. Entre los adherentes figuraban, además de CREO, una agrupación de mucha solera, perteneciente al anterior esquema de partidos dominantes, la Izquierda Democrática del ex presidente Borja. En una segunda fase se sumaron a Unidos por el Ecuador otros ocho sujetos políticos, entre ellos el Partido Liberal Radical Ecuatoriano (PLRE), lo que elevó la lista de adherentes a 31. El 27 de octubre CREO presentó como compañero de fórmula de Lasso al indígena Auki Tituaña Males, procedente del partido Pachakutik, pero luego este renunció a la candidatura a vicepresidente, obligando a CREO a definir un sustituto en la persona del abogado Juan Carlos Solines Moreno, miembro del partido centrista Concertación Nacional Democrática. El 11 de noviembre la alianza formada por el PSC y el MDG dio su respaldo oficial a Lasso, si bien no se sumó a Unidos por el Ecuador. Tres días después, Lasso y Solines inscribieron ante el CNE su postulación, que estos momentos obtenía entre un 15% y un 25% de apoyos en los sondeos, muy por detrás de la oficialista de Correa.
Guillermo Lasso es el presidente y principal impulsor de tres entidades privadas sin ánimo de lucro con sede en Guayaquil: la Fundación Ecuador Libre, dedicada al estudio y seguimiento de las políticas públicas y la coyuntura general del país; la Fundación del Barrio, que ejecuta el Programa de Responsabilidad Social del Banco de Guayaquil; y el Centro Técnico Laboral Montepiedra, dedicado a la inserción laboral y la capacitación profesional de jóvenes con escasos recursos. Como presidente del Banco de Guayaquil y de la Fundación Ecuador Libre, el financiero ecuatoriano fue el promotor en 2009 del Programa de Liderazgo y Competitividad, curso académico que se imparte en el ámbito de la Latin American Board de la Universidad de Georgetown. Receptor en 2011 de un doctorado honoris causa por la Universidad de las Américas, Guillermo Lasso ha publicado los libros
Cartas a mis hijos. Vivencias, aprendizajes y experiencias (2011) y
Otro Ecuador es posible (2012).
(Cobertura informativa hasta 1/1/2013)