Presentación del Anuario de la Inmigración en España 2014, ed. 2015: Flujos cambiantes, atonía institucional

MIGRACIONES - 30 nov. 2015

CaixaForum Madrid acogió el miércoles 25 de noviembre el acto de presentación del Anuario de la Inmigración en España 2014 (ed. 2015): Flujos cambiantes, atonía institucional que contó con la participación de Joaquín Arango y Ramón Mahía, dos de los directores científicos de la publicación; Jordi Bacaria, director de CIDOB e Isabel Fuentes, directora de CaixaForum Madrid.


  

En relación a la publicación, todos los participantes en la presentación destacaron su voluntad divulgativa y de incidencia en el debate político y social en materia de inmigración en España. También se aludió al espíritu colaborativo de este Anuario editado por CIDOB y que es fruto de la colaboración institucional con la Organización Internacional para las Migraciones, la Diputación de Barcelona y la Obra social “la Caixa”.

 

Para Jordi Bacaria, director de CIDOB, el Anuario de la Inmigración en España “es una foto panorámica anual que nos permite acercarnos al fenómeno de la inmigración y analizar de manera pormenorizada la evolución y cambios en un periodo corto de tiempo, a la vez que nos permite apuntar los posibles desafíos y retos a los que hacer frente en el futuro”.

 

Durante su intervención, el director de CIDOB también alertó del peligro –especialmente tras los atentados de París– de la “politización por parte de algunos partidos políticos y movimientos de extrema derecha del fenómeno migratorio como arma para cerrar tanto nuestras fronteras como nuestras sociedades”.

 

Acto seguido tomaron la palabra los directores científicos de la publicación. Joaquín Arango afirmó que “con la crisis de refugiados el sistema de asilo y protección internacional creado en Europa tras la II Guerra Mundial está haciendo aguas”. En palabras de Arango, “la crisis de los refugiados es una crisis de la construcción europea” y añadió que el sistema de Dublín, la pieza clave del asilo europeo, “necesita revisión”. Respecto a la acción administrativa, Joaquín Arango destacó el Plan Intensivo de Nacionalidad del gobierno “como lo más positivo de 2014”.

 

Para Ramón Mahía es preocupante la inexistencia de voluntad política para resolver la cuestión del asilo en Europa. “La gestión de la inmigración centrada en las restricciones de entradas en fronteras no contribuye a resolver el fenómeno” sentenció Mahía. Sobre la situación en España, Mahía constató que “España seguirá siendo destino de flujos migratorios al tiempo que se combinarán con nuevas formas de migraciones a medida que el fenómeno va evolucionando”. También añadió que 2014 presenta una cierta mejora en la calidad del mercado de trabajo de la inmigración en España.     

 

En su octava edición, el anuario ahonda tanto en los flujos migratorios hacia y desde nuestro país, como en los que se producen en el interior del mismo, teniendo en cuenta el contexto europeo y, por supuesto, la larga crisis económica que aún nos afecta. Asimismo, y como es habitual, analiza la política y la gestión de la integración de los inmigrantes, así como las demandas y la política de asilo y sus consecuencias.

 

Estos son algunos de los datos que incluye el Anuario y a los que los directores hicieron mención durante el acto de presentación:    

 

  • En 2014 el número de salidas de españoles y extranjeros superó en 102.308 al de    llegadas: en términos brutos, se registraron 307.035 entradas migratorias frente a 409.343 salidas. Del total de los que emigraron al extranjero (409.343), 78.785 tenían la nacionalidad española (19,2%), y de ellos 50.249 habían nacido en España; el resto eran extranjeros (330.559).
  • La población extranjera residente en España en 2014 se sitúa en los 4.447.852, lo que supone un descenso de  229.207 personas (un 4,90%) con respecto a 2013. En buena medida este descenso se debe al efecto combinado de la (r)emigración de los extranjeros a otros países, o a sus países de origen, y al efecto de la adquisición de la nacionalidad que para este año 2014 ha alcanzado la cifra de 205.870 personas.
  • El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en España estimó que en torno al 70% de los extranjeros que llegaron a Melilla en 2014 reunían las condiciones para ser considerados candidatos al estatuto de refugiado, dato que está en consonancia con el fuerte incremento en el número de solicitudes de asilo que se venía produciendo desde el año 2013, cuando se pasó de las 2.550 solicitudes de 2012 a las 4.480 de ese año, llegando a las 5.610 en 2014, según Eurostat.
  • Un año más es de celebrar la persistencia de la paz social y del bajo grado de politización de la cuestión migratoria en España –a pesar de los elevados niveles de desempleo–, en marcado contraste con el más tenso panorama observable en varios países europeos. Según el barómetro del CIS (diciembre de 2014), menos de dos de cada cien entrevistados la mencionaban cuando se les preguntaba por los tres mayores problemas del país.
  • Tampoco se ha asistido al ascenso de ningún partido o movimiento populista xenófobo semejante, por ejemplo, al UKIP del Reino Unido, al Frente Nacional francés o a los varios que proliferan a lo largo de Europa; ni se han observado síntomas de contagio de la retórica antiinmigración en los partidos mayoritarios.
  • Emergen formas cada vez más complejas de movilidad: re-emigración, emigración de arrastre, primera emigración de menores nacionalizados a los países de origen de sus padres o emigración circular.
  • En 2014 se observa una dinámica laboral extranjera de una mayor dinamicidad frente a la nativa y algunos interesantes signos que podrían servir para constatar “una mayor calidad del empleo”. También se advierten cambios de tendencia en relación a los trabajadores inmigrantes más jóvenes, fuertemente impactados por la crisis hasta 2013, concluyendo que podríamos estar al inicio de una “notable modificación en la dinámica del empleo (joven) inmigrante”.
  • En lo que se refiere a la gestión de las fronteras externas de la Unión Europea, 2014 se caracterizó por un notable aumento de la presión migratoria en el Mediterráneo central, resultante sobre todo de la situación trágica que viven Siria y África oriental. El número estimado de fallecidos en los peligrosos tráficos marítimos, iniciados generalmente en Libia, alcanzó una cifra superior a los 3.400. Pero esa cifra hubiera sido mucho mayor aún de no haber sido por el tan admirable como generoso esfuerzo desplegado por Italia con la puesta en marcha de la operación Mare Nostrum. Se estima que dicha operación salvó 138.000 vidas de inmigrantes en las aguas que rodean la isla de Lampedusa.
  • En el curso de 2014 llegaron a tierras europeas unas 270.000 personas, lo que supuso un aumento de casi el 60% respecto de 2013, de acuerdo con los datos facilitados por Frontex. Según la misma agencia, más de cuatro de cada cinco personas interceptadas eran refugiados procedentes de países como Siria, Irak, Somalia, República Centroafricana o Eritrea, que en el 70% de los casos habían zarpado desde las costas de Libia en dirección a Italia.

El Anuario de la Inmigración en España 2014 está compuesto por once artículos escritos por una veintena de especialistas –de distintas áreas de conocimiento– que ofrecen una visión completa y multidisciplinar del fenómeno de la inmigración en España. La publicación, editada por CIDOB, está dirigida por Joaquín Arango, Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid; David Moya, profesor agregado de Derecho Constitucional en la UB; Ramón Mahía, profesor de Economía  Aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid y Elena Sánchez-Montijano, investigadora senior de CIDOB.

 

Para más información, accede a los contenidos del Anuario de la Inmigración en España 2014, ed. 2015: Flujos cambiantes, atonía institucional

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