Se impuso el cambio: Mauricio Macri es el nuevo presidente
Finalmente, tras las primarias y la primera vuelta, Mauricio Macri resultó vencedor de las elecciones y será el nuevo presidente durante los próximos cuatro años. Primero fue Daniel Scioli quien brindó un discurso a sus seguidores, reconoció la derrota, felicitó a su rival y no hizo mención ni referencia a Cristina Fernández. Luego fue el turno del Presidente electo, quien tras una serie de agradecimientos animó a los ciudadanos al sumarse al cambio.
La diferencia de votos entre ambos fue de aproximadamente 700.000 votos, que representa casi un 3% (51,4% - 48,6%). Fueron clave para la victoria de Cambiemos, los triunfos alcanzados en el sector central del país (Córdoba y Santa Fe) y en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras que en la Provincia de Buenos Aires, Scioli se impuso por 200.000 votos, pero Macri venció en la mayoría de los distritos electorales[1].
El nuevo Presidente asumirá el próximo 10 de diciembre y será Cristina Fernández de Kirchner quien le coloque la banda presidencial, que por primera vez en ocho años, cambiará de dueño. Macri tendrá a partir de la elección, solo 19 días para realizar la transición gubernamental, y deberá hacer frente a una serie de desafíos muy importantes. En primer lugar, en lo económico, deberá poner en marcha medidas tendientes a reducir la inflación, a atraer inversiones y a generar crecimiento. A nivel social, tendrá que atacar la inseguridad ciudadana y desarrollar un programa de lucha contra el narcotráfico, un problema cada vez más grave en la Argentina. A nivel exterior, la falta de credibilidad y seguridad jurídica representa un factor negativo a la hora de acceder a créditos internacionales a tasas bajas. Ante ello, Mauricio Macri deberá brindar confianza y generar un marco de estabilidad macroeconómica a fin de convertir al país en atractivo para las inversiones.
Teniendo en cuenta la pacífica jornada electoral vivida el 22 de noviembre, más allá de los números, los ganadores y los vencedores, la gran triunfadora fue la democracia, la cual sufrió muchos golpes durante el siglo pasado, pero desde hace más de treinta años ha vuelto a la Argentina para quedarse definitivamente.
Actualización: 23 de noviembre de 2015
[1] Se recomienda ver mapa de los resultados en http://www.lanacion.com.ar/1846694-elecciones-2015-mapa-de-resultados-del-ballottage-por-provincia-municipio-y-comuna
Cuenta regresiva camino a la segunda vuelta (9 de noviembre 2015)
Faltan solo diez días para que los argentinos recurran nuevamente a las urnas, por tercera vez en tres meses. Esta vez será definitivo: quien se imponga el domingo 22 de noviembre será el nuevo Presidente de Argentina. Las encuestas realizadas luego de la primera vuelta (ver tabla), dan como vencedor a Mauricio Macri aunque aún con un importante porcentaje de indecisos. Sin embargo cabe tener en cuenta que previo a los comicios del pasado 25 de octubre, casi ningún sondeo logró predecir la escasa diferencia entre el FPV y Cambiemos, con lo cual su credibilidad ha sido puesta en duda.
A lo largo de estas últimas semanas, las campañas subieron más su tono de confrontación y se dirigieron particularmente a aquellos ciudadanos que votaron por el resto de los candidatos, en especial a Sergio Massa (UNA). Este último, a través de un comunicado emitido el 28 de octubre, no se inclinó por ninguno de los dos candidatos de cara al ballotage, sino que enumeró una serie de propuestas concretas que desearía fuesen implementadas por el próximo Gobierno.
Daniel Scioli ha hecho numerosas apariciones públicas, algunas con la Presidenta Cristina Fernández y se ha mostrado receptivo con varias de las propuestas de UNA. Por su parte, Mauricio Macri ha realizado una serie de encuentros y viajes al interior del país, en especial a las provincias del Norte argentino. No obstante, el esperado debate entre ambas figuras a realizarse el próximo 15 de noviembre, acapara todas las miradas. Será sin dudas un episodio clave que podría inclinar definitivamente la balanza para uno u otro lado a una semana de la elección, con lo cual la capacidad de reacción estaría muy limitada.
Esta ha sido una campaña muy dura para los dos contrincantes en la búsqueda de convertirse en el relevo de Cristina Fernández, pero también ha sido desgastante para la ciudadanía dado el constante “bombardeo” informativo al cual ha sido sometida desde mediados de año.
Cambiemos reduce la diferencia y logra una segunda vuelta (26 octubre 2015)
El domingo 25 a las 18:00 (hora argentina), se cerró la votación en todo el país tras una jornada que, más allá de algunos episodios aislados, estuvo marcada por la normalidad. Atrás quedaron meses de extenuante campaña, millones de dólares en publicidad, miles de kilómetros recorridos a lo largo y a lo ancho del país, discursos, promesas y entrevistas. Ahora el escenario es otro, más real: habrá segunda vuelta. La etapa kirchnerista de estos últimos 12 años finalizará indefectiblemente el próximo 10 de diciembre, con independencia de quien sea el candidato ganador. La diferencia radicará en que si su comportamiento político sigue una línea asimilable a una continuidad o si supone un cambio más ostensible.
Tal como preveían las encuestas, y como era de esperar, los primeros resultados otorgan el primer lugar a Daniel Scioli y el segundo a Mauricio Macri. Sin embargo la gran duda era saber si el candidato de Cambiemos lograría forzar un ballotage o si finalmente el Frente para la Victoria se impondría en primera vuelta. Teniendo en cuenta los últimas sondeos, la posibilidad de segunda vuelta era cada vez menor. Sin embargo los números son contundentes: Scioli 36,8% y Macri 34,5%, constituyendo la diferencia más baja desde las encuestas de marzo de este año. Los 8 o 10 puntos de diferencia que las encuestas vaticinaban, terminaron siendo menos de 3. La ciudadanía votó por un cambio, representado a través de Mauricio Macri y en menor medida de Sergio Massa (21%), cuyos votantes serán una pieza clave para la segunda vuelta. Tanto Cambiemos como Frente para la Victoria necesitarán llegar al 50% para imponerse el próximo 22 de noviembre, con lo cual requerirán el apoyo de otras fuerzas políticas, pero teniendo en cuenta el actual panorama, las posibilidades de Mauricio Macri se ven claramente reforzadas.
Es cierto que si bien Cristina Fernández dejará la presidencia con una imagen positiva muy alta (53%), su apoyo a Daniel Scioli no logró inclinar la balanza para ratificar una victoria en primera vuelta. Esto se debe en gran medida a que el actual Gobernador de Buenos Aires no es conocido como un ultra-kirchnerista, sino que su relación con el matrimonio Kirchner ha tenido muchos roces y estuvo al borde del quiebre en varias oportunidades. También es cierto que se quiso instalar la idea de Scioli como continuador del proyecto de Cristina Fernández, pero el liderazgo netamente personalista ejercido en los últimos 8 años hace pensar en que es poco posible un kirchnerismo sin Cristina.
Hay que destacar que cualquiera sea quien gane, tendrá que necesariamente generar acuerdos. Esto representa de por sí un desafío muy interesante y una gran oportunidad para generar un cambio a través de consensos y no por decisión de una única mayoría. Esta fragmentación podría dificultar la gobernabilidad, pero es ahí donde se deben anteponer los intereses nacionales por sobre los netamente partidistas.
También es importante resaltar que la votación para Gobernador de la Provincia de Buenos Aires posee una trascendental importancia ya que esta región ocupa poco más de un 10% del territorio, el 41% de la población y representa el 35% del PIB nacional. Allí la candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal se impuso ante el candidato del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández (actual Jefe de Gabinete de Ministros nacional y ultra-kirchnerista) por más de 4 puntos porcentuales (39,5% a 35,2%). Cabe tener en cuenta que según la Constitución Provincial, no existe la posibilidad de segunda vuelta. Este sin dudas representa una dura derrota para el kirchnerismo puro.
El nuevo presidente heredará una economía desacelerada, una inflación cercana al 25%, niveles altísimos de inseguridad y fundamentalmente a una sociedad marcada por la profunda división entre kirchneristas y anti-kirchneristas, que abarca todos los ámbitos de discusión. En cualquier caso, quien suceda a Cristina Fernández necesitará bajar los niveles de confrontación política para poder gobernar, y eso en última instancia será beneficioso para la “salud democrática” del país. Comienza ahora una nueva campaña que tendrá como objetivo el ballotage del próximo 22 de noviembre, donde finalmente Argentina consagrará a un nuevo presidente.
Recta final en la carrera por la sucesión del kirchnerismo. (20 octubre 2015)
La ciudadanía argentina ha sido testigo de una campaña política muy agresiva, muy costosa y demasiado mediática. Abundó la constante alusión a los problemas más urgentes del país, como la inseguridad o la inflación, pero fueron pocos los candidatos que se animaron a brindar propuestas concretas para combatirlos. Se trazó además una profunda línea divisoria entre aquellos que simpatizan o directamente se alinean con el oficialismo (Frente para la Victoria), y aquellos que lo rechazan. Es decir, se planteó un escenario dual de continuación o cambio, oficialismo u oposición, kirchnerismo o anti-kirchnerismo, sin casi posiciones intermedias.
Quedan apenas unos días para que se empiece a definir quien será finalmente quien ocupe la Casa Rosada durante próximo ciclo presidencial, tras 12 años de kirchnerismo[1]. La agotadora campaña presidencial ha llegado a su recta final aún con incertidumbre acerca de si se resolverá en primera vuelta, o si habrá que esperar hasta el ballotage, tal como lo plantean las últimas encuestas.
La carrera para suceder a Cristina Fernández de Kirchner -tras dos mandatos consecutivos- se inició formalmente el pasado 9 de agosto, cuando se llevaron a cabo las denominadas Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de cara a los comicios generales del 25 de octubre. A través de sus votos, los ciudadanos participaron de las elecciones internas de cada partido. Tras la elección, en primer lugar terminó el Frente para la Victoria -FPV-, partido oficialista, quien presentó como único candidato al actual Gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Daniel Scioli), con un 38% de los votos. El segundo lugar fue para la agrupación política de coalición (Cambiemos) recientemente creada y que aglutina a tres partidos de oposición. El candidato con más votos fue el alcalde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri (Unión Pro), quien obtuvo el 24% de votos, imponiéndose en la interna contra Ernesto Sanz (Unión Cívica Radical) y Elisa Carrió (Coalición Cívica). El tercer puesto fue para el candidato del Frente Renovador (FR), Sergio Massa, quien con un 14% de los votos derrotó en la interna al actual Gobernador de Córdoba (José Manuel de la Sota) dentro de la Alianza Unidos por una Nueva Alternativa -UNA-. En síntesis, el escrutinio final quedaría de la siguiente manera: Frente para la Victoria (38%), Cambiemos (30%) y UNA (21%).
Un dato importante es que a través de Argentina Debate, se realizó por primera vez en la historia un debate entre los candidatos presidenciales. Este tuvo lugar en la sede de la Universidad de Buenos Aires, el pasado 4 de octubre y contó con la presencia de cinco de los seis candidatos, debido a que Daniel Scioli decidió no participar. Se propusieron allí cuatro temas centrales como desarrollo económico y humano, educación e infancia, seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático, alrededor de los cuales giró el debate.
Por otra parte, cabe recordar que según la Constitución Argentina (arts. 97 y 98), en las elecciones presidenciales la victoria puede obtenerse alcanzando un 45% del total de votos o un mínimo de 40% pero con 10 puntos porcentuales de diferencia sobre el siguiente oponente, de lo contrario habría segunda vuelta. Las encuestas sobre intención de voto realizadas coinciden en que será Daniel Scioli quien reúna la mayor cantidad de votos en primera vuelta, pero no todas están de acuerdo en que finalmente logre evitar un ballotage. En un escenario de segunda vuelta con Mauricio Macri, las opiniones se encuentran divididas. Inclusive, en el último tramo de campaña algunos también apuntan a Sergio Massa como posible contrincante de Scioli en segunda vuelta.
En cualquier caso, el dato incontrastable será que la era del kirchnerismo habrá acabado el 10 de diciembre cuando el nuevo Presidente asuma en funciones. La duda está en si la próxima administración tendrá un carácter similar al de estos últimos años, o si por el contrario intentará dejar atrás el legado kirchnerista. Continuismo o cambio. Esa es la elección.
Este Dossier tiene como objetivo informar sobre los principales candidatos presidenciales, sus propuestas, los sondeos previos a los comicios y los resultados finales tras el 25 de octubre. Asimismo, intenta proporcionar una visión objetiva y plural del proceso electoral, así como también acercar la realidad política y social de Argentina.
[1] Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015)