“Todas las decisiones de la cancillera han estado enfocadas al beneficio de Alemania y siempre ha ido respondiendo a los inconvenientes al momento, no de forma visionaria. Siempre se recuerda su acción con los refugiados como algo que la honra, pero no olvidemos que el pacto con Turquía para mantener a los refugiados en países cuya seguridad es discutible es obra suya también”, explica Héctor Sánchez Margalef, investigador de CIDOB. “Del mismo modo ocurre con la extrema derecha. Mientras que a nivel interno puso una línea roja muy clara con Alternativa para Alemania, su tolerancia con el partido de Viktor Orbán por los intereses alemanes con Hungría fue muy criticada desde su propio partido”, añade Sánchez Margalef. “Su acción cortoplacista, sin visión de futuro y con contraposiciones deja muchos frentes abiertos a su sucesor tanto a nivel germano como europeo”, explica el investigador de CIDOB.
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