Actualización: 16 septiembre 2021
Editado por: Roberto Ortiz de Zárate
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Mohammad Yaqoob |
Zabihullah Mujahid @Zabehulah_M33 | ||
![]() © H. Hashimi/AFP |
El portavoz oficial del Emirato Islámico y el movimiento talibán realiza su cometido desde 2007, aunque hasta la multitudinaria conferencia de prensa del 18 de agosto de 2021 no reveló su rostro. El 7 de septiembre Zabihullah Mujahid fue el encargado de dar lectura a la lista de ministros del Gobierno interino, donde él mismo obtenía el cargo de viceministro de Cultura e Información, adjunto a Khairullah Said Wali Khairkhwa. Mujahid ha repartido las labores de portavocía con Mohammad Suhail Shaheen y Mohammad Naeem, ambos de la Oficina Política de Doha, y, en menor medida, con otros representantes del grupo. A diferencia de Shaheen, especializado en la difusión para Occidente, Mujahid redacta sus tuits casi siempre en los idiomas pashtún (preferentemente) y persa. Tres días después de la conquista de Kabul y la proclamación de la victoria, Mujahid respondió a las preguntas de los periodistas con una mezcla de firmeza y moderación, dirigida a tranquilizar. Entre otras cosas, el portavoz anunció la implantación de un sistema de Gobierno "islámico y fuerte" en "buenas relaciones con todo el mundo", así como una amnistía general ("hemos perdonado a todos en beneficio de la estabilidad y la paz"). Aseguró que ningún "combatiente extranjero" podría usar el territorio afgano contra otros países ("no queremos tener enemigos, ni internos ni externos"). Y subrayó el compromiso con el respeto | |
de los derechos de la mujer conforme a la ley islámica ("nuestras mujeres son musulmanas, estarán felices de vivir en el marco de la Sharía"). Al igual que la "libertad" e "independencia" de los medios de comunicación, que podían continuar con sus actividades y "criticar nuestro trabajo para que podamos mejorar", pero sin perder la "imparcialidad" y, de nuevo, teniendo en cuenta "los valores islámicos". Preguntado sobre si los talibanes habían cambiado desde la primera vez que gobernaron, Mujahid respondió: "Nuestra nación es una nación musulmana, tanto hace 20 años como ahora. Pero cuando se trata de experiencia, madurez y visión, por supuesto, hay una enorme diferencia entre nosotros en comparación con hace 20 años".
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Mohammad Suhail Shaheen @suhailshaheen1 | ||
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Hasta la toma militar del poder en Kabul en agosto de 2021, uno de los escasos rostros de responsables talibanes reproducidos por los medios fue el de su portavoz de la Oficina Política de Doha, Suhail Shaheen. Con cuenta en Twitter desde 2019 y publicando más mensajes en inglés que en pashtún o en persa, Shaheen ha sido un prolífico propagandista político, informando de las últimas novedades en el terreno diplomático, invocando una y otra vez la "solución pacífica" del conflicto afgano, dirigiéndose a sus compatriotas" con tono alentador, desmintiendo acusaciones "sin base" y transmitiendo las supuestas buenas intenciones de su movimiento, no correspondidas con una larga lista de hechos. Con soltura llamativa, el vocero, que estudió en universidades en Afganistán y Pakistán, ha concedido entrevistas exclusivas y ha admitido preguntas televisadas en directo. BBC, Al Jazeera, CBS, Associated Press o la televisión estatal china CGTV son algunos de los medios que le han dado palestra. Su hacer periodístico no es improvisado, ya que durante el primer Emirato (1996-2001) fue el editor jefe del periódico estatal anglófono Kabul Times. Luego, fue embajador adjunto en Pakistán, el primer país que reconoció al régimen talibán anterior al 11-S. Su conocimiento de lo discutido y acordado con Estados Unidos en Qatar es de primera mano, pues fue miembro del comité negociador y trató con el representante especial de Washington, Zalmay Khalilzad, y con el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo. | |
Entre finales de agosto y principios de septiembre, el portavoz, entre otros pronunciamientos, advirtió que "no había tiempo para elecciones" porque antes tocaba "formar un Gobierno inclusivo" y "preparar una nueva Constitución"; conminó a los países occidentales a terminar sus evacuaciones para el 31 de agosto so pena de afrontar "consecuencias"; condenó el brutal atentado del ISIS-K del día 26; y zanjó que el trabajo, la educación y los restantes derechos de las mujeres no suponían "ningún problema". Asimismo, dijo que "China, nuestro gran país vecino, puede desempeñar un papel constructivo y positivo en la reconstrucción de Afganistán". Y el 5 de septiembre, tras reunirse en Kabul con el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, anunció que la ONU seguía comprometida con la asistencia al pueblo afgano. |
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| Ashraf Ghani @ashrafghani | |
![]() © India PM's Office |
Desde su contestada reelección en 2019, el presidente Ashraf Ghani, acosado por una situación que se deterioraba a ojos vista, multiplicó sus críticas y reproches a diestro y siniestro: a su adversario en las urnas, Abdullah Abdullah, por no reconocer su derrota y arrastrar al país a una debilitante crisis política; a su aliado y protector, Estados Unidos, por acordar su retirada militar con los talibanes "a puerta cerrada" y de espaldas al Estado afgano; al Gobierno de Pakistán, por permitir que miles de sus ciudadanos cruzaran la frontera para unirse a los rebeldes y por no convencer a estos de que hablaran con él "en serio"; y, por supuesto, a los talibanes, dedicados a atacar y atentar con violencia redoblada a pesar del arranque en Qatar de las primeras negociaciones directas, ausencia de un alto el fuego que los fundamentalistas justificaban porque Kabul no estaba liberando presos con el ritmo estipulado. A su vez, Ghani, un economista y antropólogo experto en estados fallidos, veía recrudecerse las críticas a su gestión y su liderazgo, tildados de incompetentes, inhábiles para el consenso e inútiles contra la corrupción, un mal omnipresente. En los meses y semanas previos al desmoronamiento, que muchos creían posible a medio plazo sin el sostén occidental aunque no inminente, el mandatario reiteró su oferta de un "Gobierno compartido" a los talibanes, quienes le respondieron con la exigencia de su renuncia, y fue avisado por Joe Biden (reunión en la Casa Blanca el 25 de junio) de que los afganos debían "decidir su futuro" ahora que las tropas internacionales se marchaban. Frente a la ofensiva general de los insurgentes y las señales de que el Ejército no podía contenerlos, Ghani cambió a los altos mandos militares. A principios de | |
agosto instó a la población a "levantarse" contra el enemigo y culpó a la "abrupta" salida de las tropas estadounidenses del agravamiento de la inseguridad. Llegado el día 15, con prácticamente todas las provincias perdidas y los talibanes en las afueras de Kabul, se habló de conversaciones urgentes en Doha para una transferencia pacífica del poder con dimisión formal de por medio, pero Ghani resolvió subirse a un avión rumbo a Uzbekistán. Mientras los talibanes capturaban el Palacio Presidencial y posaban desde su despacho, Ghani publicó en Facebook un mensaje de despedida donde decía que su abandono del país a la carrera respondía a la necesidad de evitar un "baño de sangre". Días después, el ex presidente, convertido en diana universal, obtuvo asilo en Emiratos Árabes Unidos y reanudó sus mensajes reivindicativos, para asegurar que con su huida se había salvado de ser "colgado" por los talibanes, desmentir que se hubiera llevado consigo sumas de dinero y pedir perdón a los afganos por "la decisión más difícil de mi vida" (Para más información, véase la biografía CIDOB de Ashraf Ghani). | ||
Mohammad Sarwar Danesh @VPdanesh
Cuando Ashraf Ghani asumió la Presidencia afgana en 2014, le acompañó como vicepresidente segundo Mohammad Sarwar Danesh, un hazara que había tomado parte en los trabajos constituyentes de la Loya Jirga de 2002-2003, y luego llevado los ministerios de Justicia y de Educación Superior en los gobiernos de Hamid Karzai. De perfil intelectual y especialista en jurisprudencia islámica, Danesh ofreció en los siete años que siguieron un perfil político más bien bajo. Al día siguiente de la caída de Kabul el 15 de agosto de 2021, el vicepresidente segundo, el ministro de Exteriores Mohammad Haneef Atmar, el director Nacional de Seguridad Ahmad Zia Sraj y otros altos oficiales se pusieron a salvo de eventuales represalias talibanes montándose en un avión camino de Turquía. Mohammad Sarwar Danesh es miembro del Hezb-e Wahdat (Partido de la Unidad) de Karim Khalili.
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Mohammad Haneef Atmar @MHaneefAtmar | ||
![]() © Russian MFA/Flickr |
El último ministro de Exteriores de la República Islámica asumió oficialmente el cargo en febrero de 2021, tras casi un año de desempeño en funciones. Miembro del multiétnico Partido Verdad y Justicia (Hezb-e Haq-wa Adalat), siendo él pashtún, y perito en gestión política de la ayuda humanitaria, Mohammad Haneef Atmar, a diferencia de la mayoría de los cuadros dirigentes de la República Islámica, luchó del lado del régimen comunista y contra los muyahidines en la guerra de 1978-1992. Desde 2002 sirvió a los presidentes Hamid Karzai y Ashraf Ghani como ministro de Rehabilitación Rural y Desarrollo, ministro de Educación, ministro del Interior y consejero de Seguridad Nacional, puesto este último que en 2018 cedió a Hamdullah Mohib, como él exponente de las élites afganas con un potente bagaje occidental. El 30 de septiembre de 2014, horas después de ser nombrado consejero por el debutante Ghani, Atmar firmó en nombre de Afganistán el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA) con Estados Unidos, por el que la potencia norteamericana mantendría una presencia militar de cerca de 10.000 soldados que sería progresivamente reducida hasta finales de 2016, así como el Acuerdo sobre el Estatus de las Fuerzas (SOFA) de la OTAN, que mantendría, dentro de la nueva Operación Resolute Support, 12.500 soldados en misión no de combate después de expirar en diciembre del año en curso el mandato de la ISAF. Su dedicación a la causa de la reconstrucción nacional era indisociable, recalcaba Atmar, de un acuerdo de paz con los talibanes.
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El 16 de agosto de 2021 el responsable diplomático fue evacuado a Estambul a bordo de un avión fletado por el Gobierno turco y a continuación expresó su escepticismo con la viabilidad de la resistencia antitalibán de Panjshir. El 24 de agosto algunos medios le mencionaron como probable integrante de un consejo de gobierno de 12 miembros controlado por los talibanes pero con puestos para figuras no pertenecientes al grupo. Tal escenario no se sustanció.
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Hamdullah Mohib @hmohib
En agosto de 2018 el presidente Ghani nombró al embajador en Estados Unidos, Hamdullah Mohib, un especialista en ingeniería de sistemas formado en el Reino Unido –país donde adquirió la ciudadanía-, su consejero de Seguridad Nacional. El treintañero ya pertenecía al círculo de colaboradores de Ghani desde 2009, cuando le asistió en su primera e infructuosa candidatura presidencial. En los dos años siguientes, Mohib transmitió a Estados Unidos la frustración y el enfado de su Gobierno por la decisión de la Administración Trump de entrar en conversaciones directas con los talibanes ninguneando de manera flagrante a las autoridades de la República Islámica, las únicas legítimas para la comunidad internacional. En 2019, sus recriminaciones al representante especial de Estados Unidos para la Reconciliación en Afganistán, el diplomático Zalmay Khalilzad, le convirtieron en persona non grata en Washington. Pese al boicot de los estadounidenses, Ghani le mantuvo como consejero, instruyéndole para que comunicara a los talibanes que las negociaciones intraafganas estaban condicionadas al establecimiento de un alto el fuego. Este punto, sin embargo, no constaba en la Declaración Conjunta firmada en febrero de 2020 en Doha por Khalilzad y el mulá Baradar, jefe político de los talibanes. El 15 de agosto de 2021, el día de la caída de Kabul, Mohib huyó de Afganistán como parte del séquito de Ghani. En su caso, aterrizó en Arabia Saudí.
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Sami Sadat @SayedSamiSadat
El joven general Sami Sadat, comandante del 215° Cuerpo Maiwand, recibió la orden de ponerse al frente del Cuerpo de Comandos, las tropas de élite del Ejército Nacional Afgano (ENA), el 11 de agosto. Era en un momento crítico para las fuerzas gubernamentales, arrolladas en todas partes por la blitz talibán e incapaces de impedir que las provincias y sus capitales cayeran en manos del enemigo como fichas de dominó. Apenas ocho días antes, Sadat había sido taxativo sobre la imposibilidad de que la guerra fuera ganada por los talibanes, al tratarse de un "régimen totalitario" que iba "contra la naturaleza" y luchaba "contra la libertad". El 15 de agosto todo terminó y Sadat desapareció de escena. El 25 de agosto el diario The New York Times publicó un artículo firmado por el militar; en el texto, un "exhausto, frustrado y furioso" Sadat arremetía contra los presidentes Biden y Ghani, causantes de "una enorme sensación de traición". A su entender, el conflicto antitalibán no era meramente una "guerra afgana", sino una "guerra internacional", y si el ENA ciertamente "perdió su voluntad de luchar", eso se debió al "creciente sentimiento de abandono por nuestros socios americanos" y a la "corrupción endémica" del Gobierno, que "destruyó la moral de mis tropas". "Muchos de nosotros luchamos valiente y honorablemente, solo para ser defraudados por los líderes estadounidenses y afganos", vindicaba el autor del artículo.
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Khalid Payenda @KhalidPayenda
El 10 de agosto, coincidiendo con la pérdida de las provincias de Farah y Baghlán, Khalid Payenda, ministro de Finanzas en funciones desde el mes de enero, dimitió de su puesto y acto seguido abandonó Kabul. En su mensaje de despedida por Twitter, el ministro decía que en su breve ejercicio había "echado a docenas de funcionarios de aduanas corruptos", pero que despedir a unos pocos "en un ecosistema totalmente corrupto no servía de mucho". El 1 de septiembre Payenda reapareció en la Walsh School of Foreign Service de la Universidad Georgetown, para ser entrevistado por el decano de la institución y hacer un análisis de los "trágicos acontecimientos" de los últimos días.
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Mir Rahman Rahmani @MRahmanRhamani
Como presidente de la Wolesi Jirga o Cámara del Pueblo, la cámara baja de la Asamblea Nacional afgana, el empresario Mir Rahman Rahmani desempeñó desde junio de 2019 una labor política discreta. Moderado y dialogante, a lo largo de la crisis terminal de la República Islámica insistió mucho en la importancia de la institución legislativa para alcanzar las metas de buena gobernanza y pacificación. El 15 de agosto, escasas horas antes de la entrada triunfal de los talibanes en Kabul, el diputado superó el asedio de la capital para realizar un viaje "programado" a Pakistán, con el fin de realizar "consultas" sobre la situación en curso. Dos días después, la delegación encabezada por Rahmani, que dejaba atrás un Parlamento desbandado, se entrevistó en Islamabad con el primer ministro del país vecino, Imran Khan.
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Ahmad Massoud @AhmadMassoud01 | ||
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Tres semanas aguantó, al menos con un control territorial tangible, la resistencia armada movilizada por el joven (31 años) Ahmad Massoud y sus seguidores en Panjshir, la única de las 34 provincias afganas no conquistadas por los talibanes en su fulminante blitz de diez días en agosto de 2021. Al día siguiente de la caída de Kabul, el hijo de Ahmad Shah Massoud, comandante y político de resonancias míticas en Afganistán, quiso emular a su famoso padre proclamando su fidelidad a la derrocada Republica Islámica y llamando a empuñar las armas contra los talibanes, dueños de todo el país salvo de la provincia montañosa del Hindu Kush. Su vehículo militar era el Frente de Resistencia Nacional de Afganistán (FRNA), que contaba con unos pocos miles de combatientes previamente pertrechados (con armamento pesado inclusive) y al que ahora se unieron cierto número de soldados, comandos y oficiales del desarticulado Ejército Nacional, y su cabeza institucional el vicepresidente primero Amrullah Saleh, quien el 17 de septiembre se proclamó presidente de la República en funciones. La resistencia panjshirí, arengas animosas al margen, partía con una carencia fatal para sus pretensiones: a diferencia del período 1996-2001, cuando la Alianza del Norte pudo resistir las acometidas talibanes y mantener viva la resistencia porque nunca perdió el control de la vital frontera de Tayikistán (desde donde recibía armas y víveres), Massoud y sus hombres estaban completamente rodeados. La provincia norteña de Badakhshán, bastión tradicional del partido Jamiat y los tayikos, había sido de hecho una de las primeras en sucumbir a la ofensiva talibán, ya el 11 de agosto.
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Durante unos días, el FRNA reportó una cadena de escaramuzas y emboscadas ampliamente favorables a sus tropas. Incluso se reportó la reconquista temporal de distritos de provincias limítrofes, reveses que los talibanes no pudieron ocultar. Aun y todo, Massoud, menos intransigente que Saleh, sondeó una solución negociada, llegando a ofrecer a los talibanes el final de las hostilidades a cambio de autonomía provincial y un Gobierno multiétnico. Las discusiones no tardaron en naufragar, el auxilio solicitado a las potencias occidentales no llegó y el 31 de agosto los talibanes, luego de cortar las telecomunicaciones e Internet, procedieron al asalto final, con el resultado predecible: la ocupación de los siete distritos de la provincia, incluida su capital, Bazarak. Varios comandantes pro-Massoud perecieron en los combates. El 6 de septiembre los talibanes anunciaron la "victoria total", pero Massoud, en paradero desconocido, insistió en que la resistencia continuaba; el FRNA solo había hecho una "retirada táctica", indicaron sus portavoces. Presumiblemente, los rebeldes habían abandonado los núcleos urbanos y ahora estaban atrincherados, en precarias condiciones y acompañados de muchos lugareños, en las montañas y los collados que flanqueaban el valle principal, inexpugnable primero por los soviéticos y luego por los talibanes de los años noventa. La llamada de Massoud al "levantamiento nacional" contra el Emirato fue secundada por algunos kabulíes que salieron a manifestarse, sufriendo por ello represión.
Ahmad Massoud estuvo un año en la Academia Militar de Sandhurst y luego estudió en el King's College y la Universidad de Londres, donde obtuvo sendas titulaciones en Estudios de Guerra y Política Internacional. En 2016 regresó del Reino Unido y se puso al frente de la Fundación creada en 2002 para honrar la memoria de su padre, asesinado por Al Qaeda días antes del 11-S. Su promoción de un modelo de descentralización territorial inspirado en los cantones suizos y sus críticas al cariz que estaba tomando el proceso de paz prepararon su carrera política, cuyo pistoletazo de salida lo dio el 5 de septiembre de 2019 un acto solemne en el Mausoleo de Ahmad Shah Massoud en el valle de Panjshir (justo dos años después, los talibanes iban a destrozar parcialmente la tumba del que fuera su archienemigo). Fue también entonces cuando Massoud anunció la creación del FRNA como un movimiento político y paramilitar de carácter preventivo, con la mirada puesta en el refuerzo del Ejército Nacional Afgano y la confrontación con los talibanes cuando llegara la salida de las tropas occidentales. |
Amrullah Saleh @AmrullahSaleh2 | ||||||
![]() © Heinrich-Böll-Stiftung |
La voz más radicalmente contraria a los talibanes y su embestida bélica ha sido la del vicepresidente primero de la República Islámica. El tayiko Amrullah Saleh luchó bajo la bandera muyahidín de Ahmad Shah Massoud, al que siguió fiel en los días de la Alianza del Norte y la primera resistencia antitalibán. En 2004 Hamid Karzai le puso al frente de la Dirección de Seguridad Nacional y en 2010 presentó la dimisión al perder la confianza del presidente. Capacitado y enérgico, para entonces Saleh ya tenía ganadas unas nítidas credenciales antipakistaníes, la estima de los oficiales de Estados Unidos y la animadversión de los talibanes. Estos intentaron liquidarlo repetidamente y salió ileso de varios atentados, esquivando la suerte corrida por su mentor. Saleh, quien aseguró que sus agentes, ya en 2004, habían situado el escondrijo de Osama bin Laden en Khyber Pakhtunkhwa pero que el Gobierno de Islamabad se había negado hacer nada al respecto, abrió su propio espacio partidario con el Movimiento Nacional (Basej-e Milli), también llamado Tendencia Verde, aunque no se presentó a las presidenciales de 2014. En 2017 Ghani le trajo de vuelta a las instituciones del Estado como ministro para la Reforma de la Seguridad y en diciembre de 2018 le nombró ministro del Interior, cargo que pocas semanas después abandonó para asistir al presidente en su segundo envite en las urnas.
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En febrero de 2020 Saleh asumió la Vicepresidencia y a partir de ahí se hizo notar por su escepticismo con las conversaciones de Doha y la supuesta voluntad de paz de los talibanes, cuya hipotética presencia en un Gobierno de unidad (reclamado por Washington) sin antes dejar las armas y desmovilizarse le parecía una insensatez. Coincidiendo con la huida de Ghani fuera del país y la entrada de los integristas en Kabul, Saleh publicó este encendido tuit: "Nunca, nunca y bajo ninguna circunstancia me inclinaré ante los terroristas talibanes. Nunca traicionaré el alma y el legado de mi héroe Ahmad Shah Massoud (…) No voy a decepcionar a millones que me escucharon". Dos jornadas más tarde, desde Panjshir, su terruño convertido en baluarte por Ahmad Massoud, el hijo del "comandante, leyenda y guía", Saleh, invocando la Constitución, se proclamó legal presidente en funciones. Los mensajes de desafío y aliento, más la acusación a Pakistán de no ser meramente un "santuario" de los talibanes sino su "base de apoyo", prosiguieron hasta el 3 de septiembre, fecha de un último tuit que decía: "Resistencia es el nom de guerre de todo el mundo aquí. RESISTENCIA". Completamente rodeadas, las escasas fuerzas del Frente de Resistencia Nacional fueron cediendo y el 6 de septiembre los talibanes anunciaron la conquista de todos los distritos de la provincia rebelde. Massoud, en paradero desconocido, siguió haciéndose oír, pero no así Saleh, del que se dijo que había conseguido llegar a Tayikistán, aunque fuentes propias aseguraron que continuaba en el valle. El 9 septiembre los talibanes mataron a tiros a su hermano, Rohullah Azizi. |
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Hamid Karzai @KarzaiH | ||
![]() © NATO Photo |
El líder del Afganistán post-talibán surgido de la invasión de 2001 y primer presidente (2004-2014) de la República intentó hacer valer su capital político, sus habilidades para el cabildeo y su condición de jefe tribal pashtún para facilitar la formación de un Gobierno talibán que no fuera sectario o excluyente. El público recordaba todas las veces que Karzai, en su segundo mandato y con tono apaciguador, había llamado sus "hermanos" a los talibanes, los mismos que habían intentado asesinarle. Tras la caída de Kabul, donde prefirió quedarse no sin pedir a los talibanes "protección para el pueblo", Karzai formó con Abdullah Abdullah, su antiguo ministro de Exteriores, y Gulbuddin Hekmatyar, anterior enemigo islamista, un "Consejo de Coordinación" tripartito que se arrogó las tareas de "evitar el caos", "reducir el sufrimiento de la gente" y "gestionar los asuntos relacionados con la paz y el traspaso pacífico del poder". Los talibanes toleraron la iniciativa y entraron en consultas con sus promotores, pero sin verdadero interés. El 25 de agosto saltó la noticia de que próximamente se presentaría un Consejo de Gobierno de una docena de miembros que incluiría a los tres coordinadores de la "transición" y, al menos, a tres líderes talibanes, Abdul Ghani Baradar, Mohammad Yaqoob y Khalil Haqqani. También a Mohammad Haneef Atmar, ministro de Exteriores hasta el 15 de agosto y hombre de confianza del fugado presidente Ghani. A partir de ahí, nada más se supo del supuesto acuerdo y el 7 de septiembre los talibanes constituyeron su Gobierno interino sin la menor concesión a las personalidades de la extinta República Islámica (Para más información,véase la biografía CIDOB de Hamid Karzai). |
Abdullah Abdullah @DrabdullahCE | ||||||
![]() © US Dept. of State |
Los pataleos poselectorales, alegando fraude, del ex ministro de Exteriores Abdullah Abdullah contribuyeron a enturbiar el ya de por sí precario curso político afgano, lastrado por la debilidad de las instituciones democráticas, la insurgencia talibán, el caudillismo y la corrupción. En 2009 este médico oftalmólogo de profesión se retiró de la segunda vuelta de las presidenciales, que no llegó a celebrarse, y puso en bandeja la reelección de Hamid Karzai; en 2014 accedió a reconocer la victoria de Ashraf Ghani solo a cambio del puesto, creado ex profeso para él y equivalente a un primer ministro, de "jefe del Ejecutivo"; y en 2019-2020 volvió a rebelarse contra unos resultados electorales adversos y se proclamó presidente legítimo en paralelo a Ghani, generando un conflicto que no se resolvió hasta que en mayo de 2020 Ghani le aplacó con el cargo, de nuevo creado para la ocasión, de presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, órgano con atribuciones en las conversaciones de paz con los talibanes. Abdullah se mantuvo en el candelero como conductor del proceso de "reconciliación" intraafgana de Doha y jefe del partido Etelaf-e Milli, o Coalición Nacional de Afganistán. Tras la conquista manu militari por los talibanes el 15 de agosto de 2021, el doctor sondeó la voluntad de los fundamentalistas de incluir en su Gobierno a rostros eminentes de la liquidada República Islámica, él entre ellos. La iniciativa, canalizada junto con Karzai en el llamado "Consejo de Coordinación" para facilitar la transición, no prosperó.
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Salahuddin Rabbani @SalahRabbani
Anteriormente embajador en Turquía (2011-2012), presidente del Alto Consejo de Paz Afgano (2012-2015) y ministro de Asuntos Exteriores (2015-2019), Salahuddin Rabbani lidera uno de los más importantes y antiguos partidos del país centroasiático, el Jamiat-e Islami (Sociedad Islámica), de base militante fundamentalmente tayika y al que pertenecieron y pertenecen varios caudillos guerreros del Afganistán contemporáneo, empezando por el célebre Ahmad Shah Massoud. Las riendas oficiales de la formación las heredó Salahuddin de su padre, el ex presidente Burhanuddin Rabbani, asesinado en 2011 a instancias probablemente de los talibanes. El 17 de agosto de 2021, dos días después de caer Kabul, Rabbani fue vuelto a ver en Islamabad, en el seno de una comitiva afgana recibida por el primer ministro del país vecino. Como otros responsables del Gobierno, Rabbani acabó entrando en conflicto con el presidente Ashraf Ghani. El 16 de agosto, en apariencia desde Kabul, el ex ministro tuiteó: "La humillante y vergonzosa fuga de Ghani es sorprendentemente similar a la de Estados Unidos de Afganistán. Escabullirse en la oscuridad de la noche mientras se traiciona a una nación es algo que presenciamos en Bagram hace solo unas semanas. Habría sido mucho menos costoso que os lo hubierais llevado a él también".
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Ali Ahmad Jalali @ajalali
El octogenario Ali Jalali, un reputado historiador y analista que fungiera de embajador en Alemania durante el Ejecutivo de Ghani y anteriormente de ministro del Interior con el presidente Karzai, fue mencionado por los medios como posible jefe de un Gobierno interino bajo control talibán. La designación de Jalali, una personalidad laica, académica y cosmopolita con la doble ciudadanía afgana y estadounidense, daría, supuestamente, una pátina de orden y civilidad a la transición al nuevo régimen islámico. La noticia, difundida en plena vorágine de la caída de Kabul el 15 de agosto, fue rotundamente desmentida al día siguiente por Jalali, quien desde su despacho universitario de Washington aseguró que ni había sido "considerado" ni "contactado" por los talibanes, y que él tampoco estaba "interesado" en ser un gobernante provisional.
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Actores internacionales |
Francia
Francia, que desde 2012 no tenía tropas de combate en Afganistán, concluyó el 27 de agosto sus operaciones de salvamento en el aeropuerto de Kabul, saldadas con la evacuación de cerca de 3.000 personas, de las que 2.600 eran ciudadanos afganos. El presidente Macron no pudo convencer a Joe Biden para que los esfuerzos humanitarios se prolongaran más allá de la fecha tope fijada por Estados Unidos y subrayada por los talibanes, el 31 de agosto. Pocos días después, su idea de crear en el aeropuerto de Kabul una zona de seguridad bajo protección de la ONU tampoco fue recogida por la resolución 2.593 del Consejo de Seguridad. El mandatario galo ha declarado que aún quedan "varios miles de personas" por evacuar y que, "sin prejuzgar el reconocimiento", no hay mas remedio que hablar con los talibanes para asegurar las expatriaciones de los afganos deseosos de abandonar el país y con derecho a protección internacional.
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Secuencia de conquistas por los talibanes de las 34 provincias de Afganistán |
Capital | Provincia | Fecha de captura |
Zaranj | Nimruz | 6 agosto |
Sheberghan | Jowzjan | 7 agosto |
Kunduz | Kunduz | 8 agosto |
Taloqan | Takhar | |
Sar-i-Pol | Sar-i-Pol | |
Aybak | Samangan | 9 agosto |
Farah | Farah | 10 agosto |
Pul-i-Khumri | Bahglan | |
Fayzabad | Badakhsan | 11 agosto |
Ghazni | Ghazni | 12 agosto |
Herat | Herat | |
Qala-i-Naw | Badghis | |
Kandahar | Kandahar | |
Lashkargah | Helmand | 13 agosto |
Chaghcharan | Ghor | |
Pul-i-Alam | Logar | |
Qalat | Zabul | |
Tarinkot | Uruzgan | |
Sharana | Paktika | 14 agosto |
Asadabad | Kunar | |
Maymana | Faryab | |
Gardez | Paktia | |
Nili | Daykundi | |
Mihtarlam | Laghman | |
Mazar-i-Sharif | Balkh | |
Jalalabad | Nangarhar | 15 agosto |
Maidan Shar | Maidan Wardak | |
Bamiyan | Bamiyan | |
Khost | Khost | |
Mahmud-i-Raqi | Kapisa | |
Parun | Nuristan | |
Charikar | Parwan | |
Kabul | Kabul | |
Bazarak | Panjshir | 6 septiembre |