Cuando parecía que el mundo se recuperaba del revés de la pandemia del covid-19, el inicio inesperado de la guerra en Ucrania en febrero de 2022 supuso un duro golpe sobre el tablero internacional con graves consecuencias sobre todos y cada uno de los habitantes del planeta: crisis energética, inflación, inseguridad alimentaria, descomposición de los sistemas de seguridad y gobernanza internacional... Se trata del último ejemplo de la “complejidad del orden internacional" y de cómo las “crisis multifacéticas” que van surgiendo repercuten en la ciudadanía en primera persona. Y 2023 será un año decisivo para esta ‘permacrisis’ y sus efectos, según señala el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) en una nota internacional elaborada en colaboración con EsadeGeo Center for Global Economy and Geopolitics. “La complejidad no es negativa y debe estar en la respuesta a estas crisis” porque “no hay una vía de salida fácil”, ha señalado el director de CIDOB, Pol Morillas, este martes durante la presentación del informe ‘El mundo en 2023: diez temas que marcarán la agenda internacional’.
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