A los pocos días de llegar a Barcelona (17 de enero de 1975) viajé a París para entregar grabaciones hechas en la clandestinidad (con otras letras) de Quilapayún, las que se grabaron con sellos europeos.
La comisión de Cultura de la Unidad Popular, con sede en Francia, me dio una carta dirigida a Josep Ribera, director de Agermanament, en la que se exponía que se me designaba como representante de la DICAP (Discoteca del Cantar Popular) para organizar todos los conciertos solidarios que se hicieran por el Chile del exilio en Catalunya y España. Mis compañeros del Quilapayún me informaron de que guardarían para siempre el recuerdo imborrable de lo que fueron los dos únicos recitales que pudieron ofrecer el 20 y 21 de septiembre de 1974 en el Palau Blaugrana de Barcelona, donde Agermanament y
José Luis Vergara arriesgaron todo, pues la cantidad de gente que no pudo conseguir entradas era tanta como la guardia civil que acordonaba el recinto.
Las reuniones que teníamos en la calle Diputación 185 (local de Agermanament) servían para que toda actividad cultural solidaria tuviera la coordinación necesaria, dado el prestigio que esta entidad se había ganado, y no solo entre los chilenos exiliados. También recuerdo un cuaderno que había editado en el que Cristina Peri-Rossi, Eduardo Galeano y yo mismo éramos entrevistados por Ignasi Pujades, mientras se agotaban otras publicaciones sobre la vida y obra de Víctor Jara, Patricio Manns, Violeta, Isabel y Ángel Parra, Inti-illimani, Mercedes Sosa, etc. El primer concierto que ofrecimos en Barcelona –el Dúo Dávalos & Cherubito– fue organizado por Agermanament en la Sala Villarroel. El apoteósico homenaje a Rafael Alberti fue inolvidable.
Pep Ribera junto a Cesca, Ignasi y José Luis fueron en todo momento «nuestra familia». Pep bautizó a mi hija Verónica y muchos años después asistió a su boda.
Pep presentó en conferencias a destacados dirigente de la Unidad Popular: Joan Garcés, Isabel Allende (en CIDOB), entre otros.
Un día me llamó José Luis Vergara y me dijo que el Ajuntament de Barcelona otorgaba a Pep la Medalla de Oro de la ciudad. Guardo una emoción muy hermosa cuando pude, a través de mi guitarra, brindarle: Te Recuerdo Amanda, Cueca a Pablo Neruda y Gracias a la Vida.
La Medalla de la de la Solidaridad Salvador Allende se ha otorgado a Pascual Maragall, Núria Gispert, Elsa Blasco, Antonio Traveria, Joan Manuel Serrat y a JOSEP RIBERA.
Querido hermano de Joan Alsina, tu nobleza de sentirte feliz, de trabajar siempre para los demás, la comparto plenamente.
Siempre contigo.