¿Cómo es posible implementar el derecho a la ciudad a partir de la diferencia? ¿Cómo se pueden construir entornos cohesionados? ¿De qué forma se puede modelar una ciudad que sea expresión de la mezcla social?
El derecho a la ciudad apela a que los habitantes se apropien colectivamente de las ciudades, dotándolas de forma y contenido a través de su actividad cotidiana. Es un reclamo que nos interroga sobre a quién pertenece la ciudad y cómo se decide su desarrollo y futuro.
El reto de hacer realidad el derecho a la ciudad es especialmente considerable en el marco de las sociedades urbanas actuales, altamente diversas y, en algunos casos, inclusive polarizadas. Ya sea como consecuencia de la atracción de “talento” internacional, de la llegada de personas migrantes o refugiadas o, sencillamente, por la existencia de diferentes identidades, colectivos y segmentos socio-económicos, las ciudades son espacios en los cuales conviven una amplia gama de personas y grupos que no siempre dialogan entre sí.
En estas condiciones, ¿cómo es posible implementar el derecho a la ciudad a partir de la diferencia? ¿Cómo se pueden construir entornos cohesionados? ¿De qué forma se puede modelar una ciudad que sea expresión de la mixtura social?
Desde finales de los años 90, gobiernos locales de todo el mundo han intentado dar respuesta a este reto construyendo una política de derechos a través de diferentes mecanismos: cartas municipales (Montreal, Viena, Ciudad de México, Bandung), concejalías u oficinas de derechos humanos (Barcelona, Núremberg, Sao Paulo, Venecia), comisiones (Ciudad de México, Eugene o Nueva York), planes estratégicos u hojas de ruta (Bogotá, Graz, Madrid), indicadores de evaluación (Gwangju o York), ombudsman locales (Montreal, Lleida o Vitoria-Gasteiz), ordenanzas municipales (Higashiōsaka, Oizumi o Seúl) o las más diversas políticas públicas concebidas a partir de un enfoque de derechos humanos (bienestar social, vivienda, cultura, educación, medio ambiente , participación ciudadana, ...).
Después de dos décadas de experiencias en este campo, el seminario busca hacer un balance de la eficacia de estos mecanismos para implementar el derecho a la ciudad, sobre todo a la luz del incremento de discursos políticos xenófobos y populistas que se alimentan de la generación de odio y aversión a todo lo que es diferente.
Jaume Asens,tercer teniente de Alcaldía, Dirección del Área de Derechos de Ciudadanía, Cultura, Participación y Transparencia, Ayuntamiento de Barcelona
Agustí Fernández de Losada,director del Programa Ciudades Globales, CIDOB
Michele Grigolo, profesor, Nottingham Trent University (Reino Unido)
Shams Asadi,directora, Oficina de Derechos Humanos, Viena (Austria)
Modera: Hannah Abdullah, investigadora, Programa Ciudades Globales, CIDOB
Debate con todos/as los/as participantes
Enrique López, jefe de gabinete, Oficina de Derechos Humanos y Memoria, Ayuntamiento de Madrid
Jaime Morales, subsecretario de Derechos Humanos, gobierno de la Ciudad de México
Modera: Aida Guillén, directora de Derechos Civiles y Diversidad, Ayuntamiento de Barcelona
Debate con todos/as los/as participantes
Fernando Carrión, investigador y profesor, FLACSO (Ecuador)
Haleema Alamoush, directora de Planificación y Desarrollo Comunitario, Ayuntamiento de Amán (Jordania)
Modera: Maria Buhigas, arquitecta y urbanista; fundadora, URBAN-FACTS; miembro del Consejo Asesor del programa Ciudades Globales de CIDOB
Debate con todos/as los/as participantes
Eva Garcia Chueca, coordinadora científica, Programa Ciudades Globales, CIDOB