Durante el trío de presidencias de la Unión Europea de 2010-2011 de España, Bélgica y Hungría, se inició un proyecto común para explorar, en una reflexión multidisciplinar y abierta, la emergencia de Europa en un contexto de globalización, desterritorialización y dinámicas culturales complejas; pensando que la reflexión sobre la Europa contemporánea debía superar el nivel de cuestiones como la identidad, los conflictos étnicos, el Estado-nación, la tolerancia religiosa y los valores culturales esencialistas; que la realidad actual exigía concentrarse en interacciones en múltiples contextos y redes, así como mirar a “Europa como un ágora de interacciones múltiples o como un sistema dinámico y complejo”. En este sentido, se ha tratado de elaborar una base común con la que explorar y navegar en las dinámicas emergentes y la complejidad de la sociedad contemporánea europea.