Actualización: 3 septiembre 2023
Editado por: Roberto Ortiz de Zárate
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Dentro de su seguimiento especial de la gran crisis financiera griega de junio y julio de 2015, CIDOB ha elaborado este recurso informativo, que aborda aquella desde la perspectiva de las principales personalidades griegas y europeas relacionadas con el proceso, bien como partes interlocutoras en las negociaciones entre Atenas y el llamado Grupo de Bruselas, bien como altas autoridades gubernamentales e institucionales que se sienten concernidas por lo que suceda en el miembro más vulnerable de la Eurozona. (Nota: salvo la cronología de acontecimientos, este documento tiene cobertura informativa hasta 7/7/2015. Para un seguimiento de los acontecimientos posteriores a esa fecha, puede consultarse nuestro Dossier Grecia, elecciones septiembre 2015). |
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GRECIA, GOBIERNO: Alexis Tsipras - Yanis Varoufakis - Eukleides Tsakalotos - Georgios Chouliarakis - Nikos Kotzias - Panos Kammenos
GRECIA, OPOSICIÓN POLÍTICA: Antonis Samaras - Fofi Gennimata - Stavros Theodorakis - Georgios Papandreou
COMISIÓN EUROPEA: Jean-Claude Juncker - Pierre Moscovici - Jonathan Hill - Valdis Dombrovskis
EUROGRUPO: Jeroen Dijsselbloem - Wolfgang Schäuble - Michel Sapin - Luis de Guindos
CONSEJO EUROPEO: Donald Tusk - Angela Merkel - François Hollande - David Cameron - Matteo Renzi - Mariano Rajoy
BANCO CENTRAL EUROPEO: Mario Draghi
FONDO MONETARIO INTERNACIONAL: Christine Lagarde
ANEXO 1: CRONOLOGÍA DE LA CRISIS FINANCIERA DE GRECIA (2009-2015)
ANEXO 2: GLOSARIO DE TËRMINOS RELACIONADOS CON LA CRISIS GRIEGA
ANEXO 3: TABLA DE VARIABLES ECONÓMICAS (2009-2014)
ANEXO 4: ANÁLISIS Y OPINIONES DEL CIDOB SOBRE LA CRISIS GRIEGA
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![]() © Consejo de la Union Europea | ![]() | ![]()
En su histórica llegada al Gobierno de Atenas en enero de 2015, el líder de la SYRIZA anunció la ruptura del "círculo vicioso" de la austeridad, abjuró de los memorandos y la Troika, e instó a los poderes europeos a negociar una solución para la "insostenible" deuda griega que pasara por su reestructuración, sometiéndola a quita y ampliando los plazos de devolución. La respuesta de los acreedores fue que debía olvidarse de las "promesas ilusorias" y atenerse a las "reglas" de la Eurozona. Sin aliados en la UE, Tsipras descubrió que estaba solo. Comenzó así un forcejeo de meses en el que el gobernante, bajo críticas y presiones, osciló entre la voluntad de suscribir acuerdos y el rechazo a nuevas medidas de ajuste para no traicionar sus compromisos electorales. Esta tensión generadora de contradicciones desembocó en el anuncio del referéndum del 5 de julio, recurso de consulta democrática que Tsipras, al tiempo que descartaba una salida del euro "por su enorme coste", justificaba para enviar un mensaje popular a los "chantajes", "ultimatos" y "humillaciones" de la UE y el FMI. El no por él reclamado para reanudar desde una posición de fuerza las negociaciones sobre el nuevo marco de ayudas ha ganado con inesperada rotundidad, mientras la crisis nacional de iliquidez llega a su clímax. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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Un físico peculiar, un estilo informal y transgresor, y un verbo cáustico catapultaron al profesor de Economía Yanis Varoufakis al estrellato internacional tan pronto como asumió el Ministerio de Finanzas de Grecia. Desde enero de 2015, este experto en teorías de juegos próximo a la corriente post-keynesiana libró en nombre de su jefe, el primer ministro Tsipras, una áspera discusión europea en la que intentó convenver de que Grecia no podía pagar lo que debía, que había que proceder a una quita o permuta de bonos, y que el crecimiento debía sustituir a la austeridad. Sus maneras, consideradas arrogantes o provocadoras, no tardaron en suscitar aversión en el Eurogrupo y la Troika. En abril, Tsipras redujo su papel técnico en las negociaciones, aunque no por ello disminuyó su protagonismo mediático. El polémico ministro siguió en la brecha, asegurando que aspiraba a un acuerdo satisfactorio y que el indeseado Grexit bien podría arrastrar a otros miembros de la Eurozona. Su efectista abandono de la mesa del Eurogrupo y su denuncia del "terrorismo" de los acreedores precedieron en unos días el referéndum del 5 de julio. Varoufakis celebró la victoria del no, pero al punto presentó la dimisión para "ayudar" a Tsipras en las negociaciones. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © Ministerio Griego de Exteriores | ![]() | ![]() El diputado de la SYRIZA, coautor del Programa de Tesalónica y economista de tradición marxista Eukleides Tsakalotos fue reclutado por Tsipras para el Ministerio de Exteriores como viceministro de Relaciones Económicas Internacionales. En abril de 2015, este preclaro defensor de una reestructuración pactada de la colosal deuda helena y de la permanencia en el euro recibió la posición de coordinador jefe del equipo negociador con el Grupo de Bruselas, en detrimento del ministro de Finanzas, el controvertido Yanis Varoufakis. Tsakalotos podía ofrecer un estilo personal más mesurado, pero su enfoque de la interminable crisis griega y la terapia de la austeridad venía a ser el mismo. En realidad, el discreto Tsakalotos, reacio a las declaraciones explosivas a pesar de sus ideas radicalmente izquierdistas, no robó tiempo de exposición a Varoufakis, hasta que el 6 de julio este dimitió. Convertido en el nuevo titular de Finanzas, Tsakalotos asumió la misión urgentísima y casi imposible de arrancar a los acreedores un acuerdo de asistencia coherente "con la nueva realidad" posterior al referéndum del 5-J. |
![]() | ![]() | En febrero de 2015 Georgios Chouliarakis, prestigioso profesor Jean Monnet por la Universidad de Manchester y hombre próximo al viceprimer ministro Yannis Dragasakis, empezó sirviendo en el Ejecutivo de la SYRIZA como presidente del Consejo de Asesores Económicos y representante técnico de Atenas en el Grupo de Trabajo del Euro. En abril siguiente, dentro de la remodelación que redujo las competencias del ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, Tsipras le puso al frente de las reuniones regulares entre los tecnócratas griegos y los representantes del Grupo de Bruselas en la capital belga. Ubicado por los observadores en el ala pragmática del Gobierno, Chouliarakis también representa a su país en la Junta de Directores de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), el fondo que ha puesto los créditos del segundo rescate de Grecia, así que su conocimiento de los entresijos europeos es muy preciso. |
![]() © Consejo de la Unión Europea | ![]() | ![]() El jefe de la diplomacia helena con Tsipras no toma parte en las negociaciones financieras, pero su labor se centra en explorar las posibilidades de cooperación y asistencia internacionales al margen de la UE, sin perder la perspectiva del impacto, sin duda elevadísimo, que tendría una eventual ruptura con la Eurozona. La estrategia de Kotzias, al hilo de su simpatía confesa por las potencias emergentes, incluye la aproximación cordial a Turquía, Macedonia, Israel (pese a la disposición de Atenas a reconocer la estatalidad Palestina) y, sobre todo, Rusia, con la que el ministro, quien fue durante muchos años militante del Partido Comunista de Grecia antes de acercarse a la SYRIZA, ha mantenido una interlocución estrecha, a contracorriente del distanciamiento que imponen las sanciones europeas a Moscú por su injerencia en Ucrania y a las que Grecia pone reparos. La diplomacia "rusófila" (históricamente, Grecia y Rusia siempre se han sentido cercanas por razones culturales) de Kotzias es otro frente de preocupación para la UE. |
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Un nacionalismo orgulloso que consideraba la supervisión de la Troika la tumba de la soberanía helena empujó al diputado Panos Kammenos a romper con Nueva Democracia para crear el partido anti austeridad, pero de ideas intensamente derechistas, Griegos Independientes (ANEL). Tres años después, en enero de 2015, Kammenos se convirtió en el socio de Gobierno, donde tomó la cartera de Defensa, del izquierdista Alexis Tsipras. La sorprendente alianza contra natura se fundaba en el rechazo común al devastador ajuste sin fin de Grecia. Antes y después de su nombramiento, Kammenos agitó las aguas con manifestaciones de tintes xenófobos, homófobos, antisemitas y antigermanos, llegando a decir que la UE estaba "gobernada por neonazis alemanes" y amenazando con "inundar" Berlín de inmigrantes sin papeles. En julio de 2015, en vísperas del referéndum, motivo de fisuras en su agrupación, afirmó que Grecia se encontraba "en guerra" y que había que votar no. A la vez, conminaba a Tsipras a no ceder en el recorte del presupuesto militar.
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El conservador Antonis Samaras, responsable desde 2012 de ejecutar las durísimas políticas de austeridad inscritas en el segundo rescate financiero de Grecia, encajó con deportividad su clamorosa derrota en las elecciones de enero de 2015 a manos de la SYRIZA de Alexis Tsipras. El primer ministro abandonaba el Gobierno "con la conciencia limpia", luego de haber aplicado unas medidas que, aunque "dolorosas", habían servido para "restaurar la confianza en Grecia" y "sentar las bases para la salida definitiva de la crisis". De desear "éxito" a su sucesor, Samaras pasó a articular una oposición parlamentaria crecientemente crítica con Tsipras por su forma de llevar las negociaciones con la ex Troika, y cuando en junio de 2015 este convocó el polémico referéndum, se apresuró a constituir un frente por el "sí a Europa", para evitar "un regreso del dracma que mataría la economía y las esperanzas de los griegos". En la noche del 5 de julio, tan pronto como conoció la victoria del no, Samaras dimitió como líder de su partido, Nueva Democracia. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © Piazza del Popolo/Flickr | ![]() | ![]()
El 14 de junio de 2015 Fofi Gennimata recibió de Evangelos Venizelos las riendas de un partido que fue todopoderoso y al que las elecciones de enero situaron al borde de su desaparición como fuerza parlamentaria. Hija de Georgios Gennimatas, uno de los principales lugartenientes del caudillo socialista Andreas Papandreou, y viceministra con Georgios Papandreou y Antonis Samaras, la nueva presidenta del PASOK tiene como misión básica asegurar la supervivencia de su formación, a la que los griegos no perdonan haber firmado, junto con la conservadora Nueva Democracia (ND), los memorandos de la Troika. Aún debe perfilar un estilo propio que no se sabe si supondrá un regreso matizado a posturas de izquierda o el mantenimiento de las posiciones de centro liberal, acentuadas bajo Venizelos, el cual conserva una fuerte influencia interna. Gennimata reclamó la dimisión de Tsipras por su "aventurerismo" e "irresponsabilidad" en la convocatoria del referéndum del 5-J, pero luego aceptó apoyarle en el nuevo intento de negociar las condiciones financieras del Grupo de Bruselas
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![]() © topotami.gr | ![]() | ![]() El periodista televisivo Stavros Theodorakis, fundador en 2014 del partido social liberal To Potami (El Río), representa en Grecia una vertiente europeísta de centro-izquierda moderado que hace bandera de la conservación del euro a la vez que reclama a los socios europeos mayor flexibilidad en las condiciones de sus ayudas. Antes de las elecciones de enero de 2015, en las que quedó cuarto con un programa de regeneración nacional, To Potami sonó como posible socio de Gobierno de la SYRIZA, pero Tsipras optó por el derechista ANEL. Desde la oposición, Theodorakis viene articulando un discurso de rechazo a cualquier acción que conduzca a una senda "antieuropea" y de diálogo franco con Europa para solucionar la catastrófica crisis nacional sin salidas rupturistas. A finales de junio, arremetió contra Tsipras por su convocatoria del referéndum, acusándolo de "liderar el lobby del dracma" y exigiendo su renuncia por "colocar al país al borde del precipicio". Pero el 6 de julio, resonando aún los ecos de la potente victoria del no en la consulta de la víspera, Theodorakis se plegó a firmar un acuerdo multipartito de respaldo a Tsipras en sus conversaciones con los acreedores. |
![]() © PASOK/Flickr | ![]() | ![]() Tras su salida del Gobierno en dramáticas circunstancias en noviembre de 2011, cuando hubo de arrojar la toalla al salirle mal el órdago (similar al realizado por Tsipras ahora, con la diferencia de que el entonces primer ministro socialista tenía agotado todo su capital político) de convocar un referéndum sobre las condiciones del draconiano segundo rescate de Grecia, Georgios Papandreou dejó las riendas de un país destrozado económica y socialmente, e inició una travesía en el desierto que le mantuvo fuera de foco durante más de un trienio. En enero de 2015, poco antes de las elecciones generales ganadas por la SYRIZA, el ex jefe de Gobierno anunció su regreso al primer plano de la política con su Movimiento de Socialistas Demócratas (Kinima o KIDISO), un partido socialdemócrata que renegaba del corrimiento al centro del PASOK mandado por Evangelos Venizelos, y que fracasó en su tentativa de entrar en el Parlamento. Hoy, Papandreou, firmante en 2010 del primer Memorándum con la Troika, reclama el logro de haber "salvado a Grecia del default" y juega la carta de la "responsabilidad nacional", por lo que pidió el voto afirmativo en el referéndum del 5-J. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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Después de pasar grandes apuros para ser elegido presidente de la Comisión, sortear el escándalo LuxLeaks y presentar un ambicioso plan de inversiones, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, el gran veterano de la construcción europea y uno de los ingenieros del euro, tomó por los cuernos el complicadísimo expediente griego, que conocía demasiado bien y del que su institución era parte integral, no como acreedora, sino en nombre del Eurogrupo, el cual ya había presidido durante ocho años. Del amago inicial de entendimiento con su "amigo" Tsipras, accediendo en principio a reemplazar la estructura de la Troika, Juncker empezó a quejarse de la "falta de cooperación" de Atenas y este malestar llegó a su apogeo en junio de 2015 cuando el primer ministro sorprendió a todos con su anuncio del referéndum sobre las condiciones del nuevo marco de asistencia. Empleando palabras duras, Juncker acusó a Tsipras de romper unilateralmente las negociaciones y de haber faltado a la verdad al decir que le exigían rebajar salarios y pensiones, dijo sentirse "triste" y "traicionado", e instó a los griegos a votar sí en la consulta; lo contrario, aseguró, sería "decir no al euro y a Europa". (Biografía extensa en el CIDOB) |
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El socialista Pierre Moscovici, antiguo discípulo de Dominique Strauss-Kahn, es el representante francés en la Comisión Juncker, donde en noviembre de 2014 se hizo cargo de la Comisaría del área económica y fiscal, pero no de las competencias monetarias, antes controladas por los finlandeses Olli Rehn y Jyrki Katainen. Desde entonces, en parte por contraste con sus rigurosos predecesores, situados en el llamado "núcleo duro europeo" en la órbita alemana, el conciliador Moscovici ha sido visto como el rostro amable de la Troika, al prodigar los mensajes de optimismo, diálogo y preocupación por el impacto social del ajuste prescrito a Grecia. En junio de 2015, sin embargo, compartió el malestar de Juncker y el Eurogrupo por la súbita decisión de Alexis Tsipras de romper la baraja y someter a referéndum las demandas de los acreedores. El comisario confiaba en que los ciudadanos griegos, "víctimas colaterales de un escenario político que nunca pidieron", votasen sí en la consulta del 5 de julio, tras lo cual, recalcaba, había que retomar las negociaciones.
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![]() © Comisión Europea | ![]() | ![]() El conservador británico Jonathan Hill es un lord y barón educado en Cambridge con una trayectoria de consultor privado ligada a la City londinense y amigo de David Cameron, quien en 2014 le designó para la Comisión Juncker, donde recibió la cartera financiera. Hombre de reconocido encanto personal, Hill, en lo concerniente a Grecia, ha tendido a supeditar sus pronunciamientos a lo que tuviera que decir su superior, Juncker. El 29 de junio, sin embargo, emitió una declaración en nombre de la Comisión en la que tomaba nota del corralito bancario impuesto por el Gobierno Tsipras y recordaba que, de acuerdo con el derecho de la Unión, la restricción de la libre circulación de capitales era una medida excepcional que debía estar plenamente justificada y ser de breve duración. En las actuales circunstancias de seria amenaza para la estabilidad financiera, un corralito temporal "parecía necesario y proporcional", pero Atenas, insistía Hill, debía levantar sus controles de capital "tan pronto como sea posible, en interés de la economía griega, la Eurozona y el mercado interior de la UE en su conjunto". |
![]() © Comisión Europea | ![]() | ![]() En su etapa de primer ministro de Letonia (2009-2014), el liberal conservador Valdis Dombrovskis combatió la Gran Recesión, de dimensiones catastróficas en su país, reduciendo el gasto, acometiendo reformas estructurales y aplicando una fuerte devaluación interna. El resultado, ejemplarizante para la Comisión Europea y el FMI, fue el llamado milagro económico letón, una briosa salida de la crisis acompañada de consolidación fiscal. Como colofón, en enero de 2014 Letonia ingresó en la Eurozona. Así que no extraña que el hoy vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro adopte un tono apremiante en su diálogo con el Gobierno griego. Su reacción a la rotunda victoria del oxi en el referéndum del 5 de julio de 2015 ha sido recordar que "los contribuyentes europeos han prestado ya 184.000 millones de euros a Grecia desde 2010" y que en la Eurozona "somos 19 democracias", así que "necesitamos una solución aceptable para todos". Reitera que, pese a la "dificultad" añadida que el 5-J griego ha supuesto, la estabilidad de la Eurozona y la arquitectura de la Unión Económica y Monetaria no están en cuestión. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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![]() © Consejo de la Unión Europea | ![]() | ![]() En 2013 el miembro holandés de las reuniones informales de los ministros de Finanzas de la Eurozona fue elegido presidente del Eurogrupo presumiendo de ser "firme como una roca" en lo tocante a la "estricta disciplina presupuestaria", profesión de ortodoxia fiscal que para los observadores le convertía en "el candidato de Alemania". Sobrellevando las controversias de su currículum amañado, el impuesto a los depósitos chipriotas, sus desavenencias con Juncker o sus cuestionamientos por España, Jeroen Dijsselbloem ha estado en la primera línea de las escaramuzas con Atenas. Tras la firma en febrero de 2015 de la prórroga postrera del segundo rescate, el ministro laborista conminó a Tsipras a que aplicara las reformas pactadas si quería ver los fondos, y en junio, visiblemente molesto, deploró su "triste" decisión de convocar el referéndum y "cerrar la puerta" a las conversaciones. En respuesta, el Eurogrupo, que decide cómo y cuánto se ayuda, si bien las negociaciones las delega en la Comisión, rechazó extender el actual programa más allá del 30 de junio, dio largas también a un tercer rescate e insinuó que no descartaba un escenario de Grexit. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © blu-news.org/Flickr | ![]() | El ministro de Finanzas de Merkel, que antes de ocuparse del Tesoro alemán en 2009 ya había escrito una biografía de peso pesado de la CDU a la diestra de Kohl y ministro del Interior con fama de duro, se ha ganado a pulso la etiqueta de ceñudo y metódico guardián de la ortodoxia en la Eurozona, para la que prescribe disciplina fiscal a rajatabla y saneamiento financiero como garantías de estabilidad y semillas de crecimiento. Haciendo valer la supremacía de la economía germana y los resultados de su gestión en la lucha contra el déficit, el estricto Schaüble, postrado en una silla de ruedas desde los disparos que un perturbado le hizo en 1990, no quiere ni oír hablar de "comunitarizar" o reestructurar las deudas del euro, y menos las de Grecia: Alemania, que aporta el 27% del MEDE, le ha prestado a Grecia 55.000 millones en créditos y sus bancos privados concentran la mayor exposición a la deuda griega del mundo. En 2015 ha sido patente la nula sintonía de Schaüble con Varoufakis, mientras que a Tsipras le reprochó haber "destruido" los progresos hechos por su país bajo los gobiernos anteriores. El poseedor del prestigioso Premio Carlomagno no oculta su pesimismo sobre el futuro de la moneda única en el socio sureño. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © Comisión Europea | ![]() | Siguiendo las directrices que desea hacer notar el presidente Hollande, el responsable galo de Finanzas, cartera que estrenó en 2014 en el nuevo Gobierno socialista de Manuel Valls en sustitución de Pierre Moscovici antes de ser este designado para la Comisión Europea, encarna en el Eurogrupo una postura posibilista que de alguna manera evoca los regateos de París para conseguir de la institución de Juncker más margen para corregir sus propias cuentas, desde hace un sexenio en el terreno del déficit excesivo. En las primeras semanas de la Administración Tsipras, Sapin se mostró dispuesto a dejar de hablar de la "Troika" y llegó a decirle a Varoufakis que Francia mediaría ante Alemania para aligerar el peso de la deuda griega, pero sin quitas y a condición de unos compromisos de ahorro fiscal. Tras la conmoción del triunfo del no en el referéndum del 5-J, el ministro ha vuelto a hacer de heraldo del acuerdo comprensivo con Atenas, para evitar a toda costa la ruptura con el euro. |
![]() © Foro Económico Mundial | ![]() | Luis de Guindos, ex ejecutivo de Lehman Brothers, fue el miembro del Gobierno conservador de España que en 2012 tuvo que comunicar al país, sumido en una angustiosa crisis de deuda, la desagradable noticia del rescate blando ("línea de crédito") europeo de unos bancos privados virtualmente en quiebra. Tres años después, con la situación de la gran economía doméstica más estabilizada, el representante español del Eurogrupo -cuya presidencia, a la que sigue aspirando, le arrebató el holandés Dijsselbloem- compartía las posiciones duras de muchos colegas ante el anuncio del referéndum griego. Para de Guindos, la estrategia de Tsipras era una nefasta idea cuyas consecuencias iba a "pagar" el pueblo griego y que acercaba la conversión "del plan B en el plan A". En cuanto a España, no necesitaba "planes de contingencia" porque las reformas hechas en la legislatura la "blindaban" frente a un eventual contagio. Luego del resultado negativo de la consulta helena, el ministro suavizó el discurso del Gobierno español al decir que Madrid no contemplaba "en absoluto" la posibilidad del Grexit.
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![]() © Comisión Europea | ![]() | ![]() El presidente del Consejo Europeo tiene varios frentes abiertos, y el que más directamente le toca, en el día a día institucional, es la crisis de las relaciones con Rusia. A lo largo de 2015, el ex primer ministro polaco, que en 2014 dejó el Gobierno del único país de la UE estanco a la recesión, ha afeado a Tsipras su acercamiento a Moscú en plena injerencia militar del Kremlin en el conflicto de Ucrania y le ha pedido que no ponga en peligro "la unidad dentro de la UE". En el aspecto puramente financiero, Tusk recalca que una salida de Grecia del euro sería un escenario "dramático" que hay que conjurar con buenas dosis de diálogo y respeto, evitando "humillaciones" y "ofensas" en los tratos recíprocos. Tras urgir a Atenas a llegar a un acuerdo sobre las nuevas ayudas porque los plazos se agotaban, Tusk, deseoso de elevar las discusiones a un plano geoestratégico por todo lo que hay en juego, convocó dos cumbres especiales del Euro, el 22 de junio y el 7 de julio, que no zanjaron en el momento el interminable desacuerdo, aunque el último encuentro fue la antesala de la petición por Tsipras del tercer rescate de Grecia. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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Para buena parte de la sociedad griega, la todopoderosa canciller alemana es la máxima responsable de las desdichas que conlleva el diktat de la austeridad y la sacralización de la lucha contra el déficit como condiciones de la ayuda financiera. Imperturbable frente a las acusaciones de insensibilidad con el desorbitado coste social de las políticas de ajuste y de intransigencia en una cuestión tan crítica como la manejabilidad de la deuda, Merkel repite una y otra vez que las reglas están para cumplirlas, si bien nunca ha dado portazo a la búsqueda de soluciones y aún en los momentos de mayor desencuentro ha solido dejar resquicios para el acuerdo. Eso sí, a condición, desgrana con su habitual laconismo tan cortés como tajante, de que el Gobierno Tsipras muestre "voluntad" de acatar lo ya pactado y "responsabilidad" a la hora de aplicar las "reformas necesarias": eso espera Berlín a cambio de su "solidaridad". "Si fracasa el euro, fracasa Europa", sentencia la canciller, sabedora de que "no ceder en los principios" es la declaración de firmeza que sus paisanos, hastiados de poner dinero, esperan oír, más desde el revés que el resultado del referéndum del 5 de julio ha supuesto para ella. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © United Nations Photo | ![]() | ![]() Desde que sucumbió, hace ya tres años, en el propósito de arrancar de Merkel una enmienda del Pacto Fiscal Europeo para compaginar austeridad y crecimiento así como la emisión de eurobonos para combatir la gran crisis de las deudas soberanas del euro, François Hollande, mientras brega con unos sondeos personales de opinión y unos resultados electorales del PS pertinazmente malos, ha intentado transmitir en el concierto europeo una imagen de flexibilidad, pero sin poner en duda el buen rodamiento del eje franco-alemán. Este difícil encaje se ha manifestado claramente en la cuestión de Grecia a raíz de la llegada al Gobierno de Alexis Tsipras, al que el presidente recibió con talante conciliador. Cuando el referéndum del 5-J, se sumó al coro de reproches al primer ministro, pero se desmarcó un tanto del núcleo duro de la Eurozona al manifestar que la victoria del oxi no podía ser motivo suficiente para dar a los griegos por desahuciados y desistir en los intentos, pese a todo, de llegar a un buen acuerdo financiero con Atenas. A diferencia de otros líderes europeos, Hollande se resiste a alentar el fantasma del Grexit. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © Number 10-The Prime Minister's Office | ![]() | ![]() El primer ministro de la libra esterlina mira algo más que de reojo la gran trifulca griega de la Eurozona. Esta opaca sus discusiones particulares con la Comisión Europea sobre una reforma de la UE, a su vez apremiada por el referéndum de 2017 sobre la permanencia del Reino Unido. Atenas no está endeudada con Londres y el Exchequer queda fuera de la moneda única, lo que elimina el riesgo de daños directos en caso de accidente griego. Pero hay plena consciencia de las vulnerabilidades financieras y comerciales. Cameron, que acaba de ser triunfalmente reelegido tras una serie de fracasos en sus envites europeos (contra el Pacto Fiscal, contra la elección de Juncker), acogió con interés la propuesta de Varoufakis de canjear deuda por "bonos ligados al crecimiento" antes de deslizar off the record la opinión de que a los helenos, tal vez, les iría mejor con el dracma. Tras el 5-J, esta preocupación distanciada por lo que suceda con Grecia la expresa Cameron con llamamientos a encontrar una "solución sostenible". Los observadores creen que el premier valora cómo sacar ventajas nacionales del drama griego además de afrontar peligros. En qué medida un Grexit podría favorecer un Brexit es objeto de especulación. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © matteorenzi.it | ![]() | ![]() El dinámico primer ministro de Italia está volcado en la ejecución de un paquete de reformas internas que sus antecesores se dejaron en el tintero y además hace frente a la crisis humanitaria en el Mediterráneo, con miles de inmigrantes desesperados que intentan arribar a sus costas. El desbarajuste de Grecia reclama no menos su atención, máxime porque Italia, con una economía que no termina de despegar, una montaña de deuda pública que es la segunda de la UE (solo superada, justamente, por la griega) y 37.000 millones de euros en préstamos del Estado tiene un grado de exposición, aunque no demasiado inquietante, sí sustancialmente mayor que otros socios de la Eurozona. Cuanto Tsipras llegó al poder, Renzi, hombre muy accesible en el trato personal, dialogó cordialmente con él y pudieron verse signos de rara complicidad, haciendo creer a Atenas que podría haber encontrado un aliado en la UE. Pero la luna de miel greco-italiana no tardó en enfriarse y cuando Tsipras anunció el referéndum del 5 de julio, Renzi rompió su "equidistancia" y se unió a los que sin titubeos presentaron la consulta como una elección entre el sí o el no al euro. (Biografía extensa en el CIDOB) |
![]() © Comisión Europea | ![]() | ![]() El presidente conservador del Gobierno español viene manteniendo un perfil bajo en la política europea y su posicionamiento en relación con la crisis griega está siendo fundamentalmente en clave de política interna. Rajoy, que afronta unas complicadas elecciones generales este año con los mensajes insistentes de que la recuperación económica es vigorosa -en efecto, España crece a un mejor ritmo que la mayoría de los socios europeos- y el paro, que sigue siendo elevadísimo, retrocede poco a poco, aseguró que si Tsipras ganaba el referéndum, Grecia no tendría "más alternativa que salir del euro". Al mismo tiempo, el presidente trazó un paralelismo negativo entre la SYRIZA y Podemos, el nuevo partido izquierdista surgido del fuerte descontento social por el deterioro de los niveles de renta y el auge de la corrupción registrados bajo el Gobierno del Partido Popular, y cuyo líder, Pablo Iglesias, respalda plenamente a Tsipras y aspira a conquistar el poder en las próximas votaciones. Para Rajoy, un corralito a la griega no es posible en España con las "políticas serias" adoptadas por su Ejecutivo, en tanto que el eje SYRIZA-Podemos y otras fuerzas "populistas" y "radicales" representan lo contrario. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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![]() © Banco Central Europeo | ![]() | Sobre la actuación del jefe italiano del banco emisor del euro, que en 2011 llegó al cargo haciendo gala de una personalidad ordenancista y cautelosa, siempre ha girado la controversia de la oportunidad y el alcance de su batería de medidas, ortodoxas y "no convencionales" (bajadas de tipos, compras de activos, barras libres de liquidez interbancaria, penalización de depósitos en Frankfurt), para atajar las patologías de la Eurozona, que han sido la desvalorización de la deuda, la anemia económica, la sequía del crédito y la deflación. Su enfoque de la crisis griega es que este caso, pese a su especial peligrosidad, no puede obligar a la autoridad monetaria a hacer excepciones en su mandato jurídico, que es el fruto de decisiones políticas de los gobiernos. Como mandamás de la Troika, Draghi no vacila en apretarle las tuercas a Tsipras para que haga las reformas requeridas, excluyendo a Grecia de las compras mensuales de bonos soberanos, descartando de plano una posible quita y cortando la financiación ordinaria de la banca helena al dejar de aceptar títulos de deuda estatal como garantía en sus solicitudes de crédito. Tras el 5-J, las reservas bancarias de dinero en efectivo, a punto de agotarse, dependen vitalmente de las provisiones de emergencia del BCE. Es este colapso inminente el que obliga a Tsipras a plegarse a un acuerdo inmediato. |
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![]() © Fondo Monetario Internacional | ![]() | ![]() En su contrapropuesta del 30 de junio de 2015, Tsipras requirió que el FMI, a punto de declarar a Grecia en situación de "mora", fuera excluido de un tercer rescate financiero de su país. La demanda, rechazada por el Grupo de Bruselas, se producía al hilo de unas crudas recriminaciones ("extremismo", "responsabilidad criminal") del gobernante a la institución presidida por Christine Lagarde, quien llevaba meses insistiendo en que Atenas debía transigir con más recortes, incluido un tijeretazo extra a las pensiones, si quería sellar un nuevo acuerdo de asistencia. Curiosamente, la ejecutiva no europea, a pesar de ser una destacada política francesa, de la ex Troika se convierte a la vez en un aliado inesperado de Tsipras, pues el FMI reconoce que la astronómica deuda griega, del 180% del PIB, es insostenible y que una quita resulta inevitable. Desde su elección en 2011, la sonriente y bronceada Lagarde reitera que hay que romper el "círculo vicioso" de las diversas crisis que se concatenan y solapan, y no han sido raras sus críticas a las estrategias del BCE, la Comisión y el Eurogrupo. De su discurso no monocorde dan buena fe los comentarios hirientes sobre la supuesta propensión de los griegos a no pagar impuestos y, al contrario, el mea culpa entonado en 2013 al admitir que en los dos primeros rescates de Grecia, de los que el FMI fue partícipe, se cometieron errores. (Biografía extensa en el CIDOB) |
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![]() ![]() | -0,4 | -4,4 | -5,4 | -8,9 | -6,6 | -3,9 | +0,8 | -28,8% |
![]() ![]() | 4,2 | 1,3 | 4,7 | 3,1 | 1,0 | -0,9 | -1,4 | |
![]() ![]() | -9,8 | -15,7 | -10,9 | -10,2 | -8,7 | -12,3 | -3,5 | |
![]() ![]() | 113 | 130 | 146 | 171 | 157 | 175 | 177 | |
![]() ![]() | 7,8 | 10,2 | 14,1 | 21,0 | 26,4 | 27,5 | 26,0 |