El 7 de mayo de 2015 el Reino Unido celebra elecciones al Parlamento de Westminster. Presentamos un repertorio de los cinco líderes partidistas más destacados de estos comicios. El documento recoge en síntesis los principales elementos biográficos de los dirigentes y las claves de los manifiestos electorales de sus formaciones. Aparte, puede consultarse el servicio de información del CIDOB Biografías de Líderes Políticos.(Editado por Roberto Ortiz de Zárate. Cobertura informativa hasta 7/5/2015)  |
 © UN Photo/Kim Haughton | Alma máter: Universidad de OxfordProfesión: Funcionario de partido; relaciones públicas
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Primer ministro (desde 2010); líder del Partido Conservador (desde 2005); MP por Witney (desde 2001).
En 2005 David Cameron tomó las riendas de un partido incapaz de quebrar la égida del laborismo
blairista, tras tres derrotas electorales consecutivas y cuatro líderes consumidos en ocho años. Un lustro después, Cameron consiguió batir a
Gordon Brown, pero sin mayoría absoluta, lo que le obligó a coaligarse con los Liberales Demócratas de
Nick Clegg. A partir de un discurso fresco y renovador que parecía alejarle del derechismo de sus predecesores (el político se definía a sí mismo como un "conservador moderno y compasivo"), Cameron se estrenó en el 10 de Downing Street aplicando un
masivo programa de recortes públicos y austeridad para embridar el desorbitado déficit público, el cual generó mucha contestación social y no pudo disociarse del rebrote de las tensiones raciales en los barrios marginales de las grandes ciudades. Asimismo, presionado por los
eurófobos del pujante UKIP y por los nacionalistas de su propio partido, no tardó en emplear un lenguaje de sabor reciamente euroescéptico.
En el balance de estos cinco años de gobierno pesan algunos
sonados reveses que, según los detractores de Cameron, minan la influencia del país en la escena internacional, donde el dirigente ha dejado patente su fe en las relaciones privilegiadas con Estados Unidos, más en tiempos de grandes amenazas jihadistas: las ramificaciones políticas del escándalo de las escuchas telefónicas del tabloide
News of the World; la rebeldía abierta de numerosos parlamentarios
tories que han desairado a su jefe votando contra varias de sus iniciativas en Westminster, siendo el momento más embarazoso la derrota en 2013 de la moción del Ejecutivo para apoyar la participación británica en un eventual ataque contra Siria; y, sobre todo, en 2011, el
intento baldío del gobernante de frustrar, mediante un veto en toda regla (algo que ni siquiera
Thatcher se atrevió a hacer en su momento) de la reforma de los tratados de la UE con el argumento de que aquella no salvaguardaba la fortaleza de la
City londinense como plaza financiera, el plan franco-alemán de avanzar a una unión económica europea con armonización fiscal e integración bancaria para afrontar la crisis de la Eurozona, de la que el Reino Unido no era parte. Al final, la canciller
Merkel sacó adelante su
Pacto Fiscal Europeo por la vía rápida de un tratado intergubernamental del que consecuentemente se desvinculó Londres.
En 2013, para aplacar al
ala radicalmente euroescéptica del Conservadurismo y orientándose a los vientos demoscópicos que favorecían el
soberanismo británico, el primer ministro consternó de nuevo a los socios europeos con su intención de
celebrar antes de finales de 2017 un referéndum nacional sobre la pertenencia a la UE, la cual él aseguraba querer preservar. Sin embargo, Cameron ha seguido sembrando serias dudas sobre la continuidad del ingreso realizado en 1973 al invocar su derecho a imponer en las islas
restricciones a la libre movilidad de los trabajadores comunitarios y al advertir contra las "interferencias" de lo que podría llegar a ser unos "Estados Unidos de Europa". En 2014 Cameron se quedó solo en su oposición a la candidatura del "federalista"
Juncker como presidente de la Comisión Europea: volvió a ser ignorado por los colegas europeos y llegó a hablarse de "humillación" del
premier. Por lo demás, la controvertida política europea de Cameron ha contribuido poderosamente a avinagrar sus relaciones con su socio liberal, Clegg.
También en 2014, Cameron respiró aliviado por el
triunfo del no a la independencia en 2016 de Escocia, en un referéndum pactado en 2012 con el Gobierno nacionalista de Edimburgo. Se trató, con todo, de una
victoria pírrica, pues en plena campaña de la consulta, temeroso de un triunfo del
sí a la ruptura del Reino Unido, prometió, a toda prisa y revirtiendo su anterior postura del
all-or-nothing, elevar en gran medida el grado de autonomía de Escocia, devolución de poderes que amenazó con desatar una "revuelta inglesa" en el campo conservador. Cameron, quien viene recibiendo acusaciones de "elitismo", ya ha confirmado que, de ganar estas elecciones, será su
última legislatura como líder del partido. El polémico y carismático alcalde de Londres, Boris Johnson, se perfila como el principal aspirante a la sucesión.
(Para conocer la trayectoria de David Cameron antes de 2010, véase su biografía en el servicio Biografías Líderes Políticos del CIDOB)Claves del manifiesto Conservador |
(El Manifiesto 'Strong leadership. A clear economic plan. A brighter, more secure future', puede descargarse AQUÍ
)
Los
tories enfrentan los complicados comicios de 2015 con una oferta de medidas que busca profundizar las reformas emprendidas en áreas como los impuestos, la educación y la sanidad, y, aseguran, beneficiará a las "clases trabajadoras",
guiño social que llega
tras años de ajustes en el Estado del bienestar y de una muy polémica bajada del IRPF (del 50% al 45%) a las rentas más altas. El Reino Unido no ha vuelto a registrar una recesión anual desde el desplome de 2009 y
en 2014 su PIB avanzó un notable 2,8%. El
déficit público se ha reducido a la mitad, desde el 10% que había en 2010, luego
sigue siendo elevado. Peor aún, la
deuda pública (del 82% del PIB) y el
déficit por cuenta corriente están en unos
niveles históricamente altos. Como dato positivo, el Gobierno Cameron presume de
una de las tasas de paro más bajas de la UE, pues no llega al 6%. Mucho del empleo creado es, sin embargo, precario y de bajos salarios.
ECONOMÍA E IMPUESTOS
Sigue en pie la meta, perseguida por el canciller del Exchequer, George Osborne, de
alcanzar el equilibrio presupuestario en 2018/2019. Para ese fin, se perseverará en el
control del gasto "ineficiente", pero "sin recortar en términos reales", confiando en los ingresos que genere el crecimiento. Habrá
rebajas sustanciales del IRPF con la aplicación del tipo de retención del 40% a partir de las 50.000 libras anuales (en lugar de las 41.900 actuales) y la elevación del mínimo exento de tributación a las 12.500 libras (ahora, 10.600). Quienes cobren el salario mínimo no pagarán impuestos. Y se descartan nuevas subidas del IVA.
PROTECCIÓN SOCIAL
Las pensiones ascenderán un mínimo del 2,5% y el salario base subirá a las 6,7 libras la hora. Los padres trabajadores con hijos de tres y cuatro años dispondrán de 30 horas de guardería gratuita a la semana. Más de un millón de inquilinos con rentas modestas recibirán del Gobierno amplias facilidades para convertirse en propietarios de sus viviendas.
INMIGRACIÓN Y SEGURIDAD INTERIOR
Con el fin de "proteger los valores británicos y nuestra forma de vida", se
endurecerán las condiciones para que los inmigrantes procedentes de la UE tengan acceso a una serie de beneficios sociales y fiscales, se mantendrán las cuotas restrictivas de inmigrantes extracomunitarios con cualificación laboral y las fronteras se blindarán contra la inmigración ilegal. El flujo neto de población entrante deberá medirse en términos de "decenas de miles, no de cientos de miles". Por otro lado, con la mirada puesta en el combate al terrorismo islamista, los conservadores preparan un marco legal para poder proscribir cualquier organización extremista que, sin llegar a la violencia, sí "fomente el odio".
DEFENSA
Los conservadores consideran
terminada la época de los grandes recortes en el presupuesto de las Fuerzas Armadas. Su reestructuración incluye el compromiso asumido ante la OTAN de destinar un 2% del PIB al gasto militar, el mantenimiento de un Ejército de 82.000 soldados regulares para 2020 y la renovación del costosísimo programa de disuasión nuclear estratégica basada en submarinos.
EUROPA
Cameron mantiene intactos sus planes de
convocar un referéndum in-out para 2017, siempre, eso sí, que su partido gane por mayoría absoluta, y de
blindar a la justicia británica frente a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos mediante la abolición de la
Human Rights Act de 1998 y su reemplazo por una
British Bill of Rights.
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 © UK's DECC/Flickr | Alma máter: Universidad de Oxford; LSEProfesión: Funcionario de partido; asesor gubernamental
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Líder del Partido Laborista y de la Oposición (desde 2010); secretario de Estado para la Energía y el Cambio Climático (2008-2010); ministro del Cabinet Office (2007-2008); ministro del Sector Terciario (2006-2007); MP por Doncaster North (desde 2005).
Perfil y pronunciamientos de campaña |
Ed Miliband consiguió zafarse de la sombra de su hermano mayor
David, con el que compartió mesa en el Gabinete de
Gordon Brown, donde él era el secretario de Estado de Energía y aquel el secretario de Exteriores, y al que en 2010, en un insólito duelo fraterno, derrotó en la elección interna del Partido Laborista, pero luego ha tenido problemas para afianzar su liderazgo partidario y nacional en la oposición parlamentaria al Gobierno de
David Cameron.
Presionado por unas
encuestas poco estimulantes a nivel personal (una mayoría de los británicos sigue opinando que le falta lustre) y del partido (tras estar en cabeza durante toda la legislatura, los laboristas llevan perdiendo fuelle desde hace tres años y empatan en intención de voto con los conservadores justamente ahora), Miliband se esfuerza en abrir brecha en la campaña para las elecciones de mayo de 2015
atacando con más energía que nunca tanto
las políticas de austeridad del Ejecutivo de coalición de conservadores y liberaldemócratas como
el euroescepticismo abierto de Cameron.
El toque a rebato de los laboristas pasa por
pregonar un ideario y un programa nítidamente de izquierda, con lo que Miliband, al que se considera un discípulo de Brown, retoma el discurso vindicativo de su elección en 2010, cuando declaró caducado el
New Labour de
Tony Blair, sin que ello significara el retorno al viejo laborismo moldeado en el socialismo clásico. Con todo, ya hay quien le considera el "laborista más a la izquierda desde Michael Foot", lo que por otra parte no resulta muy halagador sobre las perspectivas electorales del partido. Al mismo tiempo que se afana en agrandar las distancias de los conservadores, Miliband, que en 2014 hizo campaña por el
no a la independencia de Escocia pero con contraoferta de amplia autonomía,
se resiste a aceptar las ofertas de colaboración "progresista" que le tiende el Partido Nacional Escocés, gobernante en Edimburgo, y reitera su aspiración a primer ministro sin las muletas que impondría el temido
hung Parliament. Esta prelación de los valores unionistas del partido podría resultar útil en Inglaterra, pero amenaza con causar estragos en el electorado laborista escocés, paulatinamente succionado por el SNP.
(Para una información más completa, véase la biografía de Ed Miliband en el servicio Biografías Líderes Políticos del CIDOB)Claves del manifiesto Laborista |
(El Manifiesto 'Britain only succeeds when working people succeed. This is a plan to reward hard work, share prosperity and build a better Britain', puede descargarse AQUÍ
)ECONOMÍA E IMPUESTOS
Para refutar la extendida opinión de que ellos son unos malos gestores económicos y certificar que están comprometidos con la responsabilidad fiscal, los laboristas mencionan un proyecto presupuestario con metas, que no precisan, de
reducción del déficit y la deuda públicos en cada ejercicio anual, persiguiendo la obtención de superávit "tan pronto como sea posible".
Congelación de los tipos del IRPF básico del 20% y superior del 40%, introducción de un nuevo tipo superreducido del 10% y
vuelta de la retención especial del 50% (en lugar del 45% fijado por el Gobierno Cameron) para las rentas de más de 150.000 libras.
Gravámenes especiales para las grandes propiedades y los beneficios bancarios. Congelación del IVA, las cotizaciones laborales, la factura de la electricidad y los billetes de tren.
PROTECCIÓN SOCIAL, TRABAJO Y EDUCACIÓNInvertir en la sanidad 2.500 millones de libras más que los conservadores para contratar 35.000 nuevos médicos, enfermeras, comadronas y trabajadores sanitarios. Reducir algunas listas de espera. Revertir los planes de externalización y privatización de servicios del NHS. 25 horas semanales de guardería gratuita para hijos de padres trabajadores de tres y cuatro años. Más permisos laborales retribuidos por paternidad.
"Proteger el presupuesto educativo" en todo el tramo escolar, reducir en una tercera parte las tasas universitarias y
prohibir las prácticas profesionales no remuneradas, así como los llamados
"contratos de cero horas", que exigen al asalariado estar disponible para el empresario las 24 horas del día. Subida del salario mínimo hasta superar las 8 libras la hora en 2019. Revalorización anual de las pensiones en un 2%.
Supresión del bedroom tax, el gravamen, en extremo impopular, a las viviendas sociales con dormitorios
spare, sin usar.
REFORMA POLÍTICASustitución de la Cámara de los Lores por un Senado de las Naciones y las Regiones. "Cumplimiento de las promesas" de
devolver poderes a las asambleas de Escocia y Gales.
Dotación de cierto nivel de autonomía política a Inglaterra mediante una
English Devolution Act. Prohibición de que los parlamentarios puedan percibir emolumentos por dirigir o asesorar empresas.
INMIGRACIÓN Y SEGURIDAD INTERIOR
El discurso antiinmigración del UKIP incide en los programas de las principales fuerzas parlamentarias y el Laborismo no es la excepción. Aquí, el partido de Miliband quiere asegurarse de que los
inmigrantes no puedan reclamar beneficios sociales a menos que hayan vivido en el Reino Unido un mínimo de dos años. También:
control de los flujos migratorios en las fronteras "con reglas justas, humanas y efectivas", centrado en
"parar" la inmigración ilegal con "acciones mucho más fuertes";
reducción del número de inmigrantes con baja cualificación profesional;
fin de las detenciones indefinidas;
asilo abierto para quienes sean refugiados; y lucha contra la explotación laboral y fomento de la integración. En cuanto al orden público, despliegue de 10.000 nuevos agentes en las barriadas urbanas.
DEFENSA Y POLÍTICA INTERNACIONAL
Los laboristas persiguen "objetivos globales para hacer frente a la desigualdad y promover los Derechos Humanos", y "
situar al cambio climático en el corazón de nuestra política exterior". Al tiempo que trabajaría activamente para reducir las armas de destrucción masiva a nivel global, un Gobierno laborista estaría "comprometido con una
capacidad nuclear independiente mínima y creíble", es decir, la disuasión estratégica submarina.
EUROPA
De nuevo, se advierte aquí el impacto de la retórica nacionalista de Nigel Farage (véase
infra): los de Miliband quieren
que el Reino Unido "recobre un rol de liderazgo en Europa", pero también
que la "UE se reforme", a fin de que esta "funcione" para el Reino Unido. "Ningún poder será transferido a Bruselas sin un referéndum
in-out", puntualizan. Además, defensa de la
Human Rights Act,
aceptación del derecho jurisdiccional del Tribunal de Estrasburgo -pero, otra vez, buscando su "reforma"- y aprobación de los "principios" subyacentes a la negociación del TTIP.
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 © Euro Realist Newsletter/Flickr | Alma máter: sin estudios universitariosProfesión: Agente comercial de metales
Últimos sondeos (1-7 mayo): 11% - 17% |
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Líder del UKIP (2006-2009 y desde 2010); miembro del Parlamento Europeo (desde 1999).
Perfil y pronunciamientos de campaña |
El líder del partido que invoca la "independencia" del Reino Unido presenta la paradoja de defender la
salida de su país de la UE desde la misma institución democrática, el Parlamento, de la organización que fustiga sin cesar y con cuyo colapso fantasea. Orador apasionado, polemista nato y de
verbo mordaz y provocador, aunque sin semblantes iracundos y sí por lo general joviales, Nigel Farage niega tajantemente que su
euroescepticismo vehemente sea una
eurofobia (al contrario, él se incluye entre "los amantes de la libertad de Europa", asegura, y su esposa es alemana, recuerda), sino que solo quiere que su país disponga de plena "soberanía nacional" para gobernar "sin ataduras" de Bruselas. Igualmente, el eurodiputado británico no acepta que se le endilguen las etiquetas de racista, xenófobo o
ultra, como a otros destacados dirigentes de la derecha nacionalista europea, a pesar de sus reiterados mensajes populistas contra los trabajadores comunitarios que emigrarían al Reino Unido para quitarles el trabajo a los nativos. Abomina del nacionalismo étnico de formaciones abiertamente fascistas como el British National Party y propugna una "cooperación" de los europeos sin "uniones" ni "eurócratas".
Tras años de ascensos en las urnas, 2014 fue fausto para Farage y su formación, al convertirse en los ganadores de las elecciones europeas con un espectacular 27% de los votos, la primera vez en un siglo que una votación nacional ha sido ganada por una fuerza ajena al bipartidismo dominante. La gran asignatura pendiente del UKIP viene siendo el Parlamento de Westminster: solo en el otoño de 2014 consiguió entrar con dos escaños, merced a sendas elecciones parciales, en los Comunes. El propio Farage ha sido seis veces candidato frustrado a la Cámara baja y ahora en 2015 vuelve a intentarlo con más posibilidades, aunque el
sistema electoral mayoritario perjudica tremendamente a su partido. El gran poder de Farage, al que la prensa sensacionalista de derechas ha solido jalear, reside en su
capacidad de dictar debates y meter presión a los partidos mayoritarios, que se ven obligados a incorporar a sus programas el tratamiento restrictivo de la inmigración y los acentos críticos con Europa. Su discurso cala y el principal damnificado es el Partido Conservador de
David Cameron, del que Farage fue miembro hasta 1992, cuando le dio portazo disgustado por la firma británica del Tratado de Maastricht. El primer ministro, que teme la sangría de votos en favor del UKIP, se ha referido a Farage como un "supremo tacticista que quiere destruir a los conservadores".
Tras acusar al "
establishment de Westminster" de "apaciguar" a los independentistas escoceses con sus promesas de amplio autogobierno, Farage, aunque no contempla una coalición formal con los
tories, se ofrece a Cameron para "bloquear" desde el Parlamento una alianza entre los laboristas y el Partido Nacional Escocés, y de paso le insta a que adelante el anunciado referéndum sobre la permanencia en la UE, cuyo horizonte más lejano es finales de 2017.
Claves del manifiesto del UKIP |
(El Manifiesto 'Believe in Britain', puede descargarse AQUÍ
)ECONOMÍA, ENERGÍA E IMPUESTOS
Permitir la contratación preferente de ciudadanos británicos en el mercado laboral. Aumento del mínimo exento de tributación, dejándolo en las 13.000 libras de renta anual. Aplicación del tipo superior de retención del 40% a partir de las 55.000 libras. Introducción de un nuevo tipo intermedio del 30% para rentas de trabajo desde las 43.000 libras. Exención del IRPF para quienes cobren el salario mínimo. Abolición del impuesto de sucesiones y de las tasas a las emisiones carbónicas. Farage presenta este paquete fiscal como una
"revolución de los impuestos bajos". En materia energética, supresión de las subvenciones a las renovables, derogación de la
Climate Change Act y apuesta decidida por la minería del carbón y el
fracking.
PROTECCIÓN SOCIAL Y EDUCACIÓN
Supresión de las tasas universitarias para los estudiantes graduados y en prácticas de las carreras de ciencias. Creación de un millón de nuevas viviendas en solares industriales en desuso. Fuertes
inversiones en la sanidad pública orientadas a aumentar los servicios ambulatorios, hospitalarios y el personal médico. El UKIP desea borrar su imagen, fomentada por las formaciones mayoritarias, de partido que planea privatizar el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra.
REFORMA POLÍTICA
Someter a referendos bianuales determinados temas de gran interés nacional y por iniciativa popular. Campaña en favor de un sistema electoral de tipo proporcional.
INMIGRACIÓN Y SEGURIDAD INTERIOR
Justamente en el que se supone es uno de los puntos fuertes de su programa, por el que cosecha votos, el UKIP se muestra errático y confuso. Farage primero habló de dejar la
cuota máxima de permisos de entrada en solo 50.000 anuales y matizó que la mitad de ese volumen le parecía lo ideal. Ahora, el UKIP, en su manifiesto, vuelve a manejar dicha cifra, pero refiriéndose exclusivamente a
visados para trabajadores "altamente" cualificados, sean comunitarios o extracomunitarios, no para todos los inmigrantes. En cuanto a los
alóctonos sin cualificación, se les prohibirá la entrada durante cinco años. Ese es el tiempo también que deberán trabajar, pagando impuestos y cotizando a la Seguridad Social, los inmigrantes legales antes de tener acceso a los beneficios sociales y poder optar a la residencia permanente (poniendo fin así al "turismo del bienestar").
Se deportará a los extranjeros que delincan. Y habrá
más policías para vigilar las fronteras y funcionarios de prisiones.
DEFENSA Y POLÍTICA INTERNACIONAL
En aras de la "reconstrucción" las Fuerzas Armadas y tenerlas preparadas para las "amenazas emergentes" que acechan a la nación,
gastar en Defensa el equivalente al 2% del PIB, de acuerdo con el objetivo de la OTAN, y más si es posible. También, mantener la capacidad de disuasión nuclear basada en submarinos y botar los dos nuevos portaaviones de la Royal Navy. Por el contrario,
someter la ayuda exterior al desarrollo a un drástico recorte, pasando su presupuesto del 0,7% al 0,2% del PIB. Y desmantelar el Departamento para el Desarrollo Internacional (DfiD), cuyas funciones pasarían al Foreign Office. El UKIP "quiere ayudar a la gente a salir de la pobreza mediante el comercio, no con las ayudas".
EUROPA"Liberar" al Reino Unido de la UE ("
Brexit") de manera unilateral y
celebrar el referéndum sobre la retirada a la mayor brevedad. Una vez fuera de la Unión, para evitar daños económicos,
negociar con Bruselas un "mero acuerdo de libre comercio". Rechazo al TTIP con Estados Unidos por ser un tratado de la UE y fin de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Salida del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
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 © Liberal Democrats | Buckinghamshire, South East, Inglaterra, 1967 Alma máter: Universidad de Cambridge; Universidad de Minnesota; Colegio de EuropaProfesión: Periodista y funcionario europeo
Últimos sondeos (1-7 mayo): 8% - 11% |  |
Viceprimer ministro del Reino Unido (desde 2010); líder de los Liberales Demócratas (desde 2007); MP por Sheffield Hallam (desde 2005); miembro del Parlamento Europeo (1999-2004).
Esta legislatura como socio de Gabinete del conservador
David Cameron no ha traído muchas gratificaciones al liberaldemócrata Nick Clegg, quien en 2010 se vio convertido en viceprimer ministro del Reino Unido, conformando la primera coalición gubernamental en 65 años, cuando en realidad él aspiraba -una ambición que hoy puede verse como desmedida- a ser el primer ministro por méritos exclusivamente propios, algo que en su partido había conseguido por última vez David Lloyd George casi un siglo atrás. Marido de una española, políglota, con un sólido bagaje en la UE y contrario en su momento a la guerra de Irak, Clegg ha tenido
grandes dificultades para hacer valer su
"centrismo radical" de orientación social liberal y progresista al ritmo que han marcado las bofetadas de las urnas, las dolorosas
renuncias a varios estandartes de su programa político y la responsabilidad compartida con los conservadores en la adopción del duro programa económico de ahorro y recortes para remontar la crisis financiera heredada de los laboristas.
En 2010 el Gobierno, alegando que no tenía margen fiscal para ello,
descartó suprimir las tasas universitarias (al contrario, las subió, lo que puso en pie de guerra a los estudiantes); en 2011 el
electorado rechazó en referéndum cambiar el sistema electoral de Westminster, estrictamente mayoritario y perjudicial para los Liberales Demócratas; en 2012 la
reforma de la Cámara de los Lores fue abandonada; y en 2014 el partido, ignorado por muchos votantes desencantados, encajó unos resultados catastróficos en las elecciones al Parlamento Europeo. Las decepciones legislativas, que ponían de relieve las divergencias ideológicas entre liberales y conservadores, generaron
fuertes tensiones con Cameron, que encima aportó cizaña de su cosecha en materia europea. Así, en 2011 Clegg
lamentó que el veto del primer ministro a la reforma del Tratado de la UE en el apartado de la unión económica dejara a Londres "aislada y marginada", y en 2013
arremetió contra el anuncio por Cameron de someter a referéndum en la próxima legislatura la permanencia del país en UE, escenario, el de la posible salida, que tachó de "suicidio económico" para la nación. El líder liberal tampoco comparte la hostilidad de su equivalente
tory a la Convención Europea de Derechos Humanos. La coalición ha estado cerca de irse a pique en varias ocasiones, pero finalmente ha aguantado. Entre tanto, Clegg ha tenido que escuchar demandas de dimisión desde sus propias filas.
Tras tantos sinsabores, Clegg y los suyos intentan librar la campaña de las elecciones de 2015 en positivo,
incidiendo en aquellos puntos de su programa de 2010 que sí han sido implementados y reivindicando como suyas las realizaciones del Gobierno Cameron, entre las que figuran la recuperación económica, el aumento del mínimo de rentas laborales exentas de tributación, la reducción del déficit público a la mitad, los niveles récord de empleo y la retirada de Afganistán. Si en 2010 los
Lib Dem obtuvieron un magnífico 23% de los votos y estuvieron cerca de implantar el tripartidismo en el Reino Unido, ahora las encuestas no les auguran ni el 10%. Con todo, Clegg dice tenerlo claro: tras reconocer que el próximo primer ministro será Cameron, de nuevo, o bien el laborista
Ed Miliband,
reclama la centralidad de la política británica y presenta a su partido como el único soporte razonable de la ineludible coalición en ciernes ("la era del Gobierno del partido único ha terminado", añade), pues con los euroescépticos del UKIP los conservadores "girarían a la derecha y optarían por la política de la división y el aislamiento", mientras que con los independentistas escoceses los laboristas "nos llevarían a la ruina y a la ruptura del país". Ahí radica, continúa Clegg, el valor de los Liberales Democráticas, quienes "darán un corazón a un Gobierno de los conservadores y un cerebro a uno de los laboristas".
(Para conocer la trayectoria de Nick Clegg antes de 2010, véase su biografía en el servicio Biografías Líderes Políticos del CIDOB)Claves del manifiesto de los Liberales Demócratas |
(El Manifiesto 'Stronger economy. Fairer society. Opportunity for Everyone', puede descargarse AQUÍ
)
"Impuestos justos", mejoras profundas en la sanidad y la educación, lucha contra el déficit e implicación decidida en la protección del medio ambiente, el freno al calentamiento global y la economía
verde con mínimas emisiones de efecto invernadero son las
cinco prioridades del manifiesto liberaldemócrata.
ECONOMÍA E IMPUESTOSAlcanzar el equilibrio presupuestario con déficit cero en abril de 2018. "Descuento fiscal adicional de 400 libras para millones de trabajadores" mediante una
segunda elevación del mínimo exento del impuesto sobre la renta, desde las 10.600 a las 12.500 libras. No aumentar la presión fiscal a las rentas bajas y medias, ni el impuesto de sociedades, ni el IVA, ni las cotizaciones a la Seguridad Social. Limitar el "impacto de la reducción del déficit sobre los servicios públicos" con cargo a los impuestos que pagan "los ricos, los bancos, la gran empresa y los que contaminan".
PROTECCIÓN SOCIAL
Inyección extra anual de 8.000 millones de libras al Servicio Nacional de Salud (NHS). Plan de cinco puntos para robustecer la educación pública. Más ayudas para los padres con hijos pequeños. Apoyo del Estado al alquiler y la adquisición de vivienda. En materia de pensiones, ratificación por ley de los incrementos anuales en consonancia con los salarios o los precios, o del 2,5% como mínimo (sistema llamado del
triple lock).
INMIGRACIÓN
Adopción de un
modelo de control de los flujos migratorios "firme pero justo", de manera que las puertas estén abiertas de par a par a quienes aporten "trabajo", "inversiones", "estudios" y "crecimiento" al Reino Unido, y cerradas a cal y canto a los "estafadores" que solo busquen los "beneficios sociales". Deportación inmediata de los extranjeros extracomunitarios que violen las condiciones de su visado de entrada, pero fin de las detenciones por tiempo indefinido de los inmigrantes ilegales.
DEFENSA Y POLÍTICA INTERNACIONAL
Concepción de una política exterior orientada a promover la paz, los Derechos Humanos, la democracia y la acción contra el cambio climático. Campaña internacional contra la mutilación genital femenina. Compromiso firme con el destino del 0,7% de los ingresos nacionales a la ayuda exterior al desarrollo.
Oposición al reemplazo del programa de defensa nuclear naval Trident por una flotilla de de submarinos lanzamisiles balísticos de nueva generación.
EUROPA
Pese a que la UE es más impopular que nunca en el Reino Unido, los Liberales Demócratas acuden a las elecciones
aferrados a la defensa de la permanencia del país en el bloque, insistiendo en la noción práctica de que esto es lo que conviene a la economía nacional y a la influencia británica en el mundo globalizado. Eso sí, el partido propugna una
"reforma de la UE" para que esta se concentre en "crear empleos", "reducir burocracia", "abolir instituciones innecesarias" y "combatir el crimen transfronterizo".
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 © Scottish Government/Flickr | Irvine, concejo de North Ayrshire, Escocia, 1970 Alma máter: Uiversidad de Glasgow
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Ministra principal de Escocia y líder del SNP (desde 2014); viceministra principal de Escocia (2007-2014); vicelíder del SNP (2004-2014); Secretaria del Gabinete para Infraestructuras, Inversión y Ciudades (2012-2014); secretaria del Gabinete para Salud y Bienestar (2007-2012); miembro del Parlamento Escocés (desde 1999)
Perfil y pronunciamientos de campaña |
La
número dos del Gobierno de Escocia y el SNP relevó al dimitido
Alex Salmond en los cargos de ministro principal y líder del partido en noviembre de 2014, dos meses después del referéndum que supuso la victoria del
no a la independencia del país con el 55,3% de los votos. Desde entonces, en un tiempo récord, Nicola Sturgeon
no solo ha cubierto el hueco dejado por el dirigente histórico del nacionalismo escocés, cuyas ideas y proyectos suscribe sin matices,
sino que se ha proyectado como una política de dimensión nacional,
británica, que atrae a electores de la misma Inglaterra. Eso, a pesar de que
el SNP mantiene intactas sus aspiraciones secesionistas por vías democráticas, que ella no se postula a los Comunes y que su partido solo presenta candidatos en Escocia: fuera de allí, no se puede votar al SNP.
Este éxito de campaña, que podría coronarse con una victoria arrasadora el 7 de mayo (las encuestas apuntan que el SNP tendría a su alcance el 49% de los votos y hasta 53 de los 59 escaños escoceses, cuando ahora solo posee seis asientos en la Cámara baja de Westminster) a costa de un hundimiento del laborismo regional, obedece a la
buena impresión personal que Sturgeon ha causado en los debates televisados y a la
vertiente progresista de su colectividad, que se mueve en el centro-izquierda y
se opone de manera radical a las políticas del Partido Conservador. Sturgeon ha presentado un manifiesto electoral ambicioso y combativo que llama a "hacer más fuerte a Escocia en Westminster" y, de paso, a ejercer una influencia "que propicie un cambio positivo en beneficio de la gente corriente, no solo de Escocia, sino a lo largo del Reino Unido". La consigna machacona es echar al Gobierno de
David Cameron, y para ello la gobernante escocesa propone una
"alianza progresista" de signo "anti-tory" al Partido Laborista de
Ed Miliband. Aunque la cercanía de las dos formaciones en aspectos tales como el gasto público y la protección social es palmaria, Miliband, aun al precio de agravar la previsible debacle de los laboristas escoceses, no quiere comprometerse con una agrupación que contempla la ruptura del Reino Unido.
Claves del manifiesto del SNP |
(El Manifiesto 'Stronger for Scotland', puede descargarse AQUÍ
)
Tras el fiasco del referéndum pactado en el Acuerdo de Edimburgo de 2012, el SNP, fiel al soberanismo independentista, ya acaricia la celebración de una nueva consulta después de 2016 y, entre tanto, se cerciora de que el Gobierno de Londres cumple sus
promesas de transferencia de competencias autonómicas, con lo que Edimburgo vendría a obtener la famosa
devolution max, reclamada durante años por Salmond antes de toparse con el rechazo de Londres a cualquier cosa que no fuera la disyuntiva de unión sin cambios -es decir, con autogobierno limitado- o independencia plena con todas las consecuencias. La mayoría de las políticas soberanistas que recoge el Libro Blanco presentado por Salmond en 2013 para animar a sus paisanos a votar a favor de la independencia en el referéndum de 2014 están contenidas en el Manifiesto de 2015, pero Sturgeon y sus colegas las reformulan en clave de oferta electoral de interés para todos los ciudadanos del Estado, sean escoceses, ingleses, galeses o norirlandeses. El Manifiesto reclama para Escocia una
"home rule" con "responsabilidad fiscal completa". Ahora bien, aclara, aunque "el SNP siempre apoyará la independencia, esta elección no tiene que ver con eso, sino con hacer más fuerte a Escocia".
ECONOMÍA E IMPUESTOS"Fin de la austeridad" y de las "políticas injustas" iniciadas en 2010 por el Gobierno de conservadores y liberales. No más recortes y sí a cambio "aumentos modestos" de los gastos, un 0,5% por encima de la inflación. Compaginar la reducción del déficit con las necesarias
inversiones en el Servicio Nacional de Salud (NHS), al que se destinarán 24.000 millones de libras más hasta 2021 y cuya naturaleza estrictamente pública debe preservarse, así como en infraestructuras y otras áreas públicas. Recuperar el tipo de retención del 50% para las grandes rentas. Mayor presión fiscal a las viviendas lujosas y los bonus de los banqueros.
PROTECCIÓN SOCIAL
Pensiones revalorizadas todos los años un 2,5% como mínimo. Subida del salario base hasta las 8,7 libras la hora para el final de la legislatura. Política de reducción de la pobreza infantil.
REFORMA POLÍTICASupresión de la Cámara de los Lores por tratarse de una segunda cámara "no electa inaceptable en una democracia moderna".
Sistema electoral de tipo proporcional.
INMIGRACIÓN
Políticas migratorias "sensatas" que "cubran las necesidades económicas" de Escocia. Revisión del régimen de detención de inmigrantes ilegales.
DEFENSA Renuncia a la disuasión nuclear naval y no renovación del programa Trident con una nueva generación de misiles balísticos (los actuales están montados en submarinos Vanguard, que la Royal Navy tiene fondeados en la base naval de Clyde, al oeste de Glasgow). Exención del NHS y del servicio público de aguas de Escocia del ámbito del TTIP.
EUROPAOposición a una eventual retirada de la UE. En caso de referéndum
in-out, requisito de una "doble mayoría", de manera que cada una de las cuatro naciones componentes del Reino Unido puedan decidir marcharse y continuar por su cuenta en la UE si es que el Reino Unido en su conjunto aprueba salirse del bloque europeo.