“La mayor parte de la población brasileña no apoya al golpismo, pero piensa que los políticos son corruptos, y eso afecta a la credibilidad de las instituciones”, afirma Anna Ayuso, investigadora senior de CIDOB para América Latina, sobre el asalto a las instituciones estatales en Brasil. Y añade: “Yo creo que si no hubiera habido el asalto al Capitolio, no se les hubiera ocurrido a estos radicales asaltar también las instituciones en Brasilia”.
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