Según explica Inés Arco, investigadora de CIDOB, las pruebas continuadas se han debido a una confluencia de diferentes factores. En primer lugar, porque Corea del Norte “está en una situación especialmente complicada por las sanciones internacionales”. Las pruebas han llegado, además, en un momento político sensible. Por un lado, tenemos las elecciones midterms en Estados Unidos. Por otro lado, el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) la semana que viene. Beijing, según la investigadora de CIDOB, “aunque sea un aliado, tampoco se siente cómodo con Corea del Norte”. “No están para nada a favor de que Corea del Norte tenga una bomba nuclear, porque con el nuevo líder —Kim Jong-un— hay una falta de racionalización sobre cómo actuar”, indica Arco.
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