Jornada Europea CIDOB 2016: una investigación y una innovación responsables

EUROPA - 27 jun. 2016


Octavi Quintana: “La innovación debe situarse en lo alto de la agenda política”

Todos los participantes en la Jornada Europea CIDOB 2016 coincidieron en señalar que la investigación y la innovación son motores de empleo y crecimiento   

Esta nueva edición de la Jornada Europea CIDOB se centró en la investigación y la innovación responsables, tras tres ediciones anteriores dedicadas a la emprendeduría (2013), la educación (2014) y la industrialización (2015), tal y como recordó el presidente de CIDOB, Carles A. Gasòliba, durante el acto de inauguración de este encuentro celebrado el pasado 10 de junio y que cada año pone el foco en un tema de especial interés para Europa. Joaquim Gay de Montellà, presidente de Foment del Treball –entidad que acoge esta Jornada por segundo año consecutivo–, aprovechó la inauguración de la misma para señalar algunas recomendaciones que permitirían mejorar la competitividad a través de la innovación: el impulso de la I+D industrial y tecnológica; la simplificación del marco regulatorio; la mejora y el despliegue de las infraestructuras de conectividad; la colaboración ente distintas Administraciones y un apoyo decidido del sector público a las TIC; así como incrementar el nivel de participación de las empresas como líderes de proyectos europeos en el ámbito RIS3 y Horizon 2020. Respecto al programa Horizon 2020 puesto en marcha por la Comisión Europea, Gay de Montellà resaltó que Cataluña se sitúa en el primer puesto de las comunidades autónomas por retorno obtenido –con el 28% del total español– debido al talento y a la concurrencia competitiva como forma de valoración de los proyectos. 

Octavi Quintana: “La sociedad debe entender que la ciencia contribuye a solucionar sus problemas” 

El desarrollo de un modelo económico basado en la innovación es clave para aumentar el crecimiento económico y crear empleo. Así de contundente se mostró Octavi Quintana, asesor de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, quien señaló que el 62% del crecimiento económico en la UE de los últimos años pasa por la innovación, y alertó de que Europa puede quedarse atrás con respecto a otros países como China si no sitúa la “innovación en lo alto de la agenda política”. Los datos lo corroboran: de las 174 principales start-up, sólo 19 son europeas y ninguna se sitúa entre las 10 principales. 

Quintana también se refirió al Brexit alegando que el principal argumento económico a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE no es el comercio, sino la política de investigación, ciencia e innovación, tal y cómo recogía el Finantial Times en uno de sus recientes artículos. 

Pero para que pueda darse este modelo hace falta el respaldo financiero a la investigación y la innovación, una inversión que Quintana reconoce no acaba de materializarse y que en 2020 en España debería alcanzar el 3% del PIB. No obstante, y más allá de las cifras, para Quintana la clave del éxito pasa por una mayor implicación del sector privado en la investigación, en el que la financiación pública haga de tractor del capital privado y en el que se facilite su participación con medidas como los fondos de cohesión. España recibirá de aquí a 2020, 36.000 millones de euros en fondos de cohesión para proyectos que deben realizarse en cofinanciación, lo que eleva la cifra a 60.000 millones de euros. 

Quintana subrayó los tres factores clave para el desarrollo de la innovación: la formación –y en este punto señaló la digitalización de la economía y expuso que el 90% de la información mundial se ha generado en los dos últimos años–; el tejido local o lo que denominó especialización inteligente basada en les potencialidades de una región/territorio;y un entorno y condiciones que faciliten ese desarrollo. 

Durante su intervención, Quintana también habló de políticas de open acces real que pasan por “que todos operemos en abierto” de manera que cualquier ciudadano europeo pueda acceder a un puesto en cualquier centro de investigación, políticas de género reales en todas las instituciones, infraestructuras de investigación de acceso para todos los investigadores europeos, y que los datos y la información sean accesibles para todos los investigadores. “Los mayores descubrimientos se hacen cuando alguien desde otra disciplina y con una perspectiva diferente analiza esos mismos datos”. 

Igualmente necesaria es una apuesta estratégica que revierta la idea de que la inversión en ciencia es incierta, implica riesgo y sus resultados se vislumbran muy a largo plazo. “Hay que involucrar a los ciudadanos en las decisiones sobre ciencia e investigación. La sociedad debe entender que la ciencia contribuye a solucionar sus problemas”. 

Para finalizar, Quintana puso el foco sobre el impacto de la investigación en las políticas y lo ejemplificó con la crisis de los refugiados que calificó de un “tema altísimamente político” pero cuyas decisiones políticas se habían basado más “en percepciones que en datos reales” y citó estudios que señalan que el 68% de los ciudadanos europeos estaban a favor de la acogida de refugiados frente a un 28% que se mostraba en contra.    

La investigación y la innovación como factores de competitividad y crecimiento sostenido 

Fernando Temprano, director del Centro Tecnológico de Repsol, fue el encargado de iniciar la primera mesa redonda de la Jornada moderada por la periodista de La Vanguardia, Mar Galtés. Temprano subrayó la necesidad de que la investigación de las empresas tenga en cuenta la relación y los cambios en el entorno –poniendo como ejemplo factores como la contaminación local producida por una mayor concentración de personas en las ciudades que conllevará cambios en la movilidad–, cambios sociales provocados en parte por la revolución tecnológica y cambios regulatorios como el de la reducción de emisiones de CO2. Si bien también señaló la falta de inversión privada, como pone de manifiesto el Informe COTEC 2016, quiso poner en valor la estrategia de open innovation de algunas empresas. Temprano también habló del ciclo de eficiencia en alusión a saber gestionar la velocidad del cambio con una tecnología “adaptada a los ciclos”, de la necesidad de ver la I+D “como una inversión y no como un gasto” y señaló que las “olas de innovación surgen después de grandes crisis”. 

Ramon Pascual, presidente de la Comisión Ejecutiva del Sincrotrón ALBA, centró su intervención en las infraestructuras de investigación como instrumentos catalizadores de la investigación científica y tecnológica, y estímulo del desarrollo tecnológico y la cooperación internacional. Para Ramón Pascual las grandes infraestructuras científicas son las “grandes olvidadas”, aunque muy probablemente son los mayores factores de competitividad empresarial y crecimiento “porque contribuyen al desarrollo del entorno, crean ocupación cualificada, atraen talento y favorecen la creación de nuevas empresas”. 

Enric Banda, exdirector del área científica de la Obra Social “la Caixa”, insistió en la idea ya expresada por Octavi Quintana de comprensión pública de la ciencia y de una “ciencia con y para la sociedad” e introdujo el concepto de la investigación e innovación responsables. Una ciencia e innovación socialmente deseables y de interés público que promuevan la colaboración y el diálogo entre los diferentes actores –investigadores, innovadores, industria, sociedad y educación–; con procesos de la I+D más inclusivos, anticipativos, abiertos y transparentes; y que tenga en cuenta la educación científica y tecnológicas desde las edades más tempranas, la igualdad de género, la ética en la investigación y el acceso abierto a los resultados de la investigación y la innovación. 

El triángulo del conocimiento: la educación, la investigación y la empresa      

La segunda mesa redonda de la Jornada estuvo moderada por Ariadna Trillas, periodista de la revista Alternativas Económicas, y contó con la participación de: Núria Basi, presidenta del Consejo Social de la UPF; Antoni Plasència, director general de ISGLOBAL; y Antoni Esteve, presidente de la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación y miembro del Patronato de CIDOB. 

Núria Basi reivindicó el papel de las Universidades a la hora de potenciar el talento individual mediante una formación transversal, también en valores y actitudes, para formar mejores personas y ciudadanos, y puso como ejemplo algunas experiencias de grados universitarios interdisciplinarios e interuniversitarios. 

“El código postal influye más en nuestra salud que el código genético”. Con estas palabras inició Antoni Plasència su intervención que centró en el ámbito de la salud global, y en el que puso de manifiesto el vínculo existente entre salud y bienestar, y entre enfermedad y pobreza. Plasència recalcó que en los últimos 20 años se han realizado los mayores avances en salud de la historia de la humanidad, y señaló que los retos pasan por la educación, la empresa y la investigación. Plasència lanzó la idea de instituciones y mensajes glocals que, como ISGlobal, soncapaces de pensar globalmente y actuar localmente. También apuntó a la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales, con organizaciones más ágiles en la gestión que canalicen nuevas iniciativas, el talento y el surgimiento de la filantropía dando cohesión al valor añadido de estas dinámicas. 

Del triángulo del conocimiento –educación, investigación y empresa– a lo que Antoni Esteve calificó de “círculo virtuoso” –talento, conocimiento y producto– que sólo funcionará si la sociedad es responsable a la hora de abordar la innovación. Redundando en la idea de sociedades responsables, Esteve lanzó al público la pregunta: ¿Tiene sentido que Europa siga investigando cómo alargar la esperanza de vida (actualmente alrededor de los 78-80 años) cuando en África está entorno a los 50 años? Llevando su intervención al terreno de la industria farmacéutica, Antoni Esteve ofreció los siguientes datos: el 50% de la industria farmacéutica en España está situada en Cataluña y el 30% de la I+D en Cataluña se da en la industria farmacéutica. Esteve destacó esta realidad del sector como un buen ejemplo de economía del conocimiento como  factor de competitividad. Finalmente, Esteve denunció los recortes que España había hecho en I+D+i durante la crisis y apostó por incorporar la innovación también a los concursos públicos. 

Joan Romero, secretario ejecutivo de ACCIÓ, fue el encargado de clausurar la Jornada enfatizando el papel relevante de Cataluña en el campo de la investigación a nivel internacional. Romero destacó que “sólo las empresas que innovan perduran en el tiempo” y que la innovación no pasa sólo por la I+D+i si no por la creación de “nuevos modelos de negocio y también de Administración”.

 

    

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