Carme Colomina, investigadora senior de CIDOB especializada en Unión Europea, desinformación y política global, explica las causas de la polarización política y social actual: “Responde a muchísimos factores, a elementos que hacen aumentar nuestra sensación de vulnerabilidad; esta inestabilidad constante en la que parecemos vivir, y que cada vez nos cuesta más de digerir. También influyen muchas otras cosas: influye la transformación en los medios, en cómo nos informamos; la irrupción de las redes sociales, que han simplificado muchísimo los mensajes… Eso también ha transformado la comunicación política, que cada vez más es una comunicación puramente emocional, que apela a los sentimientos. Por lo tanto, vamos simplificando los mensajes en un mundo cada vez más complejo. Y, muchas veces, la población que se polariza, o aquellos que incluso pueden votar opciones más extremas, lo que están diciendo con su voto es que quieren ser tenidos en cuenta, que se les escuche. El problema es la utilización que se hace de estos votos. El problema es cuando se plantea esta confrontación como un discurso de ‘nosotros contra ellos’, como un mundo de bloques estancos que no pueden relacionarse entre sí”.
>> Acceder a la información