Y la guerra dio un vuelco

La Vanguardia - 14 sept. 2022

“Tras 200 días de guerra vemos que Rusia es brutal, pero no es una superpotencia”, afirma Pere Vilanova, investigador senior asociado a CIDOB. “Llama la atención la desorientación y lo mal que Rusia lo ha hecho militarmente de manera sostenida. Primero dijeron que querían conquistar Kyiv en dos o tres días. Esa quimera duró menos de una semana. Luego dijeron que conquistarían Odesa, pero ahí sigue, igual que las grandes ciudades. Finalmente dijeron que su objetivo era consolidar su presencia en Donetsk y Luhansk. Eso ya es una confesión de derrota”, explica Vilanova. “En relación al proyecto inicial, Ucrania no ha perdido, por lo que está ganando potencialmente, y Rusia no ha ganado, por tanto, está perdiendo a marchas forzadas”, afirma el experto de CIDOB. “Y no es porque sus mandos militares sean malos, es porque a la vertical del poder putinista, ese sistema personalista y totalitario, le pasa un poco como a Hitler después de Stalingrado, no hace caso a sus generales y nadie se atreve a llevarle la contraria. Es curioso que un líder totalitario haga más difícil rectificar las malas decisiones”, reflexiona.

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