Carme Colomina, investigadora senior de CIDOB y coordinadora del informe ‘El mundo en 2023: diez temas que marcarán la agenda internacional’, repasa los principales desafíos que le esperan a la Unión Europea en relación con la guerra de Ucrania: “De cara a 2023, tenemos que ver cómo se posiciona la Unión Europea en el conflicto de Ucrania en dos puntos muy concretos. El primero es qué pasaría si en Estados Unidos se decidiese bajar el nivel de ayuda militar que está prevista para Ucrania, teniendo en cuenta que estarán en un año ya muy encarado hacia las presidenciales de 2024, donde las encuestas reflejan un cierto cansancio de la opinión pública respecto a la guerra de Ucrania y donde el Partido Republicano ha politizado muchísimo esta ayuda. ¿Qué haría la Unión Europea? ¿Estaría dispuesta a ocupar o no este vacío? Pero también la relación con Rusia, que ha sido siempre un elemento divisivo dentro de la Unión Europea, porque hay una parte de países que consideran que la prioridad debería ser llegar a un escenario de negociación en Ucrania, de paz a cualquier precio; y, en cambio, hay otros países – los Bálticos o Polonia, por ejemplo – donde tienen claro que una paz injusta no es un acuerdo de paz para Ucrania y que en ningún caso se debería contemplar una violación de la integridad territorial del país”.
>> Acceder a la información