El panorama político de Chile ha sido profundamente alterado por las elecciones constituyentes, regionales y municipales del 15 y el 16 de mayo de 2021, caracterizadas por el retroceso de los partidos mayoritarios tradicionales y el ascenso de las listas independientes y de izquierda. De entre los triunfadores de las votaciones locales destaca la joven Irací Hassler, del Partido Comunista y la coalición Chile Digno, convertida con solo 30 años en la segunda alcaldesa de la comuna de Santiago y la primera de su formación. Feminista militante, su programa "transformador" para la capital chilena propugna dejar atrás el "modelo excluyente" en la gestión de los barrios, cerrando las brechas de género y de renta, e introduciendo criterios de sostenibilidad. También, abriendo espacios de cogobierno con los vecinos y abordando la descentralización administrativa. Un plantel de perspectivas que ella sintetiza en el concepto de "Alcaldía Constituyente".
Llegada a la política municipal a partir del sindicalismo estudiantil en defensa de la enseñanza pública y miembro del Comité Central del PCCh, Hassler es
desde 2016 concejal del Ayuntamiento santiaguino. Hasta ahora, su actividad en el consistorio ha estado centrada en la
lucha contra la violencia sexista y los temas educativos. Ya dio la campanada en diciembre de 2020 al
ganar las inéditas primarias ciudadanas convocadas por la plataforma opositora Alcaldía Constituyente de Santiago, confluencia de más de 50 organizaciones sociales, políticas y vecinales. Su candidatura fue inscrita por
Chile Digno, Verde y Soberano, coalición izquierdista, anteriormente llamada Unidad por el Cambio, que vertebran el PCCh y la Federación Regionalista Verde Social (FREVS). En la elección municipal iba a batirse con el alcalde aspirante a la reelección,
Felipe Alessandri, del partido derechista Renovación Nacional y la coalición
Chile Vamos. Como concejal, Hassler ya venía vertiendo fuertes críticas a Alessandri por su labor en la Alcaldía y ahora, contra pronóstico y por corto margen, le ha vencido con el 38,7% de los votos.
El 28 de junio Hassler se pondrá a la cabeza de un Concejo Municipal de una decena de miembros y donde Chile Digno estrena tres representantes, Dafne Concha, Camila Davagnino y Virginia Palma. A estas colegas partidarias se les suman Ana Yáñez y Yasna Tapia por el
Frente Amplio (nueva coalición de izquierda espoleada por las protestas masivas que convulsionaron a la nación austral en 2019-2020, el llamado
Estallido Social), la socialista Paola Melo, la ecologista Marcela Urquiza y la independiente Rosario Carvajal. Chile Vamos, único bloque que practicará un discurso de oposición a la alcaldesa y su equipo, conserva dos ediles, Juan Mena y Santiago Mekis. En suma,
ocho de las 10 concejalías de área quedan en manos de mujeres, una presencia femenina sin precedentes.
Hassler confiere a su plan de gobierno municipal un
intenso enfoque feminista y de paso
lo enmarca en el proceso nacional constituyente que en 2022 dotará a Chile de una nueva Carta Magna, sustitutiva de la promulgada por el régimen militar en 1980 y vigente desde la restauración democrática de 1990 (precisamente, el año de nacimiento de la nueva alcaldesa). Su ofrecimiento de
reactivación económica, más allá de mitigar en el plazo inmediato el impacto funesto de la COVID-19, vislumbra un
nuevo modelo de desarrollo local "justo y sostenible", con acciones para reducir desigualdades territoriales y en la distribución de la riqueza, proteger derechos sociolaborales, fomentar la producción local y proteger el medio ambiente. A este último capítulo se refieren muchas de las medidas para "el buen vivir" que Hassler quiere para Santiago, como la apuesta por las energías limpias y la movilidad no contaminante, el aislamiento térmico subsidiado de los hogares, la reforestación del emblemático pero degradado Parque O'Higgins, la reconversión de terrenos baldíos y la construcción de huertos urbanos. En especial, plantea arreglar la deficiente gestión por la municipalidad de los residuos domiciliarios e industriales con la puesta en marcha de un
sistema eficaz de reciclaje que incorpore los centros de compostaje e involucre a los vecinos en la eliminación de microbasurales. Hassler quiere implantar en Santiago la economía circular y hacer prevalecer el principio de
quien contamina paga.
Junto a la
sostenibilidad ambiental, la nueva alcaldesa pone
énfasis en la igualdad de género y la participación vinculante de las organizaciones comunitarias, dos criterios transversales a la hora de planificar el territorio, elaborar el presupuesto y las normativas, prestar servicios y adjudicar ayudas. Promete levantar un catastro de cuidadores de personas dependientes, crear redes de protección y apoyo a las víctimas de violencia intrafamiliar, ampliar los centros para personas con discapacidad y aumentar las plazas de jardines de infancia y casas cuna. En un plano más teórico, Hassler argumenta sobre el empoderamiento de la mujer, la "despatriarcalización" de la sociedad y la inclusividad de la población LGBTIQ+, referida por ella como "disidencia sexual". Puntos controvertidos de su plan son la regularización de la prostitución y un nuevo tratamiento de la seguridad ciudadana (
"seguridad comunitaria") que transfiere funciones preventivas del delito desde la Policía a las organizaciones sociales y las asociaciones de barrio. Otra propuesta es fundar una "inmobiliaria popular" que ponga en el mercado de alquiler
viviendas dignas y asequibles.
Volviendo al contexto nacional, la victoria de Irací Hassler en Santiago, comuna con más de 400.000 habitantes que no es la más poblada de la provincia homónima ni de su vasta conurbación (el Gran Santiago, conformado por 40 comunas de cinco provincias de la Región Metropolitana, en total 7 millones de habitantes) pero sí su centro histórico y vital, se ha visto acompañada de la
elección de otros candidatos de la izquierda hasta ahora minoritaria en ciudades significativas, a costa del poder institucional de Chile Vamos. Así ha sucedido en
Maipú y Viña del Mar, plazas donde se han impuesto los frenteamplistas Tomás Vodanovic y Macarena Ripamonti. Además, el independiente
Jorge Sharp, procedente de la Izquierda Autónoma y el Movimiento Autonomista, ha sido reelegido en
Valparaíso. Ahora bien, en el conjunto del país, Chile Digno ha tenido un rendimiento claramente inferior a Chile Vamos y Unidad Constituyente (los integrantes de las antigua Concertación y Nueva Mayoría, esto es, democristianos, socialistas, populares y radicales), que pese a las sangrías de votos conservan muchos más alcaldes y concejales. En cuanto a las elecciones regionales, primeras en la historia de Chile, el Frente Amplio, respaldado por el sector de Hassler, se ha llevado las gobernaciones de Valparaíso y Tarapacá, y a cambio ha perdido (candidata Karina Oliva) en Santiago.
Chile Digno y el Frente Amplio son dos coaliciones
en la oposición al Gobierno conservador del presidente Sebastián Piñera y en sus programas hay puntos coincidentes. A las elecciones a la Convención Constitucional, celebradas a la vez que las municipales y regionales, acudieron aliadas bajo la etiqueta de
Apruebo Dignidad y obtuvieron el 18,7% de los votos y 28 convencionales, convirtiéndose en el segundo bloque, sobre cinco, de la asamblea que redactará la nueva Constitución. Ahora, todas las miradas se dirigen a las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, a cuyas primarias de julio Apruebo Dignidad presenta dos precandidatos,
Daniel Jadue (PCCh) por Chile Digno y
Gabriel Boric (Convergencia Social) por el Frente Amplio.
Desde su concejalía en Santiago, Hassler, portavoz de la consigna
Sin miedo, ha hecho oír su voz en el candente, cuando no turbulento, curso político nacional a lo largo de la segunda presidencia de Piñera. Criticó la actuación de las fuerzas del orden público durante los graves disturbios del
Estallido Social, interpuso una querella contra el presidente, acusado de paso de "violaciones reiteradas e impunes de los Derechos Humanos", por su manejo de la pandemia y, en 2020 también, hizo campaña a favor de las opciones
Apruebo y
Convención Constitucional en el plebiscito del 25 de octubre.
(Texto actualizado hasta junio 2021)