El caso de las relaciones de España con Pakistán nos muestra, por una parte, el abandono de Asia en la política exterior española, y por otra, el vacío de conocimiento de este país, al menos hasta el comienzo del siglo XXI. En las relaciones de España con Pakistán o en la ausencia de ellas podemos considerar dos aspectos fundamentales. Uno, es que la política hacia Pakistán no difiere de las líneas marcadas por UE y, como estado miembro, España no aporta nada novedoso a las mismas. En segundo lugar, España y la UE como socios aún débiles de Pakistán se exponen a los efectos colaterales de la relación de este con EEUU.