Petro, de 62 años y exguerrillero del grupo M-19, ha prometido luchar contra la desigualdad y por la paz. Está dispuesto, ha dicho, a iniciar conversaciones de paz con grupos armados en todo el país. “Estos procesos siempre generan dudas, pero por lo menos tenemos un punto de partida de optimismo. Ya sabemos que estos acuerdos no se hacen fácilmente; el de las FARC se tardó muchos años. Es un proceso en el que se tendrá que transar y negociar, y eso generará también conflicto social, porque habrá acusaciones por parte de la oposición”, explica Anna Ayuso, investigador sénior de CIDOB. En clave regional, la analista explica que: “Hay un cambio de ciclo; pasamos de un ciclo de la derecha, a uno de izquierda. Esta es una izquierda que ha hecho una revisión crítica sobre algunos procesos que han desembocado en regímenes autoritarios, como es el caso de Venezuela y Nicaragua. El contraste de estos gobiernos demócratas de izquierda es una buena noticia para la región y una excelente oportunidad para reconstruir la institucionalidad regional”.
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