Jonas Gahr Støre presenta un perfil y unos antecedentes atípicos para un socialdemócrata nórdico, y desde luego no forma parte de esa "gente corriente" a la que ha apelado durante la campaña electoral de 2021. Pertenece a una familia de ricos navieros e industriales, y no esconde su condición de multimillonario, adquirida tras heredar el 76% de las acciones de la compañía Femstø AS. Su patrimonio se estima en unos 140 millones de coronas, al cambio algo más de 14 millones de euros. Además, antes de hacerse laborista estuvo vinculado al Høyre, el Partido Conservador que lidera su principal adversaria batida en las urnas y en adelante jefa de la oposición,
Erna Solberg. Todo ello parece condicionar su atribuida adscripción a un
ala derecha del laborismo.
Discípulo de los líderes laboristas Brundtland y Stoltenberg
El joven recibió instrucción como subteniente de la Armada en la Academia Naval Noruega y luego, durante la mayor parte de la década de los ochenta, estudió Ciencias Políticas en la prestigiosa Sciences Po de París y realizó prácticas docentes y de investigación en la Harvard Law School y la Handelshøyskolen BI (BI Norwegian Business School) de Oslo. Su contacto con la política gubernamental se remonta a 1989, año en que fue contratado como asesor especial por la Oficina del Primer Ministro (SMK). En este departamento trabajó primero con el conservador Jan Peder Syse y desde 1990 con la laborista
Gro Harlem Brundtland, la primera mujer jefa de Gobierno de Noruega, que ya iba por su tercer ejercicio.
Fue bajo la influencia de Brundtland, adoptada como mentora política, que Støre decidió afiliarse al Ap en 1995, coincidiendo con su ascenso al puesto de director general de la SMK. En octubre de 1996 Brundtland traspasó las riendas del Ejecutivo a Thorbjørn Jagland, líder del partido desde cuatro años atrás, y Støre siguió en su función directiva hasta la llegada al Gobierno del cristianodemócrata
Kjell Magne Bondevik en octubre de 1997. Los laboristas regresaron a la oposición y Støre decidió continuar al servicio de Brundtland, acompañándola en su nueva misión internacional de directora general de la Organización Mundial de la Salud. Entre 1998 y 2000 el funcionario noruego fungió de director ejecutivo (jefe de gabinete) a la diestra de Brundtland en el cuartel general de la OMS en Ginebra.
La hora de volver al servicio político nacional sonó para Støre en marzo de 2000, cuando el ex ministro de Finanzas
Jens Stoltenberg, estrella ascendente del laborismo noruego y abanderado de un reformismo que recordaba el social liberalismo implícito del
New Labour británico, se convirtió en primer ministro de resultas de la derrota de Bondevik en un voto de confianza parlamentaria. Stoltenberg articuló un Gabinete de minoría monocolor y Støre, plenamente identificado con el pragmatismo y la moderación ideológica del nuevo gobernante un año mayor que él, recibió los cargos de secretario de Estado y jefe de gabinete en la SMK. Este cometido duró poco, ya que en las elecciones de septiembre de 2001 el Ap, inamovible primera fuerza parlamentaria desde 1927, sufrió un fuerte retroceso y Bondevik se encontró en condiciones de reponer el Gobierno del centro-derecha. En los cuatro años siguientes, Støre repartió sus actividades entre la presidencia del
think tank ECON Analyse y la secretaría de la Cruz Roja Noruega.
Las tornas volvieron a cambiar en los comicios de septiembre de 2005, ganados con autoridad por los laboristas. Entonces, Stoltenberg se aseguró la jefatura del Gobierno en coalición con el Partido de Centro (Sp, agrarios) y el Partido Socialista de Izquierda (SV), y no se olvidó de su amigo Støre, al que nombró titular de Asuntos Exteriores. Fue el arranque de siete años de ministerio en los que Støre se distinguió en la interlocución diplomática con Rusia para resolver la añeja disputa sobre la demarcación fronteriza en el mar de Barents, y también por ciertas decisiones de política exterior con una considerable polémica doméstica, como la participación en la campaña militar de la OTAN contra el régimen de Gaddafi en Libia en 2011 y el reconocimiento del Gobierno palestino paralelo de la organización islamista Hamas.
Sin embargo, el nombre de Støre se coló en más titulares internacionales por una peripecia personal vivida el 14 de enero de 2008: él fue uno de los huéspedes extranjeros que salieron ilesos del atentado suicida cometido por los talibanes contra el hotel Serena de Kabul, ataque en el que resultaron muertas seis personas, entre ellas un periodista compatriota. Entonces, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, afirmó que Støre había sido el objetivo del atentado, extremo que fue negado por los terroristas. En Oslo, Støre recibió duras críticas tras saberse que él y su delegación habían ignorado las recomendaciones del Servicio de Seguridad de la Policía y del Servicio de Inteligencia noruegos de no comunicar a la prensa ningún dato sobre el itinerario y el alojamiento de su misión diplomática en la capital afgana.
Tres años después, el autor confeso de la masacre a tiros de 67 jóvenes laboristas en la isla de Utøya y del atentado con coche bomba contra el complejo gubernamental de Oslo con el que asesinó a otras ocho personas, el extremista de derecha Anders Behring Breivik, declaró que uno de sus objetivos terroristas de alto relieve, junto con el primer ministro Stoltenberg, había sido el ministro de Exteriores Støre.
Støre continuó sin novedad en el Gobierno Stoltenberg tras las elecciones de septiembre de 2009. El Ap y sus socios revalidaron su ajustada mayoría absoluta y el ministro de Exteriores ganó su primer escaño en el Storting, en representación de Oslo. En septiembre de 2012 Stoltenberg movió a su colaborador al Ministerio de Salud y Servicios Sanitarios. Un año después, el oficialismo
roji-verde fue batido en las elecciones parlamentarias y el 16 de octubre de 2013 la líder del Høyre, Erna Solberg, constituyó un Gobierno orientado a la derecha en coalición con el Partido del Progreso (FrP) de Siv Jensen y técnicamente de minoría, aunque con apoyo legislativo en firme de cristianodemócratas y liberales. El 14 de junio de 2014 Stoltenberg se despidió de la dirección de los laboristas para convertirse en el secretario general de la OTAN y el Ap eligió a Støre, considerado su
sucesor natural, para liderar el partido y la oposición parlamentaria al Gabinete Solberg.
En las elecciones generales del 11 de septiembre de 2017 el Ap sufrió una pérdida adicional de votos (del 30,8% al 27,4%) y de escaños (de 55 a 49), mientras que centristas y socialistas de izquierda experimentaron sendos crecimientos sustanciales. La nueva aritmética parlamentaria no permitió entonces a los laboristas desalojar del poder a Solberg, que retuvo la mayoría parlamentaria con el soporte de progresistas, liberales y cristianodemócratas.
La esposa de Jonas Gahr Støre, Marit Slagsvold, es una socióloga y teóloga que desde principios de 2021 oficia el sacerdocio en una parroquia de Oslo. Pocos días después de las elecciones legislativas de septiembre, la pronto primera dama fue ordenada pastora de la Iglesia de Noruega, la denominación evangélica luterana del cristianismo protestante que la Constitución nacional reconoce como la Iglesia Establecida del país con el apoyo del Estado. El matrimonio Støre-Slagsvold ha tenido tres hijos.