Este domingo, unos 9.800 millones de personas en Grecia acudirán a las urnas. El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, tiene la victoria al alcance de la mano, pero su reelección no está garantizada. Según los sondeos, los conservadores de Nueva Democracia no lograrán revalidar una mayoría lo suficientemente amplia como para gobernar. Un cambio de color en el Gobierno griego podría traducirse en una mayor cercanía política entre Atenas y Madrid. “Si Syriza sale como vencedora será mejor para Pedro Sánchez. Alexis Tsipras y los socialistas europeos y la afinidad ideológica puede hacer que las relaciones bilaterales sean más fáciles”, explica Héctor Sánchez Margalef, investigador de CIDOB. Eso no significa que una posible reelección de Mitsotakis y los conservadores griegos perjudique su trato con España. “Sánchez ya ha demostrado que puede hacer ‘realpolitik’. La ha hecho con Giorgia Meloni en Italia y podrá hacerla con Grecia”, añade el experto. Uno de los principales focos de cooperación entre España y Grecia es en inmigración. “Tanto si gobierna ND como si lo hace Syriza la gestión de las fronteras no cambiará mucho. La diferencia entre ambos partidos es más cosmética que de gestión. En ese sentido, las elecciones griegas no afectarán a Madrid”, apunta Sánchez Margalef.
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