"La marcha de la canciller deja un vacío de liderazgo porque, nos guste o no, nadie en estos momentos en el panorama político europeo puede ocupar el espacio que ocupaba Angela Merkel. Ninguno de los actuales líderes europeos tiene la experiencia o el poder reconocido que se otorga a Merkel, porque al final el poder se ejerce, pero también se otorga", asegura a este periódico Carme Colomina, investigadora principal de CIDOB sobre Unión Europea, desinformación y política global.
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