CIDOB acogió una sesión de debate sobre cómo medir la paz y el impacto económico de la violencia en base a los resultados del Global Peace Index 2015
El pasado viernes 18 de septiembre, CIDOB organizó una sesión para debatir sobre cómo se puede medir la paz identificando los factores sociales, económicos y políticos que contribuyen a crear sociedades más pacíficas. Durante la reunión se presentaron la metodología y los resultados del Global Peace Index 2015 (GPI) de la mano de Steve Killelea, mecenas, fundador y presidente ejecutivo del Institute for Economics and Peace que publica anualmente este índice que en 2015 ha alcanzado la novena edición.
El resultado es un índice que clasifica los países en relación a su nivel de paz. El índice utiliza 23 indicadores cualitativos y cuantitativos para analizar un total de 162 países que representan el 99'6% de la población mundial. El índice mide el nivel de paz de estos países mediante tres grandes cuestiones: el nivel de seguridad y protección de una sociedad; el número de conflictos internacionales y domésticos, y el grado de militarización. El GPI propone una aproximación alternativa al estudio de la paz, a menudo demasiado centrada en el estudio de los conflictos. Por el contrario, el GPI entiende la paz como un resultado sistémico, fruto de un proceso a medio o largo plazo: "No queremos sólo estudiar a los pacientes enfermos, nos centramos en lo que hace que otros estén sanos".
Steve Killelea hizo hincapié en una de las novedades que ofrece el informe de este año: una metodología actualizada para tener en cuenta el impacto económico de la violencia en la economía global. Según el GPI, el impacto económico de la violencia en la economía mundial en 2014 se estima en 14'3 trillones de dólares; el 13'4% del PIB mundial. "Esto es equivalente a la suma de las economías de Brasil, Canadá, Francia, Alemania, España y el Reino Unido" evidenció Killelea.
El Global Peace Index 2015 en cifras
Este año los resultados apuntan a que los niveles de paz permanecieron estables desde el año anterior, pero aún siguen más bajos que los resultados de 2008. El Global Peace Index 2015 en palabras de Killelea, refleja “una creciente desigualdad en el nivel de paz”, ya que “el mundo se está dividiendo entre países que han alcanzado cuotas de paz y prosperidad sin precedentes y otros sucumbiendo a la violencia y el conflicto”. En comparación con el año anterior, 81 países se han vuelto más pacíficos, pero en 78 países ha disminuido la paz. En la actualidad, dos mil millones de personas –uno de cada tres habitantes de la tierra– viven en los 20 países que ocupan las últimas posiciones del GPI; por el contrario, sólo 500 millones viven en países catalogados como pacíficos, señaló Killelea.
Los fundamentos de la paz: resiliencia y desarrollo
A pesar de las cifras, Steve Killelea puso en valor el concepto de Paz Positiva, destacando su impacto en materia de paz, desarrollo y otros objetivos sociales relevantes. En los contextos donde prolifera esta Paz Positiva, es más probable que las crisis y los conflictos se canalicen por medios pacíficos e inclusivos. Este elemento sería crucial para construir una sociedad más segura y orientada al desarrollo, ofreciendo entornos de negocio más seguros, avances en la igualdad de género, mejor gestión de políticas de bienestar y de sostenibilidad medioambiental.
Tras la intervención de Steve Killelea se dio paso al debate con el público asistente durante el cual se trataron cuestiones como la posibilidad de incluir nuevos indicadores más cualitativos que midan la percepción de los ciudadanos en relación con la violencia; la incidencia del GPI a nivel gubernamental y la actual crisis de los refugiados, entre otros.
El Global Peace Index es la única medida estadística de esta clase y permite entender y analizar qué es lo que hace que las sociedades sean pacíficas y qué se debería hacer para mitigar la violencia en el futuro.